martes, 16 de noviembre de 2021

Construcciones Templarias en el Camino de Santiago



Como ya hemos hablado en alguno de nuestros artículos, el Camino de Santiago tiene su origen en el primer recorrido que hizo el rey Alfonso II en el año 813. Se desarrolló tanto que para los siglos XII y XIII ya eran miles los peregrinos que recorrían el Camino cada año.

Debido a esto, los reyes y el clérigo tuvieron que comenzar a construir albergues, caminos, puentes y hospitales para facilitar el peregrinaje de quienes iban camino de Santiago de Compostela. Pero esto no era suficiente, ya que también se necesitaba ofrecer cierta seguridad a los peregrinos. Y ahí es donde aparece una orden tan famosa en muchos aspectos como desconocida en otros: la Orden de los caballeros templarios.


Los Templarios, oficialmente la “Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón”, era una orden militar cristiana de la edad media que había sido fundada a principios del S.XII por nueve caballeros franceses. Su misión era la de patrullar el camino hacia Jerusalén y proteger la seguridad de los peregrinos que hacia allí se dirigían tras su conquista.

El poder de esta orden creció rápidamente gracias a diversos factores, aunque el principal probablemente sea el hecho de que manejaban la numeración arábiga mientras en el resto de Europa todavía se utilizaba la numeración romana.

Este conocimiento les permitió desarrollar conocimientos de aritmética, geometría y trigonometría que aplicaron para desarrollar un sistema que representa los orígenes del sistema bancario actual. Esto sería lo que finalmente les jugaría una mala pasada al convertirlos en enemigos de quienes terminaría por destruirlos, pero eso es otra historia, ya que aquí nos centraremos en los que los Caballeros Templarios dejaron en el Camino.

Cuando el Camino de Santiago comenzó a cobrar importancia y a atraer cada vez a más y más peregrinos, los Templarios no solo se dieron cuenta que esa gente necesitaría protección, sino también que esa protección podría generarle claros beneficios a la organización.

Así, la presencia de esta orden comenzó a ser cada día más fuerte en el Camino de Santiago, hasta el punto de que aún hoy existen lugares y construcciones que dan cuenta de eso. Vamos a conocerlos



Ermita de Santa María de Eunate
 
Pese a no contar con ninguna documentación que acredite fehacientemente el origen templario de esta iglesia, sí existen ciertas características de su fisonomía que hacen creer que los Caballeros Templarios hayan podido tener algo que ver con su construcción.

Son muchas las posibles conexiones de esta construcción con la orden templaria: desde su planta octogonal (algo típico de las construcciones templarias) a una supuesta similitud en cuanto a su forma con la Cúpula de la Roca de Jerusalén situada en el antiguo templo de Salomón, en el que los templarios tuvieron su primera sede.



Iglesia del Santo Sepulcro

Ubicada en Torres del Río, y construida bajo una clara estética románica, esta iglesia sirvió en su día de faro para los peregrinos que se encontraban en el Camino de Santiago.

Su origen templario está mucho más reconocido que el de la Ermita de Eunate, ya que son varios los documentos que vinculan a esta iglesia con la orden, sumados a otros descubrimientos como cuerpos enterrados en las cercanías de la iglesia que lucían la vestimenta típica templaria.



Iglesia Santa María de la Blanca

En Villalcazar de Sirga los Templarios fundaron una importante encomienda en el S.XII (una encomienda era un bien inmueble localizado en un determinado lugar que los templarios formaban a partir de donaciones y compras posteriores de otros inmuebles o terrenos cercanos), fruto de la cual hoy podemos encontrar el magnífico templo de Santa María la Blanca.


Iglesia del Crucifijo



En Puente la Reina, al comienzo del Camino Francés, podemos encontrar esta iglesia que data de finales del S.XII y que fue fundada por la orden de los Caballeros Templarios bajo el nombre de Santa María de los Huertos.

En su interior guarda un misterioso crucifijo de grandes dimensiones y con forma de Y que es considerado una de las mejores obras de la imaginería gótica que se conservan en España.


Iglesia de San Juan

Con restos románicos en su base y ubicada en la calle-camino de Castrojeriz, este inmenso templo columnario de 3 naves perteneció a los templarios antes de pasar a manos de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio una vez que la Orden del Temple fue expulsada. En los capiteles de las columnas se pueden observar algunas crucetas pateadas de claro origen templario.


Iglesia Parroquial de Rabanal del Camino

En este caso no solo hablamos de la iglesia, sino que todo el pueblo de Rabanal del Camino posee un origen puramente Templario. Este fue fruto de una avanzada de la orden desde Ponferrada que buscaba proteger a los peregrinos que atravesaban los Montes de León hasta su llegada al Bierzo.

En este escenario la Iglesia Parroquial sobresale no solo por su origen templario sino por ser también uno de los pocos ejemplos que aún existen del románico leonés.


El Castillo de Ponferrada



En 1178 Ponferrada pasa a depender de la Orden del Temple gracias a una donación de los reyes leoneses, y al llegar allí los templarios se encuentran con una pequeña fortaleza que en su origen había servido como fortaleza romana.

A partir de ahí comienzan una serie de ampliaciones que tendrían como finalidad convertir al complejo en una defensa del Camino de Santiago, que terminarían en 1282 (lo que vemos hoy en día posee muchas más reformas que se fueron haciendo a lo largo de los siglos).


Castillo de Sarracín
 
Este castillo fue en su día un importante enclave Templario, ya que ocupaba una posición ideal para la defensa de los peregrinos que iban a Santiago.

El lugar en que se encuentra, Vega de Valcarce, era un punto de conflicto ya que allí se cobraba el portazgo (un pago por derecho de paso) del que si bien los peregrinos estaban exentos, muchos intentaban evitar utilizando caminos alternativos que se desviaban al llegar a esta zona.

Así se creó un camino paralelo al original que pasaba precisamente al lado del Castillo de Sarracín a fin de que los peregrinos pudieran ser defendidos por los templarios del intento de cobro de cualquier portazguero de la zona.