miércoles, 28 de abril de 2021

Zahra y Sophia. Hijas de Jesús y la Magdala


 Luego de cientos de años de estudios desde diversas perspectivas intelectuales, sobre el Nuevo Testamento, aún continúan muchos puntos oscuros respecto de quien fue María Magdalena, o María de Magdala.

En los cuatro evangelios que componen el Nuevo Testamento, los denominados, Evangelios Canónicos, se hallan muy escuetas descripciones respecto de María Magdalena, las que se tiñen de aparentes imprecisiones de todo tipo.

María Magdalena en brazos de Jesús

Y allí, es en donde surge un tema relacionado al oscurantismo, ejercido por mucho tiempo, y desde los propios inicios de la Iglesia Católica; porque la misma, nos ha impuesto una versión diferente a la que en la actualidad es la mas comúnmente aceptada, y además , esta última es la versión que se reviste de mas lógica y sentido común, mas allá del seguimiento histórico hecho a conciencia, respecto de la vida de María Magdalena.

En el Evangelio de San Lucas, María Magdalena está descrita como una de las varias mujeres que siguieron a Jesús, y que además, ella apoyó económicamente al Maestro, en todo el tiempo que duró su predicación.

El nombre María Magdalena, o bien, María de Magdala, proviene de Magdala, una pequeña población a orillas del mar de Galilea, de donde ella era originaria, y que acudió a Jesús, luego de haberse curado de una muy fuerte posesión diabólica, según dicen las siguientes palabras de la Biblia: “Le acompañaban los doce, y algunas otras mujeres que habían sido curadas de la posesión de espíritus malignos; María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios…”.

Tanto Marcos, Mateo y Juan, escribieron su presencia en el momento justo de la crucifixión de Jesús, además de que los cuatro evangelios coinciden en colocarla junto a otras mujeres en el glorioso momento de la resurrección, y es ella misma, María Magdalena, la que le informa a Pedro y a los demás Apóstoles, de que Jesús, ahora era Jesucristo, el resucitado. De todos modos, según detallan las cartas del apóstol Pablo, -epístolas éstas, anteriores a los propios evangelios-, es el propio Pedro, la primer persona en ver a Cristo resucitado.

Incluso, a María Magdalena se la ha confundido con otras mujeres dentro de la propia iglesia, según lo que se describe en el Nuevo Testamento; por lo que podría llegar a ser la adúltera que Jesús Salva de la lapidación, basándose de aquella muy conocida frase: “Quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”, hecho éste, relatado por el apóstol Lucas en sus escritos. Por otro lado, se la ha confundido también con la mujer que unge los pies del Maestro Jesús, por medio de perfumes contenidos en un jarrón de alabastro, aplicados estos por medio de la utilización de sus propios cabellos; y este evento, el de la unción de los pies de Jesús, es narrado en los tres evangelios sinópticos, los que son denominados de esa manera debido a una mayor cantidad de coincidencias en sus respectivos contenidos, aunque, mientras el apóstol Lucas sitúa dicho evento en el hogar de un fariseo, los apóstoles Marcos y Mateo describen el evento de la unción, en la casa de Betania, en la casa del llamado Simón el Leproso, y de aquí se desprende una gran cuestión, respecto del lugar de vivencia de Simón el Leproso, y es que, María Magdalena podría haber sido María de Betania, la hermana de aquel hombre que Jesús resucitó entre los muertos por medio de las siguientes palabras: “Lázaro, levántate y camina”. Entonces, ¿podría haber sido la hermana de Lázaro, la llamada María de Betania, la que hoy llamamos María Magdalena?

En las muchas menciones que realiza el Nuevo Testamento, respecto de María Magdalena, los detalles que se arrojan al respecto no llegan a ser lo suficientemente explícitos como para obtener una conclusión fehaciente de la verdadera identidad de María Magdalena, y ni siquiera, se llega a mencionar el supuesto apoyo económico que ésta le pudo haber ofrecido a Jesús para poder ejercer su predicación. Ni tampoco se tiene conocimiento, si antes de que conociera a Jesús, María Magdalena tuvo -o no- un marido, y además, no existen datos suficientes para tratar de inferir qué edad tenía María Magdalena, es decir, si en el tiempo que conoció a Jesús, era una mujer de edad similar a la del Maestro o no. Y hasta podríamos decir que no existe referencia alguna en relación a su aspecto físico, todo esto, en respecto del Nuevo Testamento por supuesto, sin olvidar de que existen otros evangelios, los llamados Evangelios Apócrifos, los cuales constituyen los escritos que la iglesia de Constantino, -es decir, la Iglesia Católica-, no incluyó como parte oficial dentro del Nuevo Testamento; y porque este hecho haya sucedido de esa manera, no quiere decir que los llamados Evangelios Apócrifos sean erróneos o no representen otras verdades históricas, ya que existe el Evangelio de Judas, el Evangelio de la propia María Magdalena, y otros mas, todos ellos, no aceptados por la iglesia católica para su inclusión en el Nuevo Testamento.

Como sabemos, el que los evangelios se escribieran, aproximadamente, unos 90 años después de los hechos, es lógico tener en cuenta la posibilidad de que aquellos eventos contrastados con lo escrito en dichos evangelios, no sean del todo exactos, debido a que en aquel tiempo la transmisión del conocimiento era mas bien de boca en boca, y no escrito. Entonces, y posiblemente de esta manera, se pudo haber armado una gran leyenda alrededor de la persona de María Magdalena, debido a que todas las mujeres que se describen en los escritos canónicos, podrían llegar a ser versiones de una sola mujer, es decir que todas las historias y vivencias de diferentes mujeres dentro del Nuevo Testamento, podrían tener relación, de manera oculta, con la persona de María Magdalena, como un fiel modelo de la prostituta arrepentida, de esa pecadora que necesita redimir sus pecados.

Y justamente, este tipo de arrepentimiento y de necesidades de redención de parte de las mujeres de aquellas épocas; -épocas de epidemias y de guerras de todo tipo, y de gran cantidad de mujeres en las calles-; entonces, dicha necesidad redentora pudo haber sido un evento muy común, y también, como para tener en cuenta a la hora de intentar unir la mayor cantidad de piezas sueltas al respecto.

Y debido a lo anteriormente descrito, de alguna manera se fijó en el dogma católico, un gran y poderoso tabú que sería escrito con fuego en las psiques de los fieles de aquel tiempo y hasta los de hoy en día. Dicho tabú es “la sexualidad”, reafirmándose con ello, la alienación femenina con una innegable repercusión hacia todos los puntos cardinales del globo y que perdura hasta nuestros días.

Por lo tanto, María Magdalena, “la supuesta pecadora redimida”, ya tenía un papel asignado, quizás por la imposición y por la decisión de tergiversar su verdadera participación en la vida de Jesucristo, mas que por el hecho de querer representar una verdad histórica. Este papel de la pecadora que obtuvo su redención, se esparció por toda Europa durante la Edad Media e inspiró innumerables manifestaciones de devoción hacia ella.

El apelativo de Penitente y su identificación directa con la prostitución fue retirado por el calendario litúrgico en el año 1969 pero dicho adjetivo hacia María Magdalena, continuó hasta nuestros días.

Y retornando a los evangelios apócrifos que nombré antes, es decir, a aquellos escritos que no fueron incluidos oficialmente por Constantino y sus sucesores, dentro del Nuevo Testamento, debido a una supuesta idea de que aquellos van en contra de la divinidad de Jesús y por ende, de la divinidad de la Santa Trinidad; podemos decir que, en los textos Coptos-Gnósticos, encontrados en Nag Hamadi, en Egipto, en 1945, se le asigna a María Magdalena, la característica de un apóstol más entre los doce, indicándose además, de que fue la compañera de Jesús.

En el evangelio de Tomas, María Magdalena es una de las 6 -y no 12- apóstoles, mientras que el diálogo Gnóstico del Salvador, la describe como “la mujer que comprende todas las cosas”, la que es la portadora y transmisora de los secretos de Jesucristo.

En Egipto aparecieron, en el año 1896, varios fragmentos de un texto escrito alrededor del siglo segundo, texto que se lo conoce más como el Evangelio de María Magdalena, que si bien algunos atribuyen la autoría al apóstol Juan, muchos especulan que fue escrito de puño y letra de María Magdalena. Es un texto, que en épocas de las supuestas herejías, el catolicismo lo hubiera considerado como un texto hereje, y por ende, imposible de incluirlo entre los evangelios del Nuevo Testamento, y justamente, ese texto que posiblemente haya escrito María Magdalena, es un texto basado en la corriente de pensamiento denominada Gnosticismo, la cual es una manera mas, de interpretar al cristianismo, siendo muy popular en los primeros siglos de nuestra era, y que buscaba la salvación, -que es esa manera de liberarse de una condición indeseable-, por medio del autoconocimiento, mas no así, por medio de la Fe siega hacia un ser superior con forma humana, invisible e incognoscible, como lo es el papado.

En concreto, María Magdalena habría sido toda una representación del Gnosticismo y una persona que lo sabía transmitir con liderazgo hacia los cristianos, además de proponer una estructura eclesiástica y social, fundamentada en un papel mucho mas relevante de la mujer, que lo que ha hecho el catolicismo, quien ha ido siempre en contra de la figura de la mujer en el ámbito eclesiástico, y por ende, extendido hacia la vida de los fieles. María Magdalena pudo haber sabido resaltar y reforzar el papel de la mujer en todos los sentidos en las que actuaban, inclusive, en los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en el año 1947, se describen analogías con el gnosticismo de María Magdalena, incluso, en ella estarían establecidos los principios de espiritualidad con uno mismo, individual, y con la absoluta igualdad de la mujer con respecto al hombre, algo totalmente desaprobado por la iglesia católica de aquellos tiempos, y podría decir que, hasta no muy atrás en el tiempo, dicha iglesia todavía mantenía dicha postura discriminatoria hacia la mujer.

