martes, 23 de noviembre de 2021

Templarios en Andalucia


 
La sierra de Aracena donde la provincia de Huelva hace frontera con Portugal y Extremadura, es una de las zonas de España de más fuerte impregnación templaria.

Constituye, con Caravaca, Ponferrada, Monzón y Miravet, el núcleo de la memoria templaria peninsular, al lado de Tomar, en Portugal.
La Orden del Temple, que consigue asentarse en Andalucía entre los años 1253 y 1258, cuando el poderío musulmán comienza a debilitarse, convierte Aracena en una de sus plazas fuertes. Símbolos y claves de la presencia de la misteriosa orden de caballeros cristianos pueden encontrarse aquí por doquier: el propio escudo de la villa encierra muchas de ellas. Aquí, los templarios reconstruyeron la fortaleza que encontraron a su llegada en la que aún pueden reconocerse algunas estancias, parte de las torres y algunos de los aljibes que constituyeron su conjunto.
La iglesia del castillo es un buen exponente del sincretismo islamo -cristiano del que los templarios hicieron su credo, incorporando elementos del gótico a la simbología sufí.

Debajo exactamente del castillo templario de Aracena se encuentra una de las cuevas más singulares de Andalucía: la Gruta de la Maravillas. Muchos afirman que entre el castillo y las cuevas hubo algún pasadizo que las comunicaba, que no ha podido ser hallado hasta hoy. Este hecho explicaría la importancia que Aracena tuvo para el Temple, perseguido en aquellos tiempos hasta su prohibición en 1334 y necesitado, por tanto, de lugares donde ocultarse.
Algunos de los salones de estas cuevas tienen nombres como la Catedral, el "mihrab", el "ostensorio", o la fuente del Galápago, que refuerzan las resonancias sacrales, casi de templo esotérico, que le proporcionan sus formaciones geológicas y calcáreas.

A poca distancia de Aracena encontramos otro lugar de gran interés por sus referencias misteriosas: Alájar y su famosa Peña, con la ermita de Nuestra Señora de los Angeles.
Según los iniciados, esta Peña es un lugar de confluencia de grandes fuerzas telúricas y ha atraído siempre hasta sus cercanías a hombres de conocimiento. En el siglo XVI fue el confesor de Felipe II, Benito Arias Montano, que siguió los pasos de San Victor en el siglo XII.

Esta tradición se ha mantenido viva hasta hoy y en una pequeña casa al pie de la peña vivió el último "guardián de los secretos" del lugar, un teósofo llamado Don Antonio Alonso Vital. Nadie sabe aún quién ha de ser su sucesor. Otras localidades de Huelva que fueron también posesiones templarias son Villalba del Alcor, donde permanecen la iglesia de San Bartolomé y la ermita octogonal de Santa Águeda, y Trigueros, con su iglesia de San Antón de los Templarios y el Dolmen de Soto, uno de los monumentos sagrados más importantes de la prehistoria andaluza, un impresionante templo de corredor donde destacan representaciones de cabezas humanas con la boca tapada.

En la costa encontramos el monasterio de La Rábida, el convento franciscano donde Colón preparó su primer viaje.

Lugar de culto y conocimiento desde tiempos remotos. La Rábida fue propiedad templaria, y antes aun fue "ribbath", fortaleza de monjes guerreros fatimitas. Es desde esta perspectiva de enclave de iniciados como la presencia de Colón entre los monjes adquiere todo su sentido: aquí se encontraban los mejores cosmógrafos y estrelleros del reino, estrechamente ligados a los de la escuela náutica de Sagres, en Portugal, también posesión templaria.

La Orden tuvo casa en Sevilla, en la actual calle Zaragoza, pero es curioso encontrar su divisa "Non nobis, domine" en la Iglesia de la Caridad, sede de una hermandad de caballeros cristianos fundada en el siglo XVII por Miguel de Mañara, que agrupa aún hoy a miembros de la aristocracia sevillana.

También en Córdoba tuvo el Temple su refugio, y parece ser que fue la Torre de la Calahorra el lugar que lo alojó. Un recinto que acoge en la actualidad un centro de diálogo de las tres culturas islámica, hebrea y cristiana que parece la versión moderna de los ideales sincréticos de los Templarios.

El Temple y Nuestra Señora


Un elemento fundamental en el Temple , es el culto qué los Templarios profesaban a la Virgen Maria, sin ninguna duda, la importación de esta veneración se debe a San Bernardo de Claraval.
 
Pero el sentido espiritual, la devoción iba más allá de la Madre de Dios ; la Virgen era considerada especialmente como la " mediadora " se llamaba en una oración como " Reina" del Salve Regina, la que intercede en favor de los hombres ante Cristo .
 
Otra frase muy repetida era , " Nuestra Señora ha sido el comienzo de muestra Religión, y en ella y en su Honor estará si place a Dios, el fin de nuestras vidas , y el fin de nuestra Religión, cuando Dios quiera que así sea ."

