jueves, 20 de mayo de 2021

La Regla del Temple. Breve resumen de su estructura.

 


En los orígenes de la Orden, los caballeros templarios no necesitaban de unas normas muy complejas ni específicas, para su funcionamiento, puesto que los caballeros eran poco numerosos.

Pero al ir creciendo la Orden obligará a crear unas ordenanzas internas que regulen la vida en común de estos caballeros.

La primera Regla, o Regla primitiva, se concretará en tiempos del primer Gran Maestre, Hugo de Payns. 

Escrita en latín, la componían 72 artículos y fué aprobada en el Concilio de Troyes, en 1129.

Posteriormente la revisará Esteban de la Ferté, patriarca de Jerusalén. 

Ya, en el transcurso del maestrazgo de Roberto de Craon, la regla primitiva se traducirá al francés.

Según  Alain Demurguer la elaboración de la Regla templaria se compuso de tres fases:

En una primera época, las normas no estaban escritas y lo fundamental por lo que se caracterizaba era por los votos de castidad, pobreza y obediencia, 

También estaban bajo el mando del patriarca de Jerusalén  y unos elementos disciplinarios y religiosos, equiparables al de los canónigos que oficiaban en el Santo Sepulcro.

Una segunda etapa sería la del Concilio de Troyes. En éste se añadirán nuevas reglas: admisión en la Orden, reglamentaciones penales, etc., definiéndose con más claridad el carácter religioso de la Orden. 

En el Concilio de Troyes se aprueba, después de ciertas modificaciones, la Regla de la Orden  

El patriarca de Jerusalén añadirá luego 24 artículos y revisará una docena: destacan, entre ellos, la reserva de la capa blanca para los caballeros y la reglamentación de la presencia de clérigos, freires temporalmente en el Temple, etc.

A esta Regla se le añadirán, más adelante, más artículos o explicaciones, llamados “retraits”, que la complementarán. 

Los primeros están fechados en la época de Beltrán de Blanquefort, y se centran en   la jerarquía de la Orden; posteriormente, en 1230, y luego en 1260, se incluirán nuevos artículos, referentes a  la vida en los conventos, a la disciplina, a las sanciones o a la admisión en la Orden.  

Tantos nuevos añadidos llevarán a que la Regla llegue a tener 678 artículos, lo que obligará a redactar versiones reducidas, traducidas a lenguas vulgares.