De todos modos, la constante represión de parte del clero ultra dogmático del catolicismo, fue tan fuerte, que la corriente gnóstica y de autoconocimiento que profesaba María Magdalena, fue aplastada por el dogma católico, el cual apunta hacia una Fe ciega, hacia una creencia de una espiritualidad exotérica, es decir, externa, hacia un dios que se encuentra fuera de nosotros, por sobre la espiritualidad esotérica, que se corresponde con la corriente gnóstica profesada por aquella enigmática compañera de Jesús.

Y como consecuencia, la figura de María Magdalena se ha convertido en un icono de la lucha de sexos dentro de la Iglesia Católica.

Pese a todo ello, según el monje Jacobus de Vorágine, publicó en el año 1275, la Leyenda Dorada, el cual narra entre sus líneas, que la compañera de Jesús, María Magdalena, en su huida junto a la madre de Jesús, María, y junto al apóstol Juan, hacia las costas mediterráneas de Francia, habría emprendido la evangelización de Provenza, finalizando sus días en un retiro espiritual, en una cueva, como una especie de penitencia, retiro que le llevó sus últimos 30 años de vida, y luego de mucho tiempo desde su fallecimiento, en el año 771 sus restos habrían sido trasladados, según lo que dice este monje, a la abadía de Vézelay, en Borgoña, en donde, obviamente, se inició el culto a la Santa, objeto de incontables peregrinaciones desde el siglo XI, y donde los Templarios, realizaban mucha actividad secreta.

Luego de mucho tiempo, en el siglo XIII, justamente, dentro de la supuesta cueva en donde hizo su penitencia la compañera de Cristo, se hallaron huesos humanos que hicieron suponer a los devotos, que eran los de María Magdalena, y justo allí se construyó un monasterio al estilo gótico, el cual conserva lo que sería el cráneo de María Magdalena, porque el resto de sus huesos se perdieron por diversas profanaciones, en la llamada Revolución Francesa y se dice que hasta los Caballeros Templarios o miembros de su priorato Secreto, el Secretum Templi, se hicieron con ellos para llevarlos a un descanso final secreto, custodiado por los “penitentes blancos”, los templarios, que sacaron estas reliquias del lugar, que irónicamente fue construido por una orden enemiga del temple, los dominicos. tanto el cuerpo como el cráneo de María Magdalena desapareció, hoy se exhibe en el lugar un cráneo que difícilmente sea el de María Magdalena, no obstante el lugar es venerado por los templarios aun, pues alguna vez ahí estuvieron sus restos. Y como si todo esto fuera poco, mucha bibliografía al respecto, colocan a María Magdalena, como el propio Santo Grial, el secreto Templario por excelencia, la  descendencia directa de Jesucristo, es decir que, existiría un linaje con sangre de Cristo y de María Magdalena, hasta hoy en día, linaje muy bien preservado por sus eternos custodios, los Caballeros Templarios. Dicho linaje real, habría partido de las dos hijas del amor entre Jesús y María, llamadas Sarah, o Zahra y Sophia, respectivamente, y que una de las cuales, posiblemente sería la que el genial Leonardo Da Vinci, -un supuesto miembro del Priorato de Sión, o Templario de la sociedad secreta que siguió vigente luego de la desaparición publica del temple, donde dejó plasmada en su icónica pintura, “La Última Cena”, justo sobre el hombro de quien vendría a ser el apóstol Judas.

En varias iglesias templarias de Francia e Inglaterra, puede verse claramente a Jesús y María Magdalena con hijos en brazos, o al propio Pedro o al mismísimo Jesus coronando como Reina a María Magdalena en distintas catedrales. (EJ; Chartres, Comp Sur Artiby, Aix, Londres etc.).

A partir de los hijos de Jesús y María Magdalena, se crearía la llamada Dinastía de los Merovingios.

Pero la redención de María, tenía que llegar. Y llegó merecidamente en el año 1988, cuando el papa Juan Pablo II la denominó como “apóstol de apóstoles”, pasando a ser un importante icono de la necesidad constante que debe tener el catolicismo, en cuanto a la revisión de sus dogmas carcelarios, y su necesidad de una tendencia hacia aquel Gnosticismo y el autoconocimiento que María Magdalena pregonaba en sus épocas de compañera (o esposa), de Jesús. Es decir, queridos exploradores de enigmas, la Iglesia Católica tiene una gran oportunidad en sus manos, y es la de adaptar sus dogmas retrógrados y cavernarios, hacia un claro gnosticismo, es decir, a que los fieles sepan que van a encontrar a Jesús, dentro de ellos mismos, tal como Jesús lo decía, que el Reino de los Cielos, se encuentra en cada uno de vosotros, es decir que nosotros mismos somos los que debemos encontrar a Jesús, o al profeta de la religión que sea, dentro de nosotros mismos, esotéricamente, y no exotéricamente, mirando dentro nuestro, transmutando nuestras asperezas conductuales que provienen desde lo profundo del inconsciente. Como dijo el Maestre Nathanael; “Si no trasmutamos nuestros egos, en virtudes, el progreso colectivo no se dará nunca, debemos comenzar a progresar individualmente, por nosotros mismos, entendiéndonos, para luego comprender a los demás”.

Palabras que el Maestre, aprendió de sus maestros ancestrales que se remontaban a Egipto y mucho mas. Legado de conocimiento que al día de hoy, deben ser los únicos que los mantienen inalterados…

Sabías qué ???


La Logística de la Orden del Temple

La Logística: fruto del alfabeto y la criptografía.

La Logística de la Orden del Temple, ha sido ampliamente divulgada y admirada. Igualmente podemos decir, que se trata de una de las partes menos conocida, pese a los estudios realizados.

La logística de la Orden, era el fruto de la gran Obra desconocida por los Ajenos a la Orden: el Alfabeto de la Orden.

El alfabeto, se componía de: caracteres latinos, griegos y cuneiformes, principalmente del Alfabeto Ugarit.

La escritura usaba una criptografía, que resultaba casi imposible descifrar.

El Temple uso diferentes modelos de cruces, que se utilizaban para desencriptar los documentos.

Cada Maestre, tenia una Cruz, con sus particularidades.

Siendo Maestre Robert de Craon, se efectuó transición hacia la Cruz de las Ocho Beatitudes, para permitir una mejora y un mayor numero de combinaciones de las posiciones.

La Criptografía Templaria era espacial y cada letra tenia un significado diferente según la posición que ocupaba.

" Los Santos Calices o copas del Grial "

Desde hace siglos, nobles, caballeros e intelectuales de todo el mundo han buscado hasta la locura el cáliz que dicen contiene la sangre de Cristo.


Cuenta la historia que Jesucristo utilizó un pequeño cáliz para escenificar la primera eucaristía, tomando pan y vino para transformarlos en su cuerpo y su sangre. Y en el momento de su crucifixión, un acaudalado judío llamado José de Arimatea tomó el mismo cáliz y lo llenó con la sangre que manaba de las heridas de Jesús. Trás la resurrección de Cristo, José llevó el cáliz a Britania y estableció aquí una dinastía de guardianes para que lo protegieran de las codicias de los hombres.

Basándose en esta historia, se ambientaron numerosas leyendas relacionadas con el Rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda. Escritos de Chrétien de Troyes, Robert de Boron y Wolfram von Eschenbach narran diferentes hazañas de los caballeros, cabalgando el largo y ancho de Britania u otros lugares en busca de la copa que pensaban les daría la inmortalidad y una fuerza inusitada a la hora de combatir a sus enemigos o encontrar la perfección. Dedicaron prácticamente su vidas enteras a la búsqueda del Grial, hasta convertirse en la máxima obsesión de los poderosos.

El más conocido es el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, traído de Roma por mediación de San Lorenzo en el siglo III, y este es el más reconocido por el Vaticano. Pero también existen el Cáliz de Doña Urraca, el Sacro Catino de Génova, el Santo Grial de O´Cebreiro en Lugo, el Cáliz de Antioquía, el Vaso de Nanteos en Gales, el Cáliz de Ardagh en Irlanda, la Copa de Hawkstone Park, el Cuenco de Ágata, la Copa de Santa Isabel de Hungría… Muchos de ellos han sido rápidamente desmentidos por las pruebas de antigüedad pero todavía quedan quienes afirman su veracidad.... para gustos variedad. Juzguen ustedes mismos.

Simonía??? de algo me suena...

El elixir de Jerusalem


 El aloe vera es una de las plantas con más fama y que más se está abriendo paso en el mundo de la cosmética, porque es un gran aliado para la piel y para la salud. Es una planta repleta de enzimas, aminoácidos y antioxidantes que a lo largo de la historia se ha usado para miles de tratamientos. Las propiedades del aloe vera se conocen desde hace siglos, de hecho, se cree que formó parte de los rituales de belleza de reinas tan emblemáticas como Cleopatra o Nefertiti.

Además del Antiguo Egipto, que la llamó “la planta de la inmortalidad”, otras culturas posteriores la han seguido utilizando y también le han dado sus propios nombres: para los sumerios fue una “mágica virtud”, para los TEMPLARIOS “el elixir de Jerusalén” y para los árabes “la fuente eterna de la juventud”. Incluso Cristóbal Colón llevó en sus carabelas macetas con aloe vera para curar las heridas de los tripulantes. Pero no es hasta 1970 cuando un farmacéutico llamado Bill Coats consiguió separar la aloína de la corteza y estabilizar el gel extraído de la hoja, añadió vitamina C, vitamina E y sorbitol y comenzó a comercializarlo y popularizarlo.

El autor del libro Templarios Hijos del Sol, Cesar Imbellone, cuenta en sus páginas el secreto de la longevidad de los Templarios, casi ningún autor a escrito sobre el tema, siempre se relaciona a los Templarios y su longevidad con su dieta mediterránea, pero es Cesar Imbellone, quien va mas allá y nos cuenta de un ritual diario de la Orden del Temple y sus miembros mas inmersos en los conocimientos antiguos, sobre el uso del Aloe Vera en la copa de vino de la cena, como elixir de la juventud.

A pesar de que existen 250 variedades de aloe vera solo dos tienen propiedades medicinales: Aloe barbadensis miller y Aloe arborescensis. 