La Runa Algiz y El Camino de Santiago

Ya andaba con algunos bocetos para el Juego de la Oca, cuando Liber Ediciones me encarga 12 aguafuertes del Camino de Santiago. Es en esa época cuando decido, presa de la lógica fascinación, que la iglesia de Santa María de Eunate estaría en la primera casilla de "mi" tablero. Pero entre tanta documentación, sobre el románico del camino navarro, no aparecía ese crucifijo que tanto tiempo llevaba buscando, desde que su imagen fugaz en televisión me dejara una gran inquietud en forma de pregunta: ¿Qué imagen cristiana era aquella, en la que el cristo reposaba sobre la runa celta Algiz? Mucho tiempo tendría que pasar todavía, hasta descubrir su estrecho vínculo con el tablero y con lo que me esperaba en el Camino.

 

Crucifijo del Temple. Puente la Reina, Navarra.



Odín, "el que conoce el Camino", para experimentar el Poder de las Runas permaneció colgado de un árbol durante nueve días y nueve noches, como una revelación de la Fuente Creadora. De Odín, el Creador celestial, a Odín, el Comunicador terrestre... "Yo soy una ofrenda a mí mismo" (Eddas poéticas. S.XII)
Los chamanes nórdicos asociaban esta runa con el cisne, al que consideraban un mensajero entre "los dos mundos" que transmitía la sabiduría divina. Es una runa de arraigamiento, protección y conexión. 

Runas.

"La Oca y los signos con que esta se representaba, tales como su "mano" palmípeda símbolo de la capacidad operativa del espíritu sobre la materia, estaban profusamente relacionados con los Compañeros Constructores que los habían tomado por distintivo de reconocimiento, al extremo de nombrarse entre ellos como los "jars", los ánsares, los ocas..." Rafael Alarcón.



Marca de cantero


La espada de Godofredo de Bouillon en el Santo Sepulcro


La espada de Godofredo de Bouillon en el Santo Sepulcro
 
JERUSALÉN, ISRAEL  
 
Esta era la iglesia a la que llegaron los caballeros de la Primera Cruzada para cantar su Te Deum después de capturar Jerusalén el 15 de julio de 1099. 
El jefe cruzado Godofredo de Bouillon, su espada en la imagen, que se convirtió en el primer rey de Jerusalén, se declaró Advocatus Sancti Sepulchri, Defensor del Santo Sepulcro. Fotografía en el Santo Sepulcro en Jerusalén, Israel, en octubre de 2008.

Templarios y la La Orden de Calatrava


Una vez detenidos por orden del rey de Francia, y el papa Clemente , los Caballeros Templarios , los que quedaban en España por orden del rey de Aragon Jaime II. ( Aquí no se detuvo a ningún Templario ) se les ofreció que pasarán a formar parte de otras órdenes militares como la de Montesa , Calatrava y Hospitalarios.
Muchos de ellos entraron en los Calatravos.
 
ORDEN de CALATRAVA 
 
"El Maestre Don Ruy Díaz con los caballeros y clérigos de esta Orden que se escaparon de Salvatierra, llevando las reliquias que en su convento tenían, como ya no les habían quedado villa ni castillo en todo el Campo de Calatrava adonde recogerse, fueron al castillo de Zorita que era suyo y allí pusieron su convento. Luego el Maestre dio el hábito de su Orden a muchos hijos dalgo de Toledo y de otras partes que por la Providencia de Dios vinieron a pedírselo. No obstante que parecía andar esta Orden ya tan pobre y perseguida, que estuvo a punto de acabarse, si Dios por su Misericordia Divina no proveyera que de allí a menos de dos años fuese restituida en todos sus bienes."
 
"Estando el convento de esta Orden en el castillo de Zorita, el Maestre Don Ruy Díaz se concertó con Fernando Yáñez, alcalde de Toledo por un pleito sobre unas casas en Toledo y la Orden decía pertenecerles.
Allí en Zorita tuvo el Maestre su convento hasta que Calatrava fue ganada y después cuando se trasladó a Calatrava quedaron en Zorita algunos freyles caballeros y clérigos para defensa de aquella tierra que, aunque estando lejos de la que los moros poseían."
 
"Esta es la causa porque el castillo de Zorita hay una iglesia a manera y forma conventual. Dicen que se llamó Zorita de los Canes porque estos caballeros tenían en aquel unos lebreles muy encarnizados para guarda suya, a los cuales llevaban consigo cuando hacían alguna entrada en tierra de Moros y hacían grandes estragos en ellos. Por esto también afirman los vecinos de aquella tierra que fue asignada cierta renta para sustentar estos lebreles de la cual aún hay noticia, que está aplicada a otra cosa."
 
Crónica de las tres Ordenes de Caballeria
Fray Francisco de Rades y Andrada.
 

 

Enrique II de Chipre


Enrique II de Lusignan (en francés: Henri II de Chypre, griego: Ερρίκος Β΄ της Κύπρου; junio de 1270 – Strovolos, 31 de marzo de 1324), rey de Chipre desde 1285 hasta 1306 y nuevamente desde 1310 hasta 1324, de Jerusalén desde 1285, príncipe titular de Antioquía y conde titular de Trípoli desde 1308. Fue el hijo de Hugo III de Chipre y de Isabel de Ibelín. Sucedió a su hermano Juan I en 1285 como Enrique II de Chipre, coronado el 24 de junio de 1285, y como rey de Jerusalén.

