viernes, 30 de julio de 2021

La caída de Ruad


Así cayó Ruad, el último bastión de los cruzados en Tierra Santa.

No hay datos sobre cuántos atacantes se congregaban en el sitio de Ruad pero los cristianos sumaban ciento veinte caballeros (entre ellos templarios catalanes como Hugo de Ampurias y Dalmau de Rocaberti), quinientos arqueros chipriotas y sirios, aparte de unos cuatrocientos turcópolos; un número considerable que equivalía aproximadamente a la mitad de la fuerza templaria que hubo en Jerusalén en el siglo XII. Ahora bien, de poco sirve ser muchos y tener buenas defensas si no hay comida ni bebida. No quedó más remedio que capitular.  De pena, hoy por desgracia vivimos de por si casi la misma situación y astío por parte de los "creyentes" y de la jerarquia vaticana, con su " pastor " a la cabeza asi como dirigentes mundiales. Quién tenga oidos que oiga.

Por otra parte, La Orden no había renunciado a su proyecto de otra cruzada que hasta trataron de llevar a cabo por su cuenta conquistando la isla siria de Ruad (Arwad). Evidentemente, defenderla luego fue otra cosa: los mamelucos la recuperaron en dos años y quedó claro que, por muy fuertes que fuesen, necesitaban ayuda de los estados cristianos. Así que el gran maestre Jacques de Molay, que desde su elección en 1292, viajaba de corte en corte en busca de aliados (el Papado, Aragón, Inglaterra, Chipre…), llegó en 1305 a Francia con la idea de convencer a Felipe. Lamentablemente para él, cosechó su enésimo fracaso porque éste condicionaba cualquier aventura a ejercer el liderazgo, algo que los demás reyes no estaban dispuestos a admitir.