Propiedades para la salud 

El aloe vera no solo tiene propiedades para cuidar la piel y el cabello si no que también, cuida la salud en general. Facilita la digestión y alivia los problemas gastrointestinales (estreñimiento, gastritis, reflujo…), por ser antiinflamatorio ayuda con las molestias musculares, es antioxidante, beneficioso para la salud respiratoria, y gracias a la cantidad de vitaminas y minerales que posee (vitamina A, B1, C, E, ácido fólico, calcio, hierro, potasio, magnesio…) es cada vez más utilizadao en la gastronomía. El sabor realmente no es muy atractivo, ya que es bastante amargo, pero es fácil de camuflar con otros ingredientes. 

Es un buen estabilizante y da una textura untuosa a cremas, purés, helados y repostería en general. Los postres quedan más cremosos y hace que las cremas espesen llenándolas de nutrientes. Para su preparación lo primero que hay que hacer es cortar la hoja y sacar el gel transparente que hay dentro, después se pone en agua algo más de 15 minutos para que la aloína se desprenda, y si se puede, es mejor dejarlo desde el día anterior e ir cambiando el agua.

Propiedades para la piel 

Hidratación

El aloe vera tiene un gran poder hidratante, ya que el 99 % de su composición es agua, a la vez que contiene mucopolisacáridos que retienen humedad en la piel. Gracias a su fácil penetración, regula el pH de la piel y hace que ésta esté suave e hidratada. Además, contiene lactato de magnesio que reduce la producción de histamina, una de las sustancias que causa el picor de la piel por lo que es ideal para pieles secas, descamadas y con problemas como psoriasis.

Elasticidad

Ayuda a atenuar las arrugas y las líneas de expresión ya que mejora la elasticidad de la piel. El gel de sus hojas contiene glucomanano, que actúa estimulando la actividad de los fibroblastos, las células encargadas de sintetizar nuevo colágeno y ácido hialurónico, que hacen que la piel esté más tersa, joven y sin presencia de arrugas.

Cicatrización

El aloe vera favorece la cicatrización de la piel. Las hormonas vegetales que están presentes en esta planta hacen que la piel se regenere y ayuda a que las heridas se curen más rápido. También gracias a la vitamina A y C y las distintas enzimas que posee, contribuye a que esta pueda volver a estar uniforme y cicatrizar sin dejar señales.

Antioxidante y Calmante

Debido a su alta concentración en antioxidantes, ayuda a neutralizar los radicales libres, que son los principales causantes, entre otros daños, del envejecimiento prematuro de nuestra piel. Otra de sus grandes propiedades es su capacidad de calmar y aliviar las quemaduras solares, por lo que se ha convertido en un ingrediente de gran valor en las lociones para después del sol.

Antiinflamatorio

Una de las propiedades más importantes del aloe vera es que es antiinflamatorio, de hecho, tiene una acción similar a los esteroides y su capacidad antiinflamatoria se asemeja a la de la hidrocortisona, el corticoide más suave para la piel, por lo que es un gran remedio para muchas afecciones, entre ellas irritaciones, alergias dermatológicas y picaduras de insectos.

Antibacteriano y antiséptico

Además de todas las propiedades dichas anteriormente, el aloe vera es antibacteriano y antiséptico, por lo que es bueno para el acné. Elimina las bacterias que se acumulan en la piel y en los poros que hacen que aparezcan los granos y elimina la infección.

Corrector

Ya por último, decir que el aloe vera es un gran corrector. Gracias a todas las propiedades expuestas anteriormente, se puede decir que el aloe vera ofrece beneficios para reducir las estrías e incluso las manchas, ya que poco a poco las difumina.

Propiedades para el cabello 

El aloe vera, además de para la piel, es fundamental para el cabello, ya que contribuye a la nutrición del folículo y estimula el cuero cabelludo. Favorece el cabello fuerte y sano, y gracias a su poder hidratante reduce la caspa y las irritaciones. Otra de las propiedades del aloe vera para el cabello es su versatilidad, es decir, sirve para cabello seco y graso. Esto puede parecer contradictorio, pero no lo es, ya que es muy hidratante para el pelo seco, pero también controla el exceso de sebo por lo que es beneficioso para el cabello graso, y además, previene la caída ya que contiene antioxidantes y enzimas que ayudan al crecimiento del cabello y al rejuvenecimiento de los folículos.

La Orden del Temple en Vigo


 Con el asentamiento principal en Coia, Castrelos y Bembrive forman los otros dos vértices del dominio que  la Orden ejerció en el siglo XIII, tal y como recoge en su estudio, Venancio R. Riobo, caballero del Templo de Jerusalén

 La Edad Media es el periodo menos conocido. Esa laguna de datos podría explicarse con la interpretación de las fuentes que realiza Venancio R. Riobo, una investigación que se recoge en “Guía templaria de Vigo” (Edición Sator, 2021), donde establece el actual territorio vigués bajo el dominio templario a partir del año 1200. “Presenta datos de interés arqueológico, historiográfico y simbólico sobre la Orden Militar del Temple en Vigo; amplía la lectura simbólica del románico gallego, poniendo como ejemplo las iglesias templarias de Vigo”, asegura. La caída en desgracia de los templarios, en el siglo XIV, estaría detrás de la falta de documentación de este periodo.

Según los datos aportados por R. Riobo, los centro neurálgico del poder del Temple en Vigo formaría un triángulo entre Coia, Castrelos y Bembrive. “Entre ellos se establecían ejes de comunicación, donde aún se sitúan los puentes medievales que se conservan, el de Sárdoma y el de Castrelos y hasta cinco torres de protección, como la de Lavandeira, en Castrelos, que vigilaba la entrada a Coia”, puntualiza.

Aunque reconoce su presencia en Sárdoma, Teis o Lavadores, el ente principal desde donde administraban el sur de Galicia, la “bailía’, se situaba en Coia, concretamente en la antigua iglesia de San Martiño, hoy sustituida por una construcción moderna. Estaba en lo alto del núcleo más poblado del momento, Castro Castrillo. Por comparación con otras similares, Riobo reinterpreta la estela grabada en piedra reutilizada en el muro de una vivienda cercana, dos cazoletas de círculos concéntricos y la estrella de cinco puntas como las fases de la vida y la vía iniciática. También próxima al templo se localiza una losa con la estrella de David, flanqueada por bolas, lo positivo y lo negativo en los elementos. En la parte trasera de la nueva iglesia se conserva una cruz lobulada de Jerusalén.

En Santa María de Castrelos y Santiago de Bembrive, señala símbolos e iconografía propios de la Orden que identifica con otras documentadas en Tomar o Évora. Marca la geometría arquitectónica utlizada por el Temple, a base de círculos concéntricos. Además en Castrelos destaca la alternancia de los muros decorados con los limpios y en Bembrive, la presencia de los músicos constructores en las esculturas de las fachadas.

La guía relaciona los restos templarios a las rutas del Camino de Santiago.

La Orden del Temple en la Provincia de Huelva.

La Banda Gallega es el nombre con el que históricamente se conocía a gran parte de la actual Sierra de Aracena por ende a toda la provincia desde su conquista por los reyes cristianos. Por extensión podríamos denominar así a la línea defensiva del reino de León a lo largo de su frontera con el reino de Portugal.

Es de destacar que la ruta de la plata era la vía natural de expansión del reino Leonés hacia el sur. Y esta expansión iba en paralelo a las conquistas del reino portugués, antiguo condado independizado de León, lo cual provocaba conflictos fronterizos. 

La denominación nació, por la repoblación de estas tierras por gentes del reino de León en sentido amplio (actual Galicia, Asturias, León, Zamora, Salamanca, Extremadura Leonesa), cosa que confirman recientes estudios genéticos, dónde se comprueba la mayor homogeneidad genética y por tanto de parentesco de los habitantes de las actuales provincias de la ruta de la plata, desde Asturias hasta Huelva y también Cádiz, Sevilla o parte Córdoba.

Los castellanos denominaban gallegos a cualquiera al oeste de Castilla que no hablara castellano, es decir tanto lenguas gallegas como lenguas leonesas que les sonaban igual. 

Tras la expulsión de los musulmanes, en paralelismo con la llamada Banda morisca, para hacer referencia a la zona fronteriza con el reino de Portugal, junto a La Raya.

Previamente a la reconquista cristiana los almorávides y luego en el siglo XII los Almohades intentaron solucionar los problemas de defensa de la zona reaprovechando antiguas fortificaciones romanas y levantando nuevas fortalezas como en Aracena, Cala o Zufre. 

Con la nueva dominación cristiana desde el siglo XIII el reino de Portugal ambicionará la conquista de toda la zona por lo que sigue siendo necesaria la defensa de la sierra en sí además de convertirse en primera fuerza defensiva del reino de Sevilla. 

Por ello el concejo de Sevilla verá necesaria el reaprovechamiento, reconstrucción o construcción de importantes fortalezas en la zona como las del Castillo de Sancho IV de Cumbres Mayores. Esta zona fronteriza estuvo compuesta por tres líneas que englobaban las defensas de:

Aroche, Encinasola y Fregenal de la Sierra.

Torres (Cumbres de San Bartolomé), Cortegana y Cumbres Mayores.

Aracena, Cala y Santa Olalla del Cala 

La Orden del temple tenía el gusto por la geometría en el diseño del mapa de ubicación de sus encomiendas, fortalezas y posesiones.

Esto se plasma de forma fidedigna en el triángulo configurado entre Jerez de los Caballeros, Sevilla y Lepe; en el arco del compás que une a estas dos últimas y pasa por encima de La Rábida y la Isla de Saltés.

Y en la perfecta línea recta que, atravesando Cortegana, relaciona el castillo jerezano con el monasterio colombino de La Rábida.Se muestran también las equidistancias y causalidades numéricas que los templarios utilizaban en sus emplazamientos.

Este extremo se pone espectacularmente de manifiesto en los 124 kilómetros que distan entre los principales componentes de las propiedades templarias en la zona estudiada: entre Jerez de los Caballeros tanto con Sevilla como con Lepe; en el arco del compás que une Sevilla con Lepe, pasando por encima de La Rábida; y en la línea recta que une a ésta con Jerez de los Caballeros.