Desembarcó en Acre el 4 de junio de 1286, recuperando el control del reino de Jerusalén, y fue coronado rey de Jerusalén en Tiro el 15 de agosto de 1286. Regresó a Chipre en septiembre-octubre de 1286, dejando a Felipe de Ibelín como su bailío. Enrique regresó a Acre en mayo de 1289 y negoció una paz de diez años y diez meses con el sultán Qalawun. Sin embargo, un motín en la ciudad en agosto de 1290 dio lugar a enfrentamientos musulmanes/cristianos que provocaron que el sultán al-Ashraf sitiara Acre desde el 6 de abril de 1291 hasta que la ciudad cayó el 18 de mayo de 1291. Después de la caída de Acre, el reino de Jerusalén siguió manteniendo una ficticia existencia independiente, con los reyes de Chipre nombrando oficiales de este «estado» separado.

La ciudad de Famagusta fue asimilada en el estado de Jerusalén, adoptando sus armas y fue el lugar para la coronación de cada sucesivo rey de Chipre como rey de Jerusalén hasta que cayó ante los genoveses en 1373. Enrique II permitió a los caballeros Templarios y los caballeros Hospitalarios a quedarse en Chipre después de su expulsión de Palestina, aunque les negó el derecho a adquirir nuevas tierras con la esperanza de que no se volvieran tan poderosos en Chipre como lo habían sido en Palestina.

Los Templarios conspiraron con el hermano del rey Amalarico, quien tomó el poder en 1306. Enrique se retiró a su propiedad real de Strovolos donde se ocupó de sus halcones, pero en febrero de 1310 fue escoltado a Armenia de Cilicia al exilio. Después del asesinato de Amalarico en junio de 1310, Enrique fue liberado de Armenia gracias a la intervención de su madre, quien negoció su cambio por Zabel, la viuda de Amalarico, y desembarcó en Famagusta el 27 de agosto de 1310. Enrique exigió venganza contra los caballeros Templarios, ahogando o quemando a sus líderes. Sufría de epilepsia. Murió el 31 de marzo de 1324
Biografía

Fue el segundo hijo de Hugo III y sucedió a su hermano Juan I como Rey de Chipre el 20 de mayo 1285, habiendo sospechas de que había estado involucrado en el envenenamiento su hermano Juan I. Fue coronado en Santa Sofía, Nicosia, 24 de junio de 1285. Carlos de Anjou, que rechazó la pretensión de Juan al trono, había muerto en 1285, permitiendo a Enrique recuperar Acre de los angevinos. Al mando de una sola flota Enrique atacó Acre y la ciudad fue capturada el 29 de julio. Se coronó rey de Jerusalén el 15 de agosto de 1286, pero regresó a Chipre y nombró a su tío Felipe de Ibelin como Alguacil en su ausencia. Por este tiempo Acre fue una de las pocas ciudades costeras que quedaron en el Reino de Jerusalén.

Durante su reinado, los mamelucos capturaron Tiro, Beirut, y el resto de las ciudades, y debilitaron la resistencia en Trípoli en 1289. El asedio final de Acre comenzó el 5 de abril de 1291, con Enrique presente en la ciudad, él se escapó a Chipre con la mayoría de sus nobles, y la ciudad cayó al mando de Khalil el 28 de mayo. Enrique siguió gobernando como rey de Chipre, y siguió reclamando el reino de Jerusalén y a menudo pensando en recuperar el antiguo territorio en el continente, intentó una operación militar coordinada en 1299/1300 con Ghazan, el ilkán mongol de Persia, cuando Ghazan invadió territorio mameluco en 1299, trató de detener a los barcos genoveses de la alianza con los mamelucos, con la esperanza de debilitarlos económicamente y en dos ocasiones escribió al papa Clemente V pidiendo una nueva cruzada. Heredó de su tía Margarita de Lusignan los derechos sobre el Principado de Antioquía y del Condado de Trípoli.

Su reinado en Chipre fue próspero y rico y él estuvo muy involucrado con la impartición de justicia y la administración del reino, ordenó que la Haute Cort de Jerusalén llevara un registro por escrito por primera vez (en italiano o francés, y no en latín), y amplió el papel judicial de un órgano consultivo feudal a un tribunal verdadero responsable de juzgar y sancionar a los delincuentes. Sin embargo, Chipre no estaba en condiciones de cumplir su verdadera ambición, la recuperación de la Tierra Santa.

Sufría de epilepsia, que a veces lo incapacitó y esto ocasionó que sus nobles no estuvieran satisfechos con él. Su hermano Guido, era el condestable de Chipre, siendo condenado a muerte en 1303 por conspirar contra Enrique. En 1306 su hermano Amalrico, príncipe de Tiro, Condestable de Jerusalén, conspiró con los templarios para sacarlo del poder, sin embargo, Amalrico asumió el título de Gobernador y Regente de Chipre. Enrique II fue depuesto el 26 de abril y exiliado a Armenia, donde el rey de Armenia era Oshin, su cuñado, sin embargo, tras la muerte de Amalarico en 1310, Oshin liberó a Enrique, que regresó a Chipre y volvió a ocupar su trono con la ayuda de los Hospitalarios el 26 de agosto de 1310,​ encarcelando a muchos de los conspiradores, incluyendo a su hermano Condestable Aimery, Balian de Ibelin II, Príncipe de Galilea, y otros familiares de Balian. En 1313, se encargó de supervisar la disolución de los templarios en Chipre y la transferencia de sus bienes a los Hospitalarios.

