Hasta que el “Verbo se hizo carne y habito entre nosotros” los sacrificios de animales eran realizados, pero no llegaban a conmover realmente al Señor. Solo un sacrificio puede aspirar a emocionar al Padre:
El sacrificio de Cristo, siendo Dios, y en su infinito amor y misericordia ha sido ofrecido por propia voluntad al Padre.Vemos detrás del cordero a la Cruz, donde ha sido realizado el acto.
El sello es la primera venida de cristo al mundo. Falta la segunda, la parusia, de la que nos ha enseñado tanto Juan el Evangelista.
Toda la creación fue preparada, desde su inicio, para la encarnación Crística. Cristo es el centro de la historia, desde este punto de vista estamos en los tiempos finales. Esto no significa que estemos cerca temporalmente del Apocalipsis. Lo que quiere decir es que todo lo importante ya ha sucedido y el único hecho relevante que queda, es la segunda venida de Cristo, un Cristo Glorioso, que no vendrá como cordero, sino como Juez, en pleno Poder, para juzgar a vivos y muertos.
Aparece relacionado con Juan Bautista ya que este aparece representado en la imaginería religiosa vestido con una piel de cordero, llevando un bastón y un pergamino con las palabras Ecce Agnus Dei (“He aquí el Cordero de Dios”).
La Natividad de Juan Bautista se celebra en Occidente el 24 de Junio, hemos de recordar que los Templarios profesaban culto al Bautista, prueba de ello es que su juramento de fidelidad a la Orden lo hacían sobre la Sagrada Biblia poniendo la mano sobre el evangelio de Juan.
También tenemos que tener en cuenta que el Agnus Dei es una invocación que durante la misa se repite TRES veces entre el Paternóster y la comunión; la misma que se repite al final de las letanías y por todos es sabida la casi “devoción” que los Templarios solían tener por el número tres prueba de ello son:
– Los tres votos.
– Las tres limosnas semanales.
– El combate de tres contra uno.
– Los tres asaltos del adversario antes de atacar.
– El profeso presentado tres veces al capítulo durante la recepción.
– Las tres comidas diarias.
– Los tres grandes ayunos anuales.
– La ingestión de Carne tres veces por semana.
– Los tres Caballos del Caballero Templario.
– Y la obligación del Capellán de decir misa por lo menos tres veces por semana.
El tres es el número del Espíritu de las Santas tríadas de Egipto como Osiris, Isis y Horus o la Trinidad Cristiana. Para el Hermetismo el uno es Dios, el dos la materia, y el tres la materia organizada: Orbo ab chaos. La mejor forma de definir al tres es con la noción del equilibrio cósmico.
Otra peculiaridad que tiene relación con la imagen del Cordero de este sello; es que la lámina formada con la cera sobrante del cirio Pascual, en la que hay impresa la imagen del Cordero; suele bendecirla el Papa cada siete años, y no debemos tampoco olvidar de que el siete es llamado él “número mágico”. ( Su vinculación de este número al Cristianismo está claramente demostrada con el Candelabro de los siete brazos de origen hebraico).
Por último debemos recordar que el Agnus Dei; está relacionado también con la inocencia, la pureza y la santidad, puesto que hace referencia al cuerpo de Cristo.