Asimismo en esta zona, se comprueba la preferencia de la Orden del Temple por los recintos con raigambre espiritual y carga energética, lo que se materializa en este caso en la elección de las posesiones tanto de La Rábida -un antiguo ribat árabe- como de la vecina Isla de Saltés, lugares dedicados al culto religioso desde la época romana, fenicia y aún antes.

La llegada y expansión del Temple en el sur representa un caso práctico del modelo geoestratégico y modus operandi que la Orden tenía.


No solo existen fortalezas y villas sino que además tenemos la famosa Gruta de las Maravillas   La Gruta de las Maravillas en Aracena. La gran extensión de sus lagos, la abundancia y variedad de formaciones, y la longitud de su desarrollo hacen de este complejo subterráneo un conjunto de gran belleza y vistosidad. 


Descubierta a finales del siglo XIX, fue en 1914 cuando se abre al público como la primera cueva turística de España.

La onubense Gruta de las Maravillas es una de las cavernas emblemáticas de la España soterrada y, con cierta probabilidad, fue también un antiguo centro ritual de la Orden del Temple, como recoge el historiador Juan García Atienza. 

Enclavada en pleno casco urbano del municipio, en la calle Pozo de la Nieve, la Gruta de las Maravillas se presenta al viajero como una cavidad freática originada por la acción erosivo disolutiva de las aguas sobre las rocas calizas del cerro del Castillo. La cueva se extiende a lo largo de más de dos kilómetros, de los que 1.400 metros son visitables.

El hallazgo oficial de la cavidad tuvo lugar hace menos de un siglo (aunque la tradición popular narra que su descubridor fue un pastor), y se da la circunstancia de que la caverna se extiende precisamente por debajo del que fuera castillo encomienda que perteneciera a los templarios y, con anterioridad, ribath de monjes guerreros musulmanes.

Un recorrido por su interior fascinará la visión del viajero, ya que a lo largo de la ruta se suceden estalactitas y estalagmitas excéntricas, galerías, circuitos subterráneos de agua, lagos y otras formaciones de curioso aspecto.

El itinerario permite visitar 12 salas en dos niveles distintos: el salón de los Órganos, el de los Dimantes, el pasadizo de la Codorniz, el Gran Lago, el Sepulcro del Príncipe…

En Aracena abundan los elementos de carácter esotérico en cuanto nos decidimos a mirar con cierto detalle los signos y circunstancias que caracterizan a aquel lugar. Aracena es una población impregnada de templarismo, a pesar del relativamente corto espacio de tiempo que la Orden se instaló en la comarca.

El escudo mismo de la ciudad y los elementos que lo componen son una muestra de una concepción ideológica muy concreta. Descubrimos las cinco coronas que revelan la ascensión a cinco grados iniciáticos, una ascensión protegida por la autoridad (el báculo) y el poder (la espada), que conduce a un mundo superior cuya puerta de la verdad se abre con la llave del conocimiento.


La iglesia de la Virgen de la Carrasca en Bordón


Es una iglesia construida por los templarios en el siglo XIII; hacia finales del siglo estaba terminada. No había pueblo entonces; los templarios tenían castillos en Mirambel, Cantavieja y Castellote, lugares unidos por un camino real que pasaba por nuestra actual plaza en Bordón.. Aquí había buenos pastos, y ellos tenían rebaños de ovejas cuidados por pastores; uno de ellos halló en una carrasca vieja una escultura de una mujer con un niño pequeño, algo que pasó mucho en la Edad Media. Enseguida pensaban que era la Virgen María, aunque también cabe la posibilidad de que fuera una figura de culto a la maternidad… se llevó, como mandaba la tradición, a la iglesia más cercana, que era la de Castellote; dicen que al día siguiente, la imagen apareció de nuevo en la carrasca, porque ahí es donde quería estar. ¿Tenéis pueblo y allí pasó algo parecido? dicen muchos visitantes... ¿eran milagros, o estrategias para que se hiciera una construcción o poblamiento en un lugar donde interesaba? Aquí hacía falta una hospedería en la orilla del camino: talaron unas cuantas carrascas y construyeron una ermita para alojar la imagen, además de una hospedería.

Los viajeros que pasaban por Bordón solían pedir la lluvia para las cosechas; comenzaron las peregrinaciones de los pueblos cercanos, y a veces llovía durante las plegarias, lo que multiplicó la fama del lugar. Pronto hubo riñas para entrar primero en la ermita; los templarios decidieron derribarla y hacer una iglesia mayor, sin capillas ni coro, más convento y casa contiguos.

El tritono

Muchos visitantes vienen atraídos por el misticismo y el supuesto atractivo esotérico de la edificación. Todo viene de las aspas en el techo, que según los especialistas en esoterismo simbolizarían simetrías alusivas al efecto del tritono, la llamada ‘nota del diablo’, un sonido metálico estridente que aturdía. Hay quien lo asocia también a prácticas de meditación; por otro lado, se ven pintadas dos cabezas muy siniestras que representarían el hecho de sacar la maldad de adentro y renacer como un ave fénix. Son creencias medievales.

En 1307 los templarios cayeron en desgracia, y en 1312 el papa Clemente V abolió la orden por decreto, sin declaración de herejía para que sus posesiones no quedaran manchadas al pasar a sus nuevos propietarios; en este caso, los hospitalarios. 

Hicieron reformas, además de delimitar un término para Bordón y vender tierras a particulares. En 1399 se añadió una primera capilla, que hizo para enterrar a un matrimonio de hidalgos ricos en su cripta. Posteriormente se harían las demás capillas. Las últimas reformas son del siglo XVIII.

viernes, 23 de abril de 2021

Simbolismo del Dragón


 Animal fabuloso, figura simbólica universal, que se encuentra en la mayoría de pueblos del mundo, tanto en las culturas primitivas y orientales como en las clásicas. Un examen morfológico de los dragones legendarios nos autoriza a ver en ellos una suerte de confabulación de elementos distintos tomados de animales especialmente agresivos y peligrosos, serpientes, cocodrilos, leones y también animales prehistóricos. Krappe cree que en la génesis de la idea mítica del dragón pudo intervenir el asombro al descubrir restos de monstruos antediluvianos. El dragón es, en consecuencia, “lo animal” por excelencia mostrando ya por ello un aspecto inicial de su sentido simbólico, en relación con la idea sumeria del animal como “adversario”, en el mismo concepto que luego se atribuyó al diablo. Sin embargo, el dragón (como cualquier instinto, en las religiones no morales de la Antigüedad) puede aparecer entronizado y casi deificado; así aparece en los estandartes chinos de la dinastía Manchú, fenicio y sajón. En multitud de leyendas, el dragón, aparte de su sentido simbólico más profundo y recubriéndolo, aparece con ese significado de enemigo primordial, el combate con el cual constituye la prueba por excelencia. Apolo, Cadmo, Perseo y Sigfrido vencen al dragón. En la hagiografía, los santos patronos de los caballeros, san Jorge y san Miguel arcángel, aparecen en el acto preciso de combatirlo en innumerables obras de arte prodigiosas; bastará que recordemos el san Jorge de Carpaccio, o el de Rafael; y el san Miguel de Tous de Bermejo. Para Dontenville, que gusta de una interpretación historicista y sociológica del aspecto simbólico de algunas leyendas, los dragones significan plagas que perturban el país (o a la persona, si el símbolo deviene psicológico). El gusano, la serpiente, el cocodrilo se asocian íntimamente a la idea del dragón, con sus significados particulares. 

En Francia se relacionan también los dragones con los ogros y con Gargantúa y los gigantes en general. Para Schneider, el dragón es símbolo de enfermedad. Pero, antes de referirnos a la significación del animal, citaremos algunos datos más sobre su constancia. Los autores clásicos y la Biblia lo mencionan con mucha frecuencia, describiéndolo y dando datos precisos sobre su carácter y costumbres. Surge de ahí una variedad que dragones que Pinedo destaca: “Unos les dan un cuerpo de serpiente con alas, vive en los aires y en las aguas, sus fauces son enormes, devora a los hombres y animales, a quienes mata primero con su enorme cola. Otros, en cambio, lo hacen terrestre, sus fauces son pequeñas, su enorme y fuerte cola es un elemento de destrucción, vuela también y se alimenta de la sangre de los animales que mata; no faltan autores que lo creen anfibio; su cabeza es de mujer hermosa, de luenga cabellera, y es aún más terrible que los anteriores”. Daniel (14, 22-27), Miqueas (1, Jeremías (14, 6), Rabano Mauro (Operum, III), Apocalipsis (12, 7), Isaías (34, 13; 43, 20), aluden a dragones. También Plinio (VIII, 12), Galiano, Pascal (De Coronis, IX), tratan del fabuloso animal. Dichos autores atribuyen a los dragones las propiedades simbólicas siguientes: son fuertes y vigilantes, su vista es agudísima y parece ser que su nombre procede de la palabra griega dercein (viendo). Por esta razón, en plena ambivalencia, aparte de su sentido terrorífico, los hicieron –como a los grifos- guardianes de templos y tesoros y también alegoría del vaticinio y la sabiduría. Del lado bíblico, se exagera el carácter negativo del símbolo y es curioso el anagrama de Herodes, que, en lengua siria, se descompone en ierud, y es, que significan “dragón ardiendo”. A veces, el dragón multiplica sus cabezas, empeorando con ello su significación dado el sentido regresivo e involutivo de toda aumentación numérica. “Un gran dragón rojo, con siete cabezas, diez cuernos y, sobre las cabezas, siete diademas”, dice el Apocalipsis. En otras ocasiones, el dragón se utiliza para formar un emblema, en el que predomina entonces el esquema sobre el animal; por ejemplo, el dragón que se muerde la cola, u Ouroboros de los gnósticos, símbolo de todo proceso cíclico y en especial del tiempo. Los alquimistas utilizaron la figura del dragón con cierta frecuencia; varios dragones combatiéndose expresaban el estado de putrefactio (escisión de los elementos, disgregación psíquica). Dragón alado, el elemento volátil; dragón sin alas, el elemento fijo (Albert Poison). En China, es posiblemente el lugar donde el dragón ha alcanzado mayor difusión y transfiguración incluso. Es el emblema del poder imperial. Mientras el emperador usa el dragón de cinco garras en sus ornamentos, los oficiales de su corte sólo pueden usar el de cuatro garras. Según Diel, el dragón genérico chino simboliza la perversión sublimada y superada, pues, implícitamente, se trata de un “dragón domado”, como el que obedece a san Jorge después de haber sido derrotado por el santo. Cuenta Frazer que, cuando los chinos desean la lluvia, fabrican un enorme dragón de madera y papel y lo llevan en procesión, pero si no llueve el dragón es destrozado. Esto se debe, según Tchoang Tseu, a que el dragón y la serpiente, investidos de la más profunda y total significación cósmica, simbolizan la “vida rítmica”. La asociación dragón-rayo-lluvia-fecundidad es frecuente en los textos chinos arcaicos, por lo cual el animal fabuloso es el elemento de relación entre las aguas superiores y la tierra. 