Se casó con Constanza de Sicilia (1303/1307 - en Chipre después del 19 de junio de 1344), hija de Federico II de Sicilia y de Leonor de Anjou, en Santa Sofía, Nicosia, el 16 de octubre de 1317, y no tuvieron hijos. Más tarde ella se casó con León V de Armenia y Juan de Lusignan, príncipe titular de Antioquía.

Enrique murió el 31 de marzo de 1324 en su villa de Strovolos, cerca de Nicosia, fue enterrado en la iglesia franciscana de Nicosia y fue sucedido por su sobrino Hugo IV.



martes, 16 de noviembre de 2021

«Los cruzados», de Dan Jones


Para empezar, creo que la mayor baza del nuevo trabajo de este célebre historiador británico es que viene a demostrar que las cosas nunca son tan sencillas como escoger entre el negro y el blanco. La historia de las cruzadas, al igual que la historia de España o la del coronavirus, es un caleidoscopio lleno de matices de colores que no se pueden entender solo como una lucha entre buenos y malos.

 Partiendo de esto, la intención de Dan Jones es contar esta historia en toda su extensión, tanto geográfica como cronológica. En otras palabras, no se limita simplemente a narrar los acontecimientos de todas las grandes campañas de los siglos XI-XIII, sino que explica los antecedentes que desembocaron en el inicio de las mismas y las consecuencias que tuvieron estas guerras hasta el final de la Edad Media. De este modo, al mismo tiempo que recorremos la franja siropalestina, la península de Anatolia y Egipto de la mano de Papas, emperadores europeos y reyes orientales, también visitamos la península Ibérica, el Báltico, Europa del Este, el sur de Francia, Sicilia de la mano de todas las personas de a pie que vivieron ese tiempo…

El libro culmina con un epílogo muy interesante en el que Dan Jones nos habla de la perpetuación de la idea de cruzada aun en el siglo XXI, por culpa de personas o entidades como Osama bin Laden y Al Qaeda, George Bush, David Cameron o el Estado Islámico. Tal y como dice acertadamente en su último párrafo, «las cruzadas han terminado, pero mientras haya cruzados, reales o imaginarios, la guerra en el mundo continuará«.

Por si todo esto no fuera suficiente de por sí solo, he de decir que los materiales complementarios de la obra son numerosos y absolutamente fantásticos. El conjunto integrado por la treintena de imágenes en color, la decena de mapas históricos, el listado de principales personajes históricos, los distintos índices analíticos y las listas de reyes y reinas de Jerusalén y la de Papas de la Iglesia redondean una obra que ya era notable.

En definitiva, creo que hay muchísimos motivos por los que cualquier aficionado a la historia militar en general, o a la historia medieval en particular, debería tener «Los cruzados» de Dan Jones en su biblioteca doméstica.

Construcciones Templarias en el Camino de Santiago



Como ya hemos hablado en alguno de nuestros artículos, el Camino de Santiago tiene su origen en el primer recorrido que hizo el rey Alfonso II en el año 813. Se desarrolló tanto que para los siglos XII y XIII ya eran miles los peregrinos que recorrían el Camino cada año.

Debido a esto, los reyes y el clérigo tuvieron que comenzar a construir albergues, caminos, puentes y hospitales para facilitar el peregrinaje de quienes iban camino de Santiago de Compostela. Pero esto no era suficiente, ya que también se necesitaba ofrecer cierta seguridad a los peregrinos. Y ahí es donde aparece una orden tan famosa en muchos aspectos como desconocida en otros: la Orden de los caballeros templarios.


Los Templarios, oficialmente la “Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón”, era una orden militar cristiana de la edad media que había sido fundada a principios del S.XII por nueve caballeros franceses. Su misión era la de patrullar el camino hacia Jerusalén y proteger la seguridad de los peregrinos que hacia allí se dirigían tras su conquista.

El poder de esta orden creció rápidamente gracias a diversos factores, aunque el principal probablemente sea el hecho de que manejaban la numeración arábiga mientras en el resto de Europa todavía se utilizaba la numeración romana.

Este conocimiento les permitió desarrollar conocimientos de aritmética, geometría y trigonometría que aplicaron para desarrollar un sistema que representa los orígenes del sistema bancario actual. Esto sería lo que finalmente les jugaría una mala pasada al convertirlos en enemigos de quienes terminaría por destruirlos, pero eso es otra historia, ya que aquí nos centraremos en los que los Caballeros Templarios dejaron en el Camino.

Cuando el Camino de Santiago comenzó a cobrar importancia y a atraer cada vez a más y más peregrinos, los Templarios no solo se dieron cuenta que esa gente necesitaría protección, sino también que esa protección podría generarle claros beneficios a la organización.

Así, la presencia de esta orden comenzó a ser cada día más fuerte en el Camino de Santiago, hasta el punto de que aún hoy existen lugares y construcciones que dan cuenta de eso. Vamos a conocerlos



Ermita de Santa María de Eunate
 
Pese a no contar con ninguna documentación que acredite fehacientemente el origen templario de esta iglesia, sí existen ciertas características de su fisonomía que hacen creer que los Caballeros Templarios hayan podido tener algo que ver con su construcción.

