lunes, 28 de marzo de 2022

Orden de los Valesianos


Tomando como recomendación las palabras que Jesús deja dichas en el Evangelio a través de la pluma de Mateo, capítulo 19, versículo 12, en la cual el Salvador dice que hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre; y hay eunucos, que son hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos que se hacen a sí mismos eunucos por causa del reino de los cielos…., un grupo de personas, queriéndose hacer EUNUCOS por causa del reino de los cielos para mejor servir a Dios, fundan, en el año de Nuestro Señor Jesucristo de 257, una orden que fue conocida como la de los Valesianos, en la cual era requisito sine qua non para ser miembro, la de estar castrado o dejarse castrar una vez ingresado en ella.
Este disparate dio lugar a que, el día 20 de junio del año 325, por los muchos seguidores que en la orden día a día iban entrando, y porque su ejemplo fue extendiéndose entre monjes y sacerdotes diocesanos, se celebrara el Concilio de Nicea, en el cual se prohibía expresamente y bajo pena de excomunión la castración por motivos religiosos o de celo sexual.
Sin embargo, cuando todo el mundo creía que esta expresa prohibición decretada por el Concilio de Nicea segaría de raíz esta agresiva práctica, siguió realizándose con mucha más fuerza que antes. Por ello fue por lo que este Canon se repitió, una y otra vez, en casi todos los concilios posteriores.

Los eunucos o valesianos son antigua secta de herejes cuyo origen y errores son poco conocidos. San Epifanio que hace mención de ellos en la herejía 58, dice que estaban en Palestina, en el territorio de la ciudad de Filadelfia, al otro lado del Jordán.

Llevaban algunas de las opiniones de los gnósticos; pero tenían también otras diferentes. Lo que se sabe es que todos eran eunucos y que no querían en su congregación otra clase de hombres. Si recibían a algunos, les prohibían el uso de la carne hasta que se mutilasen. Entonces les permitían toda especie de manjares, porque desde aquel punto los tenían por exentos de los movimientos desordenados de la carne. También se ha creído que mutilaban a veces por violencia a los extranjeros que pasaban por su país, pero este hecho no es muy probable: los pueblos comarcanos se hubieran armado en ese caso contra ellos y los habrían exterminado.