martes, 21 de diciembre de 2021

El Islam y la Virgen María

El islam reconoce en María a una de las mujeres más puras de la Tierra.
Hija de Imran (Joaquín) y Santa Ana, familia descendiente de diferentes profetas, entre ellos Aarón, fue criada por el profeta Zacarías (Zakariah), padre de Juan el Bautista.
El Corán tiene un capítulo que busca resaltar la figura de María y el respeto debido a ella, aparte de refutar las calumnias sobre su castidad y concepción que habían hecho algunos de los 36 judíos .
De hecho, en la Legislación Penal musulmana se castiga criminalmente la difamación de una mujer que es virtuosa (Al Qadhai): ése era el doble sentido que tenía la Sura Maryam (María) XIX.
Joaquín y Santa Ana la habrían concebido por gracia de Dios, ya que Ana era de una edad madura. Según el Corán 3:35, la mujer de Imran (Joaquín) dijo: “¡Mi Señor! Yo te consagro lo que está en mi seno; acéptalo de parte mía. Tú eres en verdad Aquel que escucha y que sabe”, y esta futura niña estaría dedicada al servicio del Creador del Universo" .
Algunos pensadores musulmanes, la mayoría de origen sufí, como Ibn Hazm, Ibn Arabî, Rumi y Al Qurtubi, consideran a María Mensajera de Dios (Nabi), pero la gran mayoría le reconocen el nivel de santidad (Waliyah), aunque no hay duda de que el título que le dan los musulmanes a la Virgen María es Nuestra Señora María (Sayyidatuna Maryam).
En el Corán, el nombre Jesús se pronuncia nueve veces, mientras que el de la Virgen María dieciséis, demostrando su importancia.
En este sentido, Roger Du Paquier nos relata un hecho interesante que realizó Muhammad: “Cuando el Profeta, a la cabeza de las tropas musulmanas, se adueñó de La Meca, se dirigió a la Kaaba en la que limpió el interior de ídolos e imágenes, entre ellas la de Abraham, que estaba allí. Sin embargo, hizo la excepción con un icono de la Virgen con el niño. El Profeta la recubrió con sus manos y ordenó que hicieran desaparecer todas las demás pinturas y figuras.
¿Qué ocurrió después con este icono privilegiado?
Algunos creen saber que fue discretamente puesto en lugar seguro, pero las tradiciones son muy vagas a este respecto.
Lo esencial es sin duda que permanece el recuerdo de este gesto del fundador del islam.