Son muchas las posibles conexiones de esta construcción con la orden templaria: desde su planta octogonal (algo típico de las construcciones templarias) a una supuesta similitud en cuanto a su forma con la Cúpula de la Roca de Jerusalén situada en el antiguo templo de Salomón, en el que los templarios tuvieron su primera sede.



Iglesia del Santo Sepulcro

Ubicada en Torres del Río, y construida bajo una clara estética románica, esta iglesia sirvió en su día de faro para los peregrinos que se encontraban en el Camino de Santiago.

Su origen templario está mucho más reconocido que el de la Ermita de Eunate, ya que son varios los documentos que vinculan a esta iglesia con la orden, sumados a otros descubrimientos como cuerpos enterrados en las cercanías de la iglesia que lucían la vestimenta típica templaria.



Iglesia Santa María de la Blanca

En Villalcazar de Sirga los Templarios fundaron una importante encomienda en el S.XII (una encomienda era un bien inmueble localizado en un determinado lugar que los templarios formaban a partir de donaciones y compras posteriores de otros inmuebles o terrenos cercanos), fruto de la cual hoy podemos encontrar el magnífico templo de Santa María la Blanca.


Iglesia del Crucifijo



En Puente la Reina, al comienzo del Camino Francés, podemos encontrar esta iglesia que data de finales del S.XII y que fue fundada por la orden de los Caballeros Templarios bajo el nombre de Santa María de los Huertos.

En su interior guarda un misterioso crucifijo de grandes dimensiones y con forma de Y que es considerado una de las mejores obras de la imaginería gótica que se conservan en España.


Iglesia de San Juan

Con restos románicos en su base y ubicada en la calle-camino de Castrojeriz, este inmenso templo columnario de 3 naves perteneció a los templarios antes de pasar a manos de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio una vez que la Orden del Temple fue expulsada. En los capiteles de las columnas se pueden observar algunas crucetas pateadas de claro origen templario.


Iglesia Parroquial de Rabanal del Camino

En este caso no solo hablamos de la iglesia, sino que todo el pueblo de Rabanal del Camino posee un origen puramente Templario. Este fue fruto de una avanzada de la orden desde Ponferrada que buscaba proteger a los peregrinos que atravesaban los Montes de León hasta su llegada al Bierzo.

En este escenario la Iglesia Parroquial sobresale no solo por su origen templario sino por ser también uno de los pocos ejemplos que aún existen del románico leonés.


El Castillo de Ponferrada



En 1178 Ponferrada pasa a depender de la Orden del Temple gracias a una donación de los reyes leoneses, y al llegar allí los templarios se encuentran con una pequeña fortaleza que en su origen había servido como fortaleza romana.

A partir de ahí comienzan una serie de ampliaciones que tendrían como finalidad convertir al complejo en una defensa del Camino de Santiago, que terminarían en 1282 (lo que vemos hoy en día posee muchas más reformas que se fueron haciendo a lo largo de los siglos).


Castillo de Sarracín
 
Este castillo fue en su día un importante enclave Templario, ya que ocupaba una posición ideal para la defensa de los peregrinos que iban a Santiago.

El lugar en que se encuentra, Vega de Valcarce, era un punto de conflicto ya que allí se cobraba el portazgo (un pago por derecho de paso) del que si bien los peregrinos estaban exentos, muchos intentaban evitar utilizando caminos alternativos que se desviaban al llegar a esta zona.

Así se creó un camino paralelo al original que pasaba precisamente al lado del Castillo de Sarracín a fin de que los peregrinos pudieran ser defendidos por los templarios del intento de cobro de cualquier portazguero de la zona.

El rostro de María

María de Joven

María de Adulta

 
 
El rostro de María a partir de la Sábana Santa
 

Átila Soares da Costa Filho, historiador, antropólogo y filósofo, reconstruyó el rostro de la Virgen María a partir de la reconstrucción del rostro de Jesús obtenido de la Sábana Santa. El resultado presupone la genética heredada por Jesús a partir de María, es decir, a partir de saber cómo es Jesús saber cómo es María a quien genéticamente se habría parecido pues no hubo colaboración humana para engendrar a Jesús. Este es el resultado contó con el acuerdo del fotógrafo de la Sábana Santa, Barrie M. Schwortz.

 

La lanza de Dios y la I Cruzada


Acorralado el Ejército Cruzado en Antioquía (1098), un monje místico francés que acompañaba a los europeos, llamado Pedro Bartolomé, se presentó ante el conde Raimundo IV de Tolosa para contarle una de sus visiones.
Desde hacía unos meses San Andrés se le aparecía en sueños instándole a que recuperase la lanza con la que atravesaron el costado de Cristo antes de su muerte.
 
En sus revelaciones, el santo, le aseguraba que se encontraba en el suelo de la capilla sur de la catedral de Antioquía. 
 
