viernes, 5 de febrero de 2021

Fernando III de León y de Castilla, llamado «el Santo»


El 4 de Febrero hizo 350 años de la Canonización del Rey Fernando III el Santo. 

Fernando III de León y de Castilla, llamado «el Santo» (Peleas de Arriba, 1199 o 24 de junio de 1201 [1]​- Sevilla, 30 de mayo de 1252), fue rey de Castilla entre 1217 y 1252 y de León[a]​ entre 1230 y 1252. Hijo de Berenguela, reina de Castilla, y de Alfonso IX, rey de León, unificó dinásticamente los reinos leonés y castellano, que permanecían divididos desde 1157, cuando Alfonso VII el Emperador, a su muerte, los repartió entre sus hijos, los infantes Sancho y Fernando.

Fernando III el Santo tomó conciencia de su misión e hizo de su reinado una cruzada que tenía como objetivo restaurar la España cristiana frente a sus enemigos.

Luchó bajo el signo de la Cruz y extendió el amor y la devoción a María Santísima por todos los territorios que reconquistó. Por eso se denominaba: «Caballero de Jesucristo, Siervo de la Virgen Santísima y alférez del Apóstol Santiago»

En el 2021 se cumplirá el 350 aniversario de la canonización de San Fernando.

Aquellos que amamos nuestras raíces y nuestra identidad cristiana y que reconocemos la grandeza de nuestros santos, que tanto han hecho por la extensión de la cristiandad, no podemos sino agradecerles y reconocer su papel en la Historia. Fernando III, el Santo, es un personaje fundamental en su tiempo y en el transcurso de la Historia que llega hasta nuestros días, consiguió la mayor unificación de la España que hoy conocemos. En su persona se unificaron los reinos de Castilla y León por designio de la providencia divina y en su proyecto y misión estuvo presente la recuperación para la cristiandad de gran parte de los territorios invadidos por los musulmanes. Verdadero “atleta de Cristo”, como le llamó el Papa Gregorio IX , y “campeón invicto de Jesucristo” designado posteriormente por el Papa Inocencio IV.

En el ámbito cultural y religioso, mandó levantar las catedrales de Burgos y León. En su tiempo, el arzobispo Rodrigo inició las obras de la Catedral de Toledo. El canciller del rey, Juan, fundó la Catedral de Valladolid y, posteriormente, siendo obispo de Osuna, edificó esa catedral. Nuño, obispo de Astorga, construyó la torre y el claustro de su catedral. Lorenzo, obispo de Orense, levantó la torre que le faltaba a su templo. Mandó edificar el rey innumerables iglesias, conventos y hospitales y tanto él como su madre efectuaban importantes donaciones.