Sin embargo, no se puede generalizar en la mitología china, ya que hay dragones subterráneos, aéreos y acuáticos. “La tierra se une al dragón”, significa que llueve. Desempeña, pues, un importante papel de intermediario en las potencias cósmicas, entre las fuerzas distribuidas según los tres estadios esenciales (alto, espíritu; medio, vida y manifestación; bajo, fuerzas inferiores y telúricas) del simbolismo del nivel. Asociado a su sentido hay un poderoso componente de fuerza y velocidad. Las más antiguas imágenes chinas del dragón se asemejan a las formas del caballo. Esotéricamente, hay dragones chinos asimilados a los colores: el dragón rojo es el guardián de la alta ciencia; el dragón blanco es un dragón lunar; los matices se relacionan con los planetas y signos zodiacales. En la Edad Media, y en Occidente, los dragones tiene el busto y las patas de águila, el cuerpo de enorme serpiente, alas de murciélago y la cola termina en dardo y vuelta sobre sí misma. Estas partes, según Piobb, significan la fusión y confusión de todos los elementos y posibilidades: águila (cualidad celeste), serpiente (cualidad secreta y subterránea), alas (posibilidad intelectual de elevación) y cola en forma del signo zodiacal de Leo (sumisión a la razón). Pero, en términos generales, la actual psicología define el símbolo del dragón como “algo terrible de vencer”, pues sólo el que vence al dragón deviene héroe. Desde el punto de vista de la tradición esotérica hebrea, el más hondo sentido del misterio de dragón debe quedar inviolado (rabino Simeón ben Lochait, citado por Blavatsky). El dragón universal (Katolikos ophis), según los gnósticos, es el “camino a través de todas las cosas”. Se relaciona con el principio del caos (nuestro Caos o Espíritu es un dragón ígneo que todo lo vence. Filalete, “Introitus”) y con el principio de disolución... El dragón es la disolución de los cuerpos (textos del pseudo Demócrito). Entre los símbolos de esa disolución, el hermetismo usa las expresiones siguientes: Veneno, Víbora, Disolvente universal, Vinagre filosofal = potencia de lo indiferenciado (Solve), según Evola. El mismo recuerda que los dragones y toros son los animales contra los cuales combaten los héroes solares (Mitra, Sigfrido, Hércules, Jasón, Horus, Apolo) (Mujer = dragón, mercurio y agua)  Verde y “no digerido”) y dice: “Si el dragón aparece de nuevo en el centro de la “Ciudadela de los filósofos” de Khunrath, se trata todavía de un dragón que debe ser vencido y muerto: es aquello que se devora eternamente a sí mismo, el Mercurio como sed ardiente, como hambre e impulso de ciego goce (naturaleza fascinada y vencida por la naturaleza, secreto del mundo lunar de los cambios y del devenir, contrapuesto al uránico o del ser inmutable). En De Signatura rerum, Böhme habla de una voluntad que apetece sin tener nada, excepto a sí propia, que es “la propiedad del hambre para nutrirse a sí misma”.

José Ángel Trancho.


Fortaleza Templaria en Limassol.

 





Las Historias y leyendas sobre los templarios son legendarias, pero en las profundidades de un castillo de Chipre, una isla del Mediterráneo que perteneció a la Orden, se esconde un patrimonio todavía muy visible, según los historiadores. En la parte baja de una estrecha y empinada escalera de piedra del fuerte de la ciudad portuaria de Limassol, en una sala abovedada y bordeada de lápidas de caballeros medievales, se encuentra la capilla en la que el rey de Inglaterra Ricardo I, llamado «Corazón de León», se habría casado, de camino a las cruzadas, en 1192. Los templarios, un ejército internacional de combatientes de élite creado para proteger a los peregrinos europeos en su camino hacia Jerusalén, también hicieron de Chipre su cuartel general para dirigir campañas militares autorizadas por el papa en Tierra Santa. Así es por dentro esta fortaleza medieval

La Flota Templaria

 


Los templarios poseían la flota mercante y de guerra más poderosa que todo occidente, ya que ellos mismos eran escuela de navegantes y valientes marineros. A pesar de las escasas informaciones, mayormente transmitidas por los pocos documentos históricos que quedan y por las narrativas del período, sabemos que la Orden del Templo fue, en el momento de máximo esplendor, la fuerza más poderosa que todo el mundo conocido había visto: la Flota templaria estaba compuesta de buques bien equipados con instrumentos defensivos y ofensivos considerables.

El 13 de octubre de 1307, el rey de Francia Felipe el Hermoso, en perfecto acuerdo con el Papa Clemente V, con una espectacular acción de policía, hizo que todos los templarios fueran arrestados. Demasiado poderosos, estos Caballeros blancos, demasiado influyentes para un rey ambicioso, y luego estaba la sospecha de herejía. Finalmente, el mayor peligro, la realización por parte de la Orden del Templo de un Estado Europeo que arrasara a reyes, papas y príncipes. Cuando los guardias del rey entraron en el Templo de París, la sorpresa fue segunda, sólo encontraron la jefatura del orden casi completamente vacía, incluso el archivo de la Orden había desaparecido. Es evidente que, a pesar de que las detenciones ocurrieron por sorpresa, muchos fueron igualmente informados sobre la catástrofe inminente y tuvieron tiempo de planificar el rescate del archivo y del tesoro y que algunos de los mayores hermanos decidieron sacrificarse.

En 1307, después de la detención de los templarios franceses, el comandante de La Rochelle, de ochenta años Guillaume de Liege, entregó su encomienda al rey para escapar de la tortura. Pero no los barcos, esos estaban lejos del puerto. Por muy oportuna y secreta que fue la maniobra de Felipe, la Orden tenía a los mejores informantes. La flota templaria que de la tarde a la mañana levó el ancla de los puertos del Atlántico y del Mediterráneo es una de las tantas preguntas relacionadas con la historia de la Orden del Templo. Su flota que, aunque no podía atracar en los puertos de las naciones fieles al Papado, podía contar con puertos amigos en Sicilia, Portugal y Noruega.

Las consecuencias más importantes surgidas después del 13 de octubre de 1307 habrían sido, por tanto:

a) La constitución de la flota de exploración de Portugal a las órdenes de los Caballeros de Cristo, Orden en la que se habían transformado los templarios;

b) La aparición de cartas y mapas navales de una precisión nunca vista (Portolani): los templarios tenían antiguos mapas marinos que habrían utilizado para la travesía del Atlántico.

Sabemos que la nueva Orden de Cristo se estableció en 1356 en la fortaleza de Tomar. La tradición templaria en Portugal era grande. No por nada las tres carabelas de Cristóbal Colón que en 1492 alcanzaron América llevaban en las banderas los cruces de licencia de navegar de la Orden del Templo. Sabemos que el suegro de Colón también perteneció a la Orden de Cristo y no es de excluirse que entregara al yerno cartas de navegación particularmente importantes.

En 1.520, el almirante otomano Piri Reis llenó el atlas ′′ Kitabi Bahriye ′′ destinado a navegantes.

 En sus escritos el almirante Piri revela el origen de sus cartas: en 1.501 durante una batalla naval contra los españoles, un oficial turco llamado Kemal capturó a un prisionero que había participado en los viajes de Cristóbal Colón que dijo haber participado en los tres Viajes históricos de Cristóbal Colón, que poseía una serie de cartas náuticas realmente excepcionales. El marinero confesó que Colón descubrió América usando esos mapas geográficos. Entre los documentos secuestrados por el oficial Kemal al prisionero español, también había cartas diseñadas por el mismísimo Colón en 1498, es decir, seis años después del descubrimiento de las Antillas. El botín representado por las misteriosas cartas dibujadas por Colón terminó en manos de Piri Reis, quien, sobre la base de las voces que corrían en aquellos tiempos, cuenta en sus escritos que ′′ Cristóbal Colón, durante sus investigaciones, encontró un libro que data de la época de Alejandro Magno y quedó tan impresionado que después de leerlo partió al descubrimiento de las Antillas con los buques obtenidos por el Gobierno español ".

Algunos investigadores observando que el puerto de La Rochelle era un punto de partida estratégico para emprender navegación fuera de Europa suponen que los buques templarios podrían haber alcanzado el continente americano, casi doscientos años antes de Colón. Esto explicaría la gran cantidad de plata que procedería de las minas de México de las que siempre la Orden dispuso. La idea no es absurda, por lo demás, la enorme cantidad de plata que de repente circuló en Europa sólo podía proceder de América.

Louis Charpentier escribe: ′′ Ciertamente faltan pruebas, pero por otro lado, nunca hay pruebas cuando se trata del templo ". Ellos sabían guardar secretos, borraban cuidadosamente las pistas manos codiciosas inmediatamente se habrían apoderado de sus conocimientos y saberes . No para nada cuando los guardias del rey entraron en el templo de París, se sorprendieron al encontrarlo casi completamente vacío.

Extrañamente está en el centro de Italia, lejos del puerto de La Rochelle, donde encontramos una confirmación indirecta de que los templarios, pudieran haber cruzado el océano para llegar al Nuevo Mundo. Dos formas del Duomo de San Cristóbal en Barga en Toscana traen de vuelta la planta de Maíz desconocida en aquella época porque importada siglos después por Cristóbal Colón de América. La planta del maíz la encontramos tallada en otras iglesias de Toscana, como en la Iglesia de S. Pedro en Grado (PI) y en las marcas en Caramánico Termas (PE), y en el Lacio en la iglesia Santa María de la Libre, cerca de la ciudad de Aquino (FR). En Pieve de Codiponte (MS) de los bajorrelieves cuyos sujetos visten en un caso de tocados de plumas, de los Amerindi.