Raimundo se quedó fascinado, aunque el prelado papal, Ademar de Monteil no mostró tanto énfasis puesto que él ya conocía una reliquia de la Santa Lanza depositada en Constantinopla, pero no dijo nada.
La Lanza de Longino, también conocida como La Lanza del Destino —o la Lanza Sagrada— fue supuestamente utilizada por un soldado romano llamado Cayo Casio, más tarde conocido como Longino, para perforar el costado de Jesucristo mientras colgaba en la cruz. Esa Lanza, bañada en la sangre del mesías, había jugado un papel importante en el cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento, y se creía que tenía un enorme poder místico.
Tras la confesión de Bartolomé, el día 14, Raimundo creyó ver una señal en el cielo (se dice que un meteorito) y no lo demoró más.
El día 15, una cuadrilla de soldados entraba en la catedral para desenterrar la Lanza.
Aquellos hombres cavaron un gran agujero en medio del templo , pero no aparecía rastro ninguno de la reliquia. La cosa se puso tensa y comenzaron a murmurar sobre la veracidad o no de la visión del monje.
Entonces, Pedro Bartolomé, pidió a los hombres que salieran del agujero y descendió personalmente. Se puso a escarbar un poco y cuando se incorporó, curiosamente, levantó triunfante en su mano el hierro de una lanza.

A partir de aquel momento las visiones de Bartolomé fueron como las de un oráculo griego para los ejércitos europeos.
Era San Andrés el que le decía qué hacer o qué decir en cada situación, incluso les prometió una victoria sobre los musulmanes si ayunaban durante 5 días, aunque los pobres ya se estaban muriendo de hambre.
Hay que señalar que, «misteriosamente» los consejos del santo coincidían con las voluntades de los líderes de la cruzada. Uno de aquellos primeros consejos fue el de atacar al ejército turco que los estaba sitiando en Antioquía. Realmente era momento perfecto, como bien decían los nobles franceses. Los turcos comenzaban a tener deserciones en sus filas y el cansancio del sitio hacía mella.
Entonces, con las primeras luces del día del 28 de junio, el ejército cristiano, salió de la ciudad y embistió en una carga brutal el campamento musulmán. ¿De dónde sacaron moral? La Santa Lanza.
Al frente de aquel ejército iba el legado papal, Ademar, portando en alto la Lanza del Destino.
 
En aquel combate, muchos caballeros cruzados cabalgaban sobre bestias de carga porque no había caballos. Los turcos fueron cogidos por sorpresa, muchos aún dormían. La batalla fue breve. Los cruzados liquidaron toda oposición, rompieron el cerco y no solo eso, aniquilaron por completo a su sitiadores haciendo huir a muchos de los emires.
Bohemundo, el otro gran líder cruzado, también se había mostrado escéptico al respecto de la Lanza, pero ya no había duda de que su descubrimiento había aumentado la moral de los cruzados.
Tras esta victoria, la ciudadela de Antioquía que aun estaba en manos de Ahmed Ibn Marwan, se rindió.
Algunos de aquellos defensores se convirtieron al cristianismo para quedarse en el ejército y salvarse de una posible muerte. Antioquía quedaba definitivamente en manos de los cruzados, aunque había demasiados nobles pretenciosos y, ahora, sin enemigos comenzaban los roces por la dominación de la nueva conquista
Ademar, que era gran moderador, era el único que conseguía mediar y limar las asperezas de los líderes de la Cruzada. Pero fue a morirse de una epidemia de tifus justo cuando más falta parecía que hacía.
 
Todos lamentaron la muerte del prelado, menos Pedro Bartolomé que lo odiaba porque ponía en duda su Santa Lanza y sus conversaciones con San Andrés. Poco después del sepelio de Ademar tuvo otra visión, a los dos días de la muerte de Ademar. Pedro Bartolomé tuvo otro de sus sueños. Esta vez, de la mano de San Andrés, venía nada menos que el difunto legado pontificio.
El «fantasma de Ademar» le confesó que dios había castigado su incredulidad en el asunto de la Lanza de Longino y lo había enviado al infierno pero que las oraciones de los soldados por él lo habían salvado de aquel tormento. Dejó también el Santo un mensaje para Raimundo de Tolosa:
Entrega Antioquía a Bohemundo, si éste muestra su fidelidad a Cristo llevando la Cruzada a Jerusalén
Raimundo, que quería devolver la ciudad al emperador bizantino, se vio forzado a seguir los designios del santo.
 
La disputa entre los dos nobles no terminó de zanjarse, hubo tensiones entre sus ejércitos mientras compartieron Antioquía, aunque se la habían dividido para que no corriera la sangre.
Raimundo fue uno de los personajes principales y más controvertidos de la Primera Cruzada, el único que estuvo a la altura de Bohemundo, aquél a quien el enemigo y los pueblos conquistados veían como líder.
Finalmente Bohemundo se hizo dueño de Antioquía, mientras Raimundo lideraba a las tropas en la conquista de las ciudades colindantes.
Pero los cruzados no querían estar allí, querían marchar a Jerusalén. Todos se impacientaban, pero no eran suficientes soldados para tomar la Ciudad Santa.
Pronto llegaron refuerzos. Roberto de Normandía, Godofredo y Roberto de Flandes, Tancredo… todos con sus ejércitos. Raimundo volvía a tener rivales como general de las tropas cruzadas. Con los ejércitos crecidos partieron hacia Jerusalén.
 
