jueves, 20 de mayo de 2021

Cristo de la Fortaleza


 El “Cristo de la Fortaleza”, procedente de la capilla templaria del Castillo de Ponferrada, es una talla de transición, más gótica que románica pero todavía con resabios del estilo precedente, que los expertos datan en el siglo XIII. Si tuviese cuatro clavos, en lugar de tres, podría pasar por tardo románica, pues además de la corona regia, no tiene el quiebro de cintura, ni la cabeza inclinada, ni el rostro dolorido. Encima no podemos fiarnos de su pintura, pues aunque lleva corona real, en lugar de espinas, su frente gotea sangre, obra seguramente de alguna “restauración” posterior que no tuvo en cuenta la contradicción que ello suponía. Si no hay corona de espinas no puede haber sangre… Ante este Cristo velaban armas los caballeros antes de profesar en la Orden del Temple, en la ceremonia de recepción juraban ante el relicario lignum crucis, con forma de cruz patriarcal, que hoy se guarda en el Museo de Astorga, y luego se ofrecían ante la Virgen de la Encina. Muchos y curiosos milagros tiene atribuidos dicho Cristo.