Los Cisterciences III. Monasterios en la Península Ibérica II


El Cister en la comunidad Valenciana

Tras la conquista de Baleares, Jaime I comienza la extensión hacia el sur sobre el reino taifa de Valencia. Entre 1233 y 1245 se produce la conquista de estos territorios, llegando hasta el limite acordado con la corona de Castilla (Alfonso X) que se acuerdan en el tratado de Almizra de 1244. El rey Jaime I es el que otorga a estos territorios la categoría de reino, permitiendo que disfrute de fueros y leyes espaciales, siempre bajo la autoridad del reino de Aragón. Durante años esto permite que convivan en el reino diferentes religiones y tradiciones, árabes, judías y cristianas que permiten mantener la productividad de las tierras recientemente conquistadas. Pedro III el grande sucede a Jaime I en el trono de Aragón, fue reconocido como rey de Sicilia y deja dos descendientes Alfonso II el franco que hereda la corona de Aragón y Jaime II el justo que es nombrado rey de Sicilia. La muerte prematura de Pedro a los 27 años convierte a Jaime II en rey de Aragón, conde de Barcelona y rey de Sicilia.

Los cistercienses en Valencia

El padre de Jaime I, Pedro II el católico, había cedido en 1208 a Guillem de Cervera el castillo de Benihassan, al ingresar el caballero en la orden del Cister en el monasterio de Poblet, dona Benifassà al monasterio. En 1233 Jaime I confirma la donación y establece que se funde allí un nuevo monasterio de la orden, por lo que ese mismo año se desplazan doce monjes de Poblet con su abad al frente a la Tiença de Benifassà y comenzarían la construcción del monasterio.

Según la tradición, Jaime II el Justo a la vuelta de una de sus campañas contra los musulmanes, al atravesar el valle antiguamente conocido como Alfàndec se dirigiera a su capellán el abad de Santes Creus en estos terminos "Vall digna per a un monestir de la vostra religió" a lo que el abad contestó "Senyor, vall digna". Este fue el inicio de lo que llegaría a ser un monasterio de gran importancia en el reino de Valencia y que se formaría con la salida desde Santes Creus de 12 monjes con su abad siendo el año 1298 el de su fundación.

Así pues los dos monasterios mas importantes de la comunidad valenciana pertenecen a la rama de Claraval..

Otros monasterios desaparecidos fueron los de Nª Sª de Montesa Concedido en 1319 por Jaime II , que establece en el recinto del castillo, perteneciente a la recién creada orden militar de Montesa, la existencia de un priorato cisterciense, la fortaleza fue destruida por el terremoto de 1748, pero se puede adivinar la planta de lo que fueron los edificio monacales.

En 1265 se funda a través de la esposa de Jaime I, Teresa Gil de Vidaura, un monasterio de monjas cistercienses El monasterio de la Zaidía o de Gratia Dei localizado en Valencia en el lugar denominado llano de la Zaidía, separado de la ciudad por el cauce del Turia. Fue demolido en 1809 durante la invasión francesa, fue reconstruido en 1879 y de nuevo derribado en los años sesenta del siglo XX trasladándose a la población de Benaguasil.

El Cister en Euskadi

Euskadi en los siglos XI al XIII

Durante el siglo XI Euskadi esta incluido en el reino de Navarra bajo el reinado de Sancho III el mayor. Los señores de los territorios de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya intenta mantener sus privilegios dentro del reino, produciéndose importantes tensiones, que terminan como vimos al hablar de la Navarra con la división del reino entre los hijos de Sancho III, su hijo García el de Nájera es nombrado heredero legitimo del reino, hasta que muere en la batalla de Atapuerca enfrentándose a su hermano Fernando I y es sucedido por su hijo Sancho, en aquel momento menor de edad. Las tensiones dentro del reino terminan con el asesinato de Sancho en Peñalén, hecho en el que los señores de los territorios vascos tienen gran protagonismo. Como consecuencia del vacío de poder que se produce, se divide el reino entre Aragón con Sancho Ramíro, incluyendo Pamplona y parte de Guipúzcoa, mientras a Rioja, Álava, Vizcaya y el occidente de Guipúzcoa se unen a Castilla bajo el reinado de Alfonso VI. Tras la restauración del reino de Navarra con García Ramírez, se produce la recuperación de los territorios vascos por el reino de Navarra

El Cister en Euskadi

El asentamiento de la orden en los territorios vascos es tardío y poco frecuente existiendo un solo monasterio de fundación ex novo como es el de Barría en 1232 y posteriormente el de Zenarruza que se une al Cister en fecha reciente, aunque su origen se sitúa en el siglo IX, el edificio actual es del siglo XV.

 

El Cister en Galicia

Galicia en los Siglos XI a XIII

Los monjes del Cister se asientan en Galicia en la segunda mitad del siglo XII, fundándose entre este y los primero años del siglo XIII, los trece monasterios de la orden en Galicia. Como ya hemos mencionado al hablar de la península en esta época y de Castilla mas concretamente, entre los años 1109 y 1126, se produce un enfrentamiento entre la nobleza y los poderes eclesiásticos por un lado, que apoyan a doña Urraca, cuyo matrimonio con Alfonso de Aragón parecía cerrar el camino sucesorio a Alfonso Raimúndez (futuro Alfonso VII) y por el otro un grupo de nobles que heredan la tradición de enfrentamiento a la monarquía castellano leonesa desde Fernando I y que se agrupan en torno a Alfonso Raimúndez para salvaguardar al menos sus derechos sobre Galicia. 

Fernando I había unificado los reinos de Castilla y León, tras vencer a Bermudo en la batalla de Tamajón, esto hizo que una parte de a nobleza gallega se sublevara contra el rey considerándolo un usurpador. El rey  Fernando sofoca la rebelión de los nobles gallegos y a muchos de ellos les confiscó sus bienes, entre ellos el monasterio de Sobrado que pertenecía a los condes Segeredo Aloitez y su mujer Adosinda. Tras esta represión el conflicto quedo soterrado, hasta que a la muerte del monarca surge el conflicto entre don García y su hermano Alfonso VI. La captura y prisión de don García desencadena una nueva revuelta en Galicia, dirigida esta vez por D. Rodrigo Ovéquiz y al parecer apoyado por el obispo de Compostela D. Diego Peláez. Esta nueva rebelión es sofocada, causando la deposición de Diego Peláez, pero dejando de nuevo un conflicto larvado, que volvería a aparecer tras la desaparición de Alfonso VI.

Como ya se ha comentado cuando se habla del Cister en Castilla, el reinado de Urraca y el fracaso de su matrimonio con Alfonso el Batallador, suponen una época de inestabilidad en toda Castilla con diferentes sublevaciones, como la de Santiago de Compostela contra el arzobispo Gelmírez y los diferentes cambios de posición de los diferentes protagonistas entre ellos los de la misma reina. Solamente el conde de Traba, Pedro Froilaz y el grupo que el encabeza se mantienen fieles a la figura de Alfonso Raimúndez  y a la defensa de sus derechos sobre Galicia. Finalmente será Alfonso el que se convierta en rey y lo será de Castilla y León y será nombrado Emperador. Al acabar la tensión entre la monarquía y la nobleza gallega se produce la devolución de los bienes como el edificio y propiedades abandonadas del monasterio de Sobrado a los hijos de Pedro Froilaz.

Galicia seguía siendo un territorio difícil para el nuevo rey, además de contar con las ideas expansionistas que Alfonso Enríquez tenía como rey independiente de Portugal. ¿Como conseguir la pacificación del territorio?, en primer lugar favoreciendo a los nobles que le habían apoyado, y en segundo lugar apoyándose en los monasterios como lugares de ordenación y control sobre el territorio. Los monasterios cistercienses, como ya hemos repetido eran capaces de vertebrar un territorio haciéndolo productivo y su falta de ambiciones en la riqueza personal o en el ámbito político les hacía aliados excepcionales, además eran capaces de asentarse en la áreas rurales alejados de las ciudades donde la jerarquía eclesiástica acumulaba riquezas y poder. A esto se une la desconfianza que Alfonso VII, tenía hacia la orden de Cluny, hasta el punto de que no les otorgó un solo privilegio durante su reinado. Tras Alfonso VII, su sucesor Fernando II sí se puede considerar el gran benefactor de la orden, la concesión de privilegios estaba encaminada a mantener a los monasterios alejados de la influencia de la nobleza laica y de la dependencia directa episcopal. A esta independencia de los nuevos centros monásticos se debe el éxito del Cister en Galicia. 

El Cister en Galicia

Parece que el primer monasterio cisterciense en Galicia fue el de Oseira , fundado en 1141, aunque algunos autores ponen en duda esta fecha trasladándola a 1148-1151, por lo que el primero sería el monasterio de Sobrado que ya existía previamente desde el siglo X, y se une a la congregación del Cister en 1142, existiendo carta fundacional. Cuando se haga referencia a cada uno de los monasterios se intentará establecer la cronología de ellos cosa que no es sencilla. Sobrado pertenece a la filiación de Clairvaux y es la primera casa en la península dependiente de esta abadía, sería seguida por Sao Joao de Tarouca en Portugal. La introducción de la orden se produce durante el reinado de Alfonso VII, pero serán sus sucesores, Fernando II y Alfonso IX, los que de un mayor auge al asentamiento de la orden por el número de filiaciones que se producen durante sus reinados, así como por la cantidad de privilegios que ambos les otorgan. A la muerte de Alfonso IX el panorama cambiará radicalmente, no produciéndose ninguna nueva donación, hasta que a finales de 1293 se producirá una nueva fundación, la de A Franqueira. Desde el reinado de Fernando III el papel político de Galicia pasa a ser muy secundario, por la expansión hacia el sur de la reconquista, lo que produce nuevas vías de financiación y de interés político, hace que el camino de Santiago, hasta entonces la principal arteria vital de los reinos cristianos, pierda su significación. Galicia limitada en su expansión hacia el sur por la existencia del reino de Portugal, inicia una decadencia en todos los niveles pero especialmente en el terreno artístico.