Llegaron a Arqa, por supuesto Raimundo dijo que había que conquistarla, aunque los otros líderes preferían pasar de largo y ahorrarse el esfuerzo para llegar en forma a Jerusalén. La cuestión de atacar o no Arqa fue consultada a su «oráculo», Pedro Bartolomé.
Tras meditar, el místico, habló. Se le había presentado San Andrés, Jesucristo y San Pedro. Y le habían dicho que debían atacar Arqa, coincidiendo nuevamente con los deseos de Raimundo.
La Lanza les daría la victoria, aseguraba.
Pero los nuevos cruzados, que no conocían de mucho al monje, sospechaban que todo era una falacia para imponer los deseos del de Tolosa. Se comenzó a sospechar entonces de que la historia de la Lanza del Destino podría ser un engaño.
 
Bartolomé se sintió tan ofendido que solicitó que le pusieran a prueba mediante un juicio divino.
El juicio fue el siguiente: dos hileras de leña fueron dispuestas dejando un pequeño pasillo entre ellas. Los obispos del contingente bendijeron la leña, luego se le prendió fuego. Pedro Bartolomé, vestido solo con una túnica y con la Lanza en alto se puso a caminar por el medio del pasillo ardiente. Dios lo salvaría. Su Lanza lo protegería.
La Fe puede ser muy poderosa… Pero no tanto. El monje sufrió quemaduras de tal gravedad que apenas se tenía en pie cuando llegó al otro lado.
Sufrió 12 días de agonía hasta que falleció; y con él la Lanza de Longino quedó desacreditada. Pero los fieles a Raimundo la recogieron y la siguieron venerando como lo habían hecho hasta entonces.
En el siglo XVIII el cardenal romano Prospero Lambertini afirmó que la lanza de Antioquía era falsa.
 
La punta de aquella lanza que se utlizó en la Cruzada se encuentra en actualmente en Echmiadzin (Armenia) y es una de las muchas registradas como tal.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Nueve Caballeros


