Pasaron nueve años en Tierra Santa, alojados en una parte del palacio, que el rey les cedió, justo encima de las caballerizas del antiguo Templo de Salomón (de ahí el nombre de caballeros del Temple o Templarios).
Cuando regresaron a Europa en 1.127, encabezados por Payns, fueron recibidos con los más altos honores, y allí les esperaba el padre invisible de la Orden, Bernardo de Clairvaux (que Dante situó en su "Divina Comedia" como el único hombre con acceso al cielo más elevado). Fue este monje quien redactó los reglamentos de la Orden y convocó el Concilio de Troyes en 1.128, al cual asistió el propio Papa Honorio II, donde fueron reconocidos oficialmente y se les impuso un manto blanco como distintivo; más tarde, Eugenio III, añadió una Cruz Roja Octogonal.
Iniciación de un novicio
Sirvientes (aspirantes)
Escuderos
Caballeros
Priores comendadores
Maestres
Gran Maestre
Hacia 1.170, la Orden se extendía por toda Francia, Alemania, España y Portugal, y apenas 50 años más tarde era el imperio económico, militar, político, religioso y científico más importante de Europa con:
9.000 encomiendas (granjas y casas rurales)
Un ejército de 30.000 caballeros (sin contar escuderos y sirvientes, artesanos y albañiles)
Más de medio centenar de castillos
Una flota propia de barcos (con puertos privados)
La primera banca internacional
Era la fortuna más grande de toda Europa, hasta el punto de que reyes como el de Francia o Aragón eran deudores del Temple. Alfonso I el Batallador, nombró en su testamento, como herederos del reino a los Templarios, aunque la nobleza aragonesa se opuso y logró que renunciaran a la herencia, a cambio de diversos dominios y privilegios que consolidaron su prosperidad en el reino.
Eran igual de eficientes con las cuentas como con las armas y la mayoría de los reyes les confiaban sus tesoros. Así a finales del siglo XII nació el primer banco transaccional, del que se tienen noticias. Incluso el rey de Francia , les confió sus tesoros y acabó siendo deudor de la orden. Este hecho junto con su conocida codicia por los bienes ajenos y el miedo que sentía por el poder militar del Temple, fue lo que le decidió a acabar con los Templarios en 1.307, iniciando un proceso inquisitorial contra la orden.
En Francia, en 1.314, más de 15.000 caballeros del Temple fueron arrestados, sin aviso y sin más razón que un mandato real, y condenados a la hoguera y sus bienes pasaron finalmente a la corona. Un fuerte aliado de Felipe IV, fue el visir Nogaret, maquiavélico personaje que ideó el plan para la destrucción de la Orden. También se dio la circunstancia de que en un plazo de dos años murieron, misteriosamente, dos Papas (curiosamente enemigos del rey de Francia), y ocupó el trono papal Clemente V, una persona débil y manejable, que acató todas las pruebas presentadas contra los caballeros templarios: herejía, ritos blasfemos (como escupir y pisar la cruz en las iniciaciones de los caballeros), sodomía, adoración de falsos ídolos demoníacos como el misterioso Bafomet, etc.
Nunca se pudieron demostrar estas acusaciones, aunque se conservan testimonios de caballeros templarios confesando lo que sus verdugos querían, bajo el poder de tremendas torturas.
El Papa Clemente V suprimió la orden en 1.312, después del dictamen emitido por el Concilio de Vienne (1.311).
En Aragón, el proceso inquisitorial se saldó con la dispersión de la orden, después de proclamarse su inocencia en un Concilio celebrado en 1.312 en Tarragona; en Valencia los bienes de la orden sirvieron para fundar la Orden de Montesa en 1.317. En Cataluña y Aragón los bienes fueron a parar a los caballeros hospitalarios y en Castilla a la corona.
Jacques de Molay, quemándose en la hoguera
El propio Jacques de Molay (XXIV Gran Maestre), fue quemado vivo el 19-3-1.314, tras siete años de prisión y tortura, frente al gran monumento gótico Nôtre Dame. Allí se retractó públicamente de cuantas acusaciones se había visto obligado a admitir, proclamó la inocencia de la orden e invitó a los culpables de todo aquello a unirse, en el plazo de un año, al juicio de Dios. Esta maldición se cumplió, el Papa Clemente V , Nogaret y Felipe IV murieron antes de finalizar el año, por causas naturales.
Pero con la muerte de Jacques de Molay no acabó la orden. Los caballeros que huyeron a otros países formaron nuevas órdenes como por ejemplo:
En Finlandia la de San Andrés
En España la Montesa
Muchas son las teorías que circulan entorno a estos misteriosos caballeros, unas dicen que encontraron el Santo Grial, otras que descubrieron el Arca de la Alianza, enterrada en el Templo de Salomón; pero nunca sabremos la verdadera historia.
Pero, ahora nos queda investigar....