viernes, 1 de enero de 2021

Caballeros Cruzados. Como volvían a casa después de muertos en combate?

 


A la convocatoria de la que sería la Primera Cruzada, encabezada inicialmente por Francia y el Sacro Imperio Germánico, se unieron caballeros, soldados y numerosa población --, hasta transformarse en una migración masiva

En 1099 conquistaron Jerusalén. Aunque la cruzada fue todo un éxito, también fallecieron muchos cruzados durante las distintas batallas.

El deseo de los caballeros de noble familia muertos en la cruzada era que sus cuerpos se devolviesen a Europa, pero ¿cómo?

En palabras del historiador italiano Boncompagno da Signa en el siglo XIII…

Los alemanes sacan las entrañas de los cadáveres de sus caballeros de alto rango, si mueren en el extranjero, y dejan el resto del cuerpo hervir mucho tiempo en las calderas.

 La carne, los tendones y los cartílagos los separan de los huesos. Lo huesos los lavan en vino perfumado y espolvorean con especias, y luego los llevan de vuelta a casa.

Así explica Boncompagno da Signa en qué consistía el Mos Teutonicus (Funeral Alemán).

 Esta práctica era habitual entre los cruzados cuando morían en Tierra Santa.

Dada la imposibilidad de poder llevar el cuerpo incorrupto al lugar de origen del caballero, le extraían el corazón y lo enterraban en algún lugar sagrado, luego descuartizaban el resto del cuerpo y lo ponían a hervir durante varias horas para quedarse únicamente con los huesos. 

De esta forma, se podían transportar fácilmente y llevárselos a sus familiares para darles sepultura. Hasta que la Iglesia, en este caso el Papa Bonifacio VIII, dijo hasta aquí hemos llegado.

En 1300, promulgó al bula De Sepulturis prohibiendo, bajo pena de excomunión, descuartizar y hervir cuerpos para separar los huesos y la carne.

Por la cual, los cadáveres debían ser enterrados en lugar sagrado