La orden cisterciense, apegada a una forma de vida feudal y de implantación rural, comenzará a verse sustituida por otras ordenes, las mendicantes, de asentamiento esencialmente urbano, que se adaptarán mejor a las nuevas formas de vida alrededor de las ciudades.

Todo esto da lugar a un paulatino declive de la Orden del Cister, que se mantendrá hasta el renacer que se produce tras las reformas introducidas por la Congregación de Castilla, que se separó de la congregación común de Citeaux, y que como veremos supuso un nuevo empuje de financiación de muchos monasterios que pudieron acometer reformas importantes, que en muchos casos, acabarán con las primitivas fábricas medievales siendo sustituidas por otras del gusto del barroco y del renacimiento.

El Cister en la Rioja
La Rioja durante los siglos XI al XIII

 Durante los siglos XI y XIII, la rioja es una zona fronteriza inicialmente con el Islam y posteriormente entre los reinos de Castilla, Aragón y Navarra. Las luchas iniciales para reconquistar el terreno de La Rioja serán a cargo del reino de Navarra, o mejor dicho de Pamplona, que durante años tendrá su capital en Nájera. La posterior expansión de Castilla a partir de Fernando I , someterá a estas tierras a la presión de su deseo de incorporarlas a la corona y por último las alianzas entre Castilla y Aragón, dejarán siempre en minoría y aislado al pequeño reino de Navarra.

El Cister en la Rioja

Los grandes monasterios de la zona, como San Millán de la Cogolla son ricos y poderosos, extendiendo sus propiedades hasta los pirineos. No será hasta bien entrado el siglo XII cuando se produzca la fundación del único monasterio cisterciense que se conserva en la rioja, el de San Salvador de Cañas. En esta época, la zona está incluida dentro de la corona de Castilla y como filial de su principal monasterio, fundado por Alfonso VIII el de Las Huelgas, nacerá este monasterio riojano. Es por tanto un monasterio femenino, que con múltiples vicisitudes ha conservado una comunidad de monjas hasta la actualidad. La rioja está además atravesada por el Camino Francés, de gran influencia durante la edad media, como flujo de penetración de las ideas renovadoras procedentes de Francia. Quizás la supremacía y riqueza de las abadías existentes y el hecho de la inseguridad de las tierras siempre sometidas a litigio fronterizo, impidió el asentamiento de nuevas comunidades del cister en la zona

El Cister en Madrid
Madrid en los siglos XI y XII

A raíz de la toma de Toledo en 1085, bajo el reinado de Alfonso VI, las plazas fuertes de Santa Olalla, Maqueda, Alamín, Canales, Talamanca, Uceda, Hita, Ribas, Guadalajara y el propio Madrid, capitularan sin oponer resistencia. Esto coloca a la ciudad de Madrid en zona fronteriza, sufriendo durante el siglo XI y el XII, las feroces embestidas de almorávides y almohades. A lo largo del siglo XI se construye la muralla cristiana. Es a comienzos del siglo XII cuando se inicia la colonización de la zona. Tras la victoria de las Navas de Tolosa por Alfonso VIII en 1212, desaparece por fin la presión musulmana, que permite a Madrid su expansión urbana y consolidación.

El Cister en Madrid

Solo se produce una fundación cisterciense en la zona, con el monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, en una zona donde desde la época visigótica existía una importante actividad eremítica. Como consecuencia de esta actividad se organizó en la zona una comunidad benedictina, que dio origen la la denominación del valle Valdeiglesias, en el que una docena de eremitorios se agrupaban bajo la dirección de un abad. Es Alfonso VII, el que tras visitar la zona concede a los monjes el privilegio real para fundar un monasterio, lo que sucede en Toledo el año 1150, para lo que deben unirse en un solo grupo, denominado de Santa Cruz y someterse a la regla Benedictina, bajo el mandato del abad Guillermo. No se tienen noticias de si se llegó a realizar el deseo del rey pero en 1177, los monjes se incorporan a la orden cisterciense, bajo el reinado de Alfonso VIII, permaneciendo en esta observancia hasta su extinción.

El Cister en Navarra
Navarra en los siglos XI al XIII

El reinado de Sancho el Mayor, (1004-1035), es el acontecimiento mas relevante de la edad media en Navarra. Coincide con la desaparición del Almanzor y de su hijo y sucesor Abd-el-Malik (1008), con la disolución del califato y la aparición de multitud de reinos de taifas, enfrentados entre ellos. Esto produce una alivio de la presión que soportaban los reinos cristianos del norte peninsular y una inversión en la balanza del poder entre cristianos y musulmanes. Sancho, mediante una guerra localizada de aparición intermitente, consigue arrebatar territorios al reino de Zaragoza, consolidando una línea de castillos que van desde el valle de Funes, pasando por Sos y Uncastillo, llegando hasta Loarre, consiguiendo un avance de gran importancia estratégica , que se mantendrá hasta finales de siglo. Se recuperan también las tierras de Sobrarbe y el condado de Ribagorza. Cuando se produce el asesinato del conde García de Castilla, tiene que hacerse cargo del condado, pero sin llegar a ostentar el título de conde, que recalló con el consentimiento de los castellanos en su segundo hijo Fernando. Este monarca se preocupa además, de restaurar la vida monástica y eclesiástica, para lo que mantuvo relaciones con la abadía de Cluny, recibiendo del abad Odilón un grupo de monjes, que introdujeron o vigorizaron la observancia de la regla benedictina, en su versión cluniacense, en los principales monasterios del reino, San Juan de la Peña, Irache, Albelda y Oña, quedando las abadías sujetas a la obediencia de los obispos, siguiendo la norma de Cluny, y estos obispos nombrados por el rey.

A la muerte de Sancho, el reino se divide entre sus hijos, si bien es García el el de Nájera (1035-1054) primogénito legítimo, el que recibe el título de rey. Ramiro que era mayor pero de origen bastardo, recibió el condado de Aragón, Fernando el condado de Castilla, como ya se ha mencionado y Gonzalo las tierras de Sobrarbe y Ribagorza.

Ramiro aun sin título real, ejerció como tal en Aragón e incrementó su territorio, cuando al ser asesinado su hermano Gonzalo, los nobles del territorio le reconocen como nuevo señor hasta su muerte, cuando es sucedido por Sancho Ramírez . Cuando muere García en 1054, al enfrentarse en batalla con su hermano Fernando I en la batalla de Atapuerca, es sucedido por Sancho de Peñalén, en aquel momento de 14 años. Se producen entre los dos enfrentamientos que impiden progresar en la conquista de territorios. Sancho de Peñalén, sería asesinado en 1076, dejando descendencia menor de edad , pero el reino se divide en dos, una parte se une a Aragón con Sancho Ramíro , incluyendo Pamplona y parte de Guipúzcoa, y la otra que comprendía la Rioja, Álava, Vizcaya y el occidente de Guipúzcoa, se unen a Alfonso VI de Castilla.

Sancho Ramíro puede ostentar el título de rey de Pamplona y Aragón, lo que le permitió acabar las disputas entre ambos reinos, y le permitió expandirse hacia los territorios de los reinos taifas de Zaragoza y Lérida, siendo sucedido en esta línea por su hijo Pedro I (1076-1104), cuando muere en 1094 mientras cercaba la ciudad de Huesca, siendo su hijo el que conquistaría la ciudad, así como Barbastro. Pedro I moriría sin descendencia por lo que su corona se trasladará al hijo de un segundo matrimonio de Sancho Ramírez con Felicia de Roucy, Alfonso I el Batallador, que inicia la reconquista de Zaragoza recien ocupada por los almorávides, consiguiendo la rendición de la ciudad tras un asedio de siete meses, y tras ella fueron callendo, Tudela, Tarazona, Calatayud y Daroca. Al morir sin descendencia y como muestra de su espíritu de cruzado, lego en su testamento sus reinos a las tres órdenes militares de tierra Santa, San Juan de Jerusalén, el Temple y el Santo Sepulcro.

El testamento del Batallador , era en la práctica imposible de realizar, lo que causó un conflicto que se resolvió de manera distinta en Navarra y Aragón, como ya hemos dicho al hablar de Aragón, se nombra rey a Ramiro II el monje , mientras que los navarros nombran a García Ramírez el Restaurador, descendiente de la línea sucesoria de Pamplona pero bastarda. García Ramírez se ve obligado a prestar vasallaje a Alfonso VII de Castilla, cuando este acude en socorro de la ciudad de Zaragoza, acosada por los almorávides, recibiendo la ciudad como parte de este vasallaje. En 1136 la política de Alfonso VII da un giro total, el rey Navarro será desposeído del señorío de Zaragoza, que será ofrecido a Ramiro II, cuya hija petronila como ya se ha dicho al hablar de Navarra aportará esta a su unión con Ramón Berenguer IV. La situación de Navarra queda sin frontera con los musulmanes, aunque sigue participando en la reconquista, en unión de aragoneses y castellanos. Por otra parte desde la curia romana se sigue reivindicando el testamento del Batallador, por lo que no se reconoce la legitimidad de García.

A la muerte de García, su hijo Sancho VI el Sabio (1150-1194) recibe de nuevo las amenazas contra la independencia de Navarra. Todo el siglo XII será un prodigio de habilidad diplomática y de energía bélica frente a los dos poderosos reinos vecinos. La muerte prematura de Sancho III (1158) y la minoría de Alfonso VIII, sumen a Castilla en un período de inestabilidad que paraliza los planes expansionistas, al tiempo que la muerte de Ramón Berenguer, hacía lo propio en Aragón, dejando una coyuntura favorable para que Sancho VI recuperara territorios considerados propios y arrebatados como Álava, La Rioja, Miranda de Ebro, la Bureba, resistiendose las plazas de Calhorra y Nájera. Estas conquistas durarán poco pues serán recuperadas por Alfonso VIII.

Navarra y el Cister

La fundación del monasterio de Fitero por Alfonso VII en 1140 es quizás el primer monasterio de la península, seguirán otros como La Oliva (1149), Iranzu (1178), Leyre (1237) y Marcilla (1407). García Ramírez, será el continuador de la expansión cisterciense en Navarra, confirmando la cesión de terrenos y favoreciendo nuevas implantaciones

Los monasterios navarros y la Congregación Cisterciense de la Corona de Aragón

Tras la formación de la Congregación de la congregación aragonesa, los monasterios navarros intentan unirse a ella, evitando los deseos del rey, que era su unión a la Congragación Cisterciense de la Corona de Castilla, siendo autorizados por el rey tras un largo período, el 7 de octubre de 1632, en la reunión del capítulo aragones y fué confirmada por el Papa Urbano VIII en 1634.

El Cister en Portugal
Portugal en los siglos XI al XIII

Son los siglos en los que se fragua la identidad de Portugal como reino independiente. Durante la reconquista se produce la entrada de caballeros procedentes de otros reinos europeos, que con la atracción de la cruzada, se incorporan a los ejércitos castellanos, aragoneses y navarros, con el fin de ayudar en la guerra contra el Islam, y atraídos por la posibilidad de conseguir bienes y riquezas. Uno de estos caballeros, Enrique de Borgoña de ascendencia catalana, se casó con la hija de Alfonso VI, Teresa. En la dote de Teresa se incluyó el condado de Portugal que había sido arrebatado a los musulmanes. Por tanto Enrique gobernó el condado como vasallo de Alfonso VI. A la muerte de Alfonso en 1109, todas sus posesiones se traspasan a su hija Urraca, como ya se ha explicado cuando se habla de la historia de Castilla en estos siglos. El reinado de Urraca es un continuo surgir de conflictos e inestabilidad política, que aprovecha Enrique para invadir León con el objetivo de anexionarlo. Enrique muere en 1112 sin que el conflicto se haya resuelto y deja a su mujer Teresa, al frente del condado, mientras se alcanza la mayoría de edad de su hijo Alfonso. Teresa continua su enfrentamiento con Urraca hasta que en 1120, es derrotada y capturada, negociándose un tratado de paz, que liberando a Teresa, que permanecerá gobernando, convertirá el condado en un feudo de León, incluido en el reino de Galicia. En 1128, como consecuencia de un nuevo enfrentamiento con el reino de León, su poder es revocado y marcha al exilio, dejando a su hijo Alfonso Enriquez como conde.

Alfonso Enriquez (Alfonso I) 1109-1185

El nuevo conde comienza múltiples campañas que le enfrentan tanto a los musulmanes como a los cristianos de los reinos de Galicia. Tras doce años de guerras se firma la paz de Zamora en 1143, en la que se reconoce Alfonso I como rey independiente de Portugal. Consigue importantes éxitos en su enfrentamiento con los musulmanes, como la de Ourique, al año siguiente sufre una derrota que apunto está de causar la caída de su capital, Coimbra. El 25 de octubre de 1147, se produce la conquista de Lisboa tras el asedio de la ciudad. En 1171, delega en su hijo Sancho y sufre pérdidas territoriales ante el empuje de los almohades, que no pueden recuperar Santarém ni Lisboa. En 1179 el papa Alejandro III reconoce en la bula papal Manifestis probatum, a Portugal como nación independiente. Alfonso murió el 6 de diciembre de 1185, dejando su territorio entre el Mondego y el Tajo, había creado la armada portuguesa y había iniciado una estrecha colaboración con las ordenes militares del Temple y Hospital, que en el futuro proporcionarían al reino poder y conquistas.

Sancho I 1154-1212

El reinado de Sancho, fue inicialmente de enfrentamientos con almohades y con Alfonso IX, con diferentes alternativas de victorias y derrotas, y una segunda parte, a partir de 1201, en la que se consiguió un período de paz y bienestar que permitió la colonización de los nuevos territorios por lo que se le conocería como "el Repoblador". En 1210, repartió el reino entre sus hijos y se retiró al monasterio de Alcobaça, hasta su muerte en 1211.

Alfonso II 1185-1223

Conocido como el Gordo, se enfrentó con sus hermanos por los territorios de su padre, terminando con el exilio de la mayoría de ellos en Castilla. Fue un reinado pacífico en el que se consolida el territorio y se promulgan las primeras leyes del reino. Intenta disminuir los privilegios obtenidos por la iglesia, como consecuencia del reconocimiento del reino en tiempos de Alfonso Enriquez, lo que provoca un enfrentamiento con el papa, que termina con su excomunión. Su tumba está en el monasterio de Alcobaça

Sancho II 1207-1248

Su sucesor Sancho II, se enfrenta durante su reinado a varios conflictos con la iglesia y los obispos del reino y a la impopularidad de su matrimonio con una castellana, Mencía López de Haro, que terminará en una sublevación encabezada por su hermano Alfonso, que apoyado por el papa, entrará en Lisboa en 1146, obligando al rey a refugiarse en Toledo donde morirá.

Alfonso III 1210-1279

El nuevo rey, Alfonso III, se ocupa de afianzar el poder central de la corona y termina la reconquista del Algarve, último reducto musulmán, pero esto hace surgir un conflicto con Alfonso X, que termina con el casamiento de Alfonso con Beatríz de Guzmán hija ilegítima de Alfonso X, y con el reconocimiento del Algarve como un feudo de Castilla. De nuevo surge un conflicto con el papa, pues Alfonso estaba casado con la condesa Matilda de Boulogne, hasta que el rey reúne las cortes en 1254, participando por primera vez representantes de las ciudades en igualdad de condiciones con los representantes de la nobleza y el clero. Las cortes ofrecen al rey un apoyo importante lo que refuerza su poder y le permite enfrentarse al interdicto del papa, lo que produce un período de sufrimiento de los eclesiásticos del reino, que termina con la legalización del nuevo matrimonio por Urbano IV, lo que permite a su vez legitimar a su hijo mayor Dionisio. Alfonso muere en 1279 siendo sucedido por su hijo. Es enterrado en el monasterio de Alcobaça

Don Dinis (DIonisio) 1261-1325

Proclamado rey en Lisboa en 1279, parece que fue el primer rey no analfabeto de Portugal y pasa a la historia con sobrenombres como "El Labrador" por el impulso que dio a la agricultura durante su reinado, o el "Trovador" por haber compuesto la "Cantigas de amigo". Nada mas ser proclamado rey procuro apaciguar el conflicto existente con la iglesia, firmando un tratado con el Papa Nicolas III. Salvó a la orden de los Templarios creando la Orden de Cristo que heredó todos los bienes existentes en Portugal. Fue un reinado de gran producción legislativa y en el que la capitalidad de Lisboa se asienta. Firma un tratado con Castilla (Alcanises 1237) que permite una paz duradera entre los dos reinos. A el esta dedicado el claustro de Alcobaça, llamado claustro del silencia o de don Dinis. Sin embargo está enterrado el el convento de Don Dinis en Odivelas

El Cister en Portugal

El primer asentamiento de los monjes del Cister en Portugal es en Sao Joao de Tarouca, donde existía un eremitorio que seguía la regla de San Benito. Recibiría un grupo de monjes de Clairvaux de la que será filial,como todos los monasterios portugueses, probablemente entre 1143 y 1144. Una hija de Sancho I, Mafalda, tras resolver un compromiso matrimonial, profesará como monja del Cister, en el monasterio de Arouca, llegando a ser Beatificada. Como en los demás reinos peninsulares existe una estrecha relación entre los monasterios y los reyes y la nobleza de Portugal, así mismo se aprovechara la experiencia colonizadora de los monjes para hacer productivas las nuevas tierras. Así el monasterio de Alcobaça, quizás el mas poderoso de Portugal, se funda a partir de donaciones de Alfonso Enriquez. Hasta la exclaustración de las ordenes religiosas decretada el 30 de mayo de 1834, se mantendrá la actividad de las comunidades cistercienses. Llegará hasta nuestros días en diferentes estados, unos íntegros (Alcobaça), y perfectamente restaurados y conservados, otros convertidos en alojamiento hotelero, y otros en ruinas.

martes, 20 de abril de 2021

“Ellos eran más vigorosos en la guerra que todos los demás francos fueron"

Esta frase se atribuye a Ibn al-Athir, cronista de Saladino, después de la famosa batalla de los Cuernos de Hattin en 1187, que supuso la pérdida de Jerusalén para la Cristiandad, y la cabeza para la mayoría de los caballeros freires templarios que allí estuvieron.

El secreto de su fortaleza, y de su longevidad, parece ser que residía en el tipo de dieta que realizaban. Pese a las donaciones recibidas, y el lucrativo trabajo de defender peregrinos, su forma de vida estaba marcada por la austeridad propia de los votos monásticos de pobreza, castidad y obediencia. Seguir la regla primitiva de Bernardo de Claraval, y sus benedictinos facilitaba su austeridad alimenticia. Comer carne con moderación, predominio de verduras y ayunos intermitentes, son las pautas que tenían marcadas, a caballo entre la austeridad y pobreza, y la necesidad de mantenerse fuertes para el combate. Y por supuesto, un hábito de actividad física y entrenamiento militar que endurecía sus cuerpos.

Esta dieta especial permitió a los templarios casi duplicar la esperanza de vida de la época. Hugo de Payens, primer Gran Maestre templario, fallecido en 1136 a los 66 años, es ya un ejemplo, Jacques de Molay, el último Gran Maestre, fue quemado vivo en 1314 a los 70, y varios líderes murieron sexagenarios cuando la esperanza de vida era de unos 35 años en el siglo XIII.

Seguían unos hábitos higiénicos estrictos, para evitar infecciones y que los caballeros adoptaron de sus enemigos musulmanes. Lavarse las manos antes de comer, así como eximir a los miembros encargados de las tareas manuales de tareas relacionadas con preparar o servir las comidas. El abastecimiento de víveres en Tierra Santa era directamente desde Europa, transportando los animales de carne, prohibiendo el consumo de caza, e incentivando el de marisco, el consumo de queso, aceite de oliva y fruta, así como el de pescado.

Una dieta mediterránea, vamos.