lunes, 7 de septiembre de 2020

Los Templarios en La Península Ibérica I


La primera participación de la Orden del Temple en una Guerra, se realizo en la Península Ibérica, en la Reconquista.

En Tierra Santa, habían participado en diferentes escaramuzas. La mayoría de Península Ibérica, se hallaba en gran parte en manos de los Sarracenos.

En 1064, una expedición parte de Toulose, para participar en la Cruzada Española y liberar Barcelona del yugo sarraceno.

Ramón Berenguer III, Conde de Barcelona y Señor de la Provenza, titulo aportado por su esposa Dulce de Provenza, pide en 1131 el ingreso en la Orden del Temple, coincidiendo con la presentación de la Orden en Toulouse.

La entrada de los Templarios en la Península, coincide con el reinado de Alfonso I de Aragón y Navarra, también denominado el "Batallador ".

Alfonso I, fue el marido de Dª. Urraca. Sus desavenencias, le llevaron a perseguirla hasta Galicia, donde tenia la protección del Arzobispo de Santiago Gelmírez.

Para establecerse de forma definitiva en la Península, la Orden recibió del Conde de Barcelona el Castillo Grañena y Alfonso I, les cedió la recién conquistada fortaleza de Calatrava.

Alfonso I, fue un gran admirador de la Orden del Temple y decidió crear un Orden similar a la que denomino Orden de Montjoy

A la muerte de Alfonso I, la Orden de Montjoy, no supo articularse y se fusiono con la orden del Temple, aportando las inmensas posesiones que tenia en el Sur de Aragón.

Alfonso I el Batallador, murió en 1134, durante el asedio de Fraga, dejando el reino sin descendencia legal, hace testamento de la Corona a las Ordenes del: al Temple, Hospital y Santo Sepulcro. En 1132, la Orden del Temple era la única Orden reconocida

Los Nobles aragoneses, se oponen al Testamento y buscan una solución con las Ordenes, para que el trono de Aragón no recaiga en el legitimo sucesor Alfonso VII de Castilla, que era el Hijo de Alfonso I el Batallador y Dª Urraca.

Los Nobles, recurren a legitimar el derecho sucesorio, mediante el hermano de Alfonso I, Ramiro, que era Obispo y por tanto no podía tener descendencia. Piden una dispensa Papal, para que el Obispo Ramiro tenga hijos.

Ramiro tiene una hija que se llama Petronila y es considerada como la legitima sucesora al Reino. Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona y señor de Provenza se casa con Petronila, pasando a ser el Rey consorte de Aragón, poniendo bajo su reinado a : Aragón, Barcelona y Provenza.

La legitimación del reinado exigía la renuncia expresa de las Ordenes que habían sido testamentarias de Alfonso I. La influencia y buena relación de Ramón Berenguer IV con la Orden del Temple, de la que su padre era caballero, allano la resolución del conflicto.

En Septiembre de 1143, se reúnen en Gerona, los Nobles, Obispos y Señores con una representación de la Orden, encabezada por Hugues de Rigault, Maestre de Francia, Pere de Rovira, Maestro en Provenza y parte de España.

Los acuerdos, recibieron el visto bueno de Roberto de Craon, a la sazón senescal y sucesor de Hugo de Payens.

El acuerdo de cesión de las Ordenes, establecía:

Creación de una nueva caballería, bajo la potestad de Temple, que debía luchar contra los musulmanes.

Para generar los fondos, se reserva: el 20% de las tierras conquistadas a los musulmanes más el 10% de la parte Real.

La cesión de los Castillos de Monzón, Mongay, Barberá, Belchite y Remolins

El diezmo de todo lo que el Rey posea, incluidos los tributos de la Taifa de Valencia.

El Papa, otorga por Bula, la cesión del diezmo eclesiástico.

La Orden del Hospital y Santo Sepulcro, renunciaron a la Corona, a cambio de casas, terrenos y Privilegios.

La Orden del Temple, se constituyo como el principal baluarte de los Reinos de Aragón y Cataluña, siendo el destino de todos los Caballeros de la Nobleza y receptora de importantes bienes aportados.

A partir de aquí su parecencia se haría imprescindible.