Tanto el gótico de las catedrales, las leyendas de caballería, las Cruzadas, y todo cuanto digno de recordar ocurrió en aquellos años, se encuentra bajo un sello eterno empuñado por la mano invisible del Temple.
En el año 1118 Hugo de Payns y sus ocho caballeros que siempre lo acompañaban, llegaban a Tierra Santa, después de un largo viaje por mar y por tierra.
Y como dato adjunto, unos años antes del arribo de los nueve Templarios a la Ciudad Santa, aproximadamente en el año 1098, Godofredo de Boullion, mente maestra y accionaria de la primera cruzada, liberaba a Jerusalen de la conquista árabe.
Muy poco es lo que se conoce, respecto de qué es lo que hicieron aquellos nueve Caballeros Templarios en Jerusalen, y que nada mas y nada menos, estos nueve caballeros, fueron los primeros miembros fundadores de la Orden Templaria.
Y luego de poco mas de medio siglo, Guillermo de Tiro, una especie de biógrafo oficial de la Orden del Temple, mencionó que la misión, muy aparente, que estos nueve caballeros fueron a cumplir a Jerusalen, era simplemente la de custodiar todos los caminos de aquel entonces y lugar, brindando protección a los peregrinos, historia que, de seguro es bastante certera, pero que no es la única, seguro.
El rey de aquel entonces, Balduino I puso toda su confianza en esa insipiente, pero imparable orden que se estaba gestando con el accionar inicial de aquellos nueve Caballeros Pobres de Cristo, es decir, a Hugo de Payns y a sus ocho caballeros. Pero además, aquella buena impresión que el rey obtuvo del Hugo y sus hombres, fue la promotora de varios beneficios hacia aquellos nueve guerreros, de los cuales, uno de esos beneficios, fue el de destinarles alojamiento, justo sobre lo que fueron las caballerizas del antiguo templo de salomón, ni mas ni menos; lugar respecto del cual se barajó la posibilidad de que hubieron existido tesoros y documentos ocultos.
De todas maneras, los nueve años que estos nueve caballeros estuvieron viviendo en Jerusalen, no arrojaron prueba alguna de que solo hubieran concurrido a dicha ciudad santa, únicamente para custodiar los caminos y a sus peregrinos cristianos, además de ser muy pocos integrantes para tan amplio trabajo de seguridad.
Entonces, surge la pregunta, ¿porque no incluyeron a mas guerreros entre sus filas, que únicamente nueve? ¿por qué ninguno de ellos renunció a esa naciente Orden?
Pues bien, lo que sí quedó demostrado, es que, al retornar a Europa, Hugo de Payns y los demás ocho caballeros, fueron recibidos por las mas altas dignidades, tanto del gobierno monárquico de aquel entonces, como del propio papa católico apostólico romano, sin dejar de mencionar, los honores volcados de éstos hacia aquellos nueve Caballeros Templarios.
Y desde esa época, solamente en el lapso de medio siglo mas adelante, la muy flamante Orden del Temple logró extenderse por innumerables lugares por el suelo de aquella Europa medieval, forjando su presencia por medio de castillos, templos, embajadas, granjas, etc., y luego de cien años de este luminoso y productivo comienzo, la Orden del Temple se había convertido en un gran imperio, que abarcaba todo lo que un imperio de nuestros días posee, una fuerte y amplia base edilicia; una economía muy poderosa manejada, en base a una irreprochable disciplina, moral y ética, mediante bancos –como los de hoy en día- siendo la propia orden justamente la creadora de los bancos; también contaban con un gigantesco ejército, una gran casta política y religiosa, y una amplia variedad de librepensadores, y personas de ciencia, en cada lugar en donde la orden ponía su primer y muy digno pié.
No tenían a nadie que les hiciera sombra, ni que se les comparara, en relación a los aspectos recién mencionados.
Pero… ¿y siempre hay un pero no?, como le sucedió y sucederá a todo imperio o como le sucede a toda persona o estado que sobresale por las demás, automáticamente, los propulsores del odio, de la envidia y de la mediocridad, se lanzan a su destrucción de una manera u otra. Dicho y hecho, unos dos siglos mas tarde, la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, u Orden del Temple, fueron destruidos sin que estos opusieran resistencia alguna a tan magna barbarie. Muchos de los integrantes de la orden, fueron encarcelados, torturados y hasta quemados vivos, todas aquellas propiedades nombradas antes, fueron confiscadas y con ello, también su gran riqueza bancaria, con todo lo que esto último significaba.
Pero, ¿a que fueron aquellos nueve fundadores de la Orden del Temple a Jerusalen? ¿qué fue lo que descubrieron en los santos lugares? ¿cómo se pudieron expandir con tanta rapidez? ¿cuál era la verdadera razón de su viaje a Jerusalen? ¿qué secretos guardaban? ¿cual era su verdadera misión? ¿porqué se dejaron destruir si eran el ejercito mas numeroso de Europa? ¿porque no hallaron aquellos supuestos tesoros y documentos? ¿existe la Orden del Temple hoy en día?
Mucho se ha especulado a lo largo de los últimos 250 años, respecto de los Caballeros Templarios, como la posibilidad de que hayan encontrado el Santo Grial, de aquella muy simbólica copa de la que el maestro Jesús tomó el vino en su última cena, o bien, otra corriente especulativa expresa que descubrieron el arca de la alianza, enterrada bajo el Templo de Salomón, pero los mas escépticos, o bien, mejor informados, presumieron que aquellos originales templarios viajaron a Tierra Santa, con el único objetivo de recibir un conocimiento oculto, ancestral y prohibido por la proto Iglesia Católica, y que eran poseedores de diferentes ramas del cristianismo primitivo, como los Maronitas, Nestorianos, Mandeístas, Gnósticos, Esenios, etc., y agrupaciones musulmanas, como los Chiitas, los Ismaelitas, los Hassisin, etc., y por ultimo, los Cabalistas Judios.
De esta manera quedarían explicados diferentes rituales iniciáticos de los templarios, los cuales incluían ritos muy similares a aquellas agrupaciones iniciáticas, ya que, por ejemplo, la característica iniciática, era casi una constante en las sectas, en las proto-religiones y demás ordenes de aquellos tiempos, todas se basaban en el esoterismo, en esa espiritualidad con uno mismo, en el intentar buscar a dios, en ellos mismos, como individuos productos de una divinidad única que todo lo ha creado, sin llegar a concebirse a ésta divinidad, como una entidad antropomorfa. Pues, todo lo contrario. Pero, luego de que fuera conformada la Iglesia Católica, aquella esencia iniciática esotérica, quedó en el olvido, pasando a convertirse, hasta nuestros días, en una búsqueda exotérica, es decir, en una búsqueda de un dios externo a cada individuo, en intentar obtener respuestas desde este supuesto ser omnisciente y con forma humana, en lugar de obtener las mismas respuestas, desde la propia divinidad omnisciente que habita en nuestro interior.
Por otro lado, uno más de los supuestos verdaderos objetivos que aquella inicial Orden del Temple se habría propuesto, era el de dejar su sello constructivo, por medio de sus creaciones arquitectónicas mediante una especial predilección por las formas circulares y de ocho lados, -es decir, octogonales-, de todos sus templos y castillos, como por ejemplo, la iglesia de la vera cruz en Segovia, el Castillo del Monte, etc., como la forma que podemos apreciar hoy en día, de la muy conocida Cúpula de la Roca en Jerusalen, erguida por hermandades de origen árabe, y además aquel sello se aprecia en las catedrales del estilo gótico, repartidas por incontables lugares sobre la faz de la tierra.
Estos caballeros, además de librepensadores, eran muy tolerantes a la diversidad religiosa y al muy enriquecedor vaivén filosófico que supieron mantener entre judíos y musulmanes.
Pero, ¿qué fue lo que pasó para que desaparecieran, para que los exterminaran tan aberrantemente, para que los quemaran vivos en hogueras?
Pues, hubo uno de aquellos envidiosos promotores de la mediocridad que desató su exterminio, y que fue el rey Felipe el Hermoso, debido a que éste acusaba a los templarios, de adorar a un icono o concepto representativo de lo que para la Iglesia Católica, eran doctrinas o filosofías heréticas, y por ende pasibles de castigos de todo tipo hacia quienes las practicaban, como el gnosticismo, el hermetismo, y un gran etc. De filosofías que, en lugar de ser heréticas, enaltecían al hombre a hasta poder hallar dentro de él mismo, a sus propios dioses, es decir, de mejorar su persona, y de conocerse a si mismo.
Muchos historiadores coinciden en que el ideal que portaba la Orden del Temple, era el establecimiento de una sinarquía global, como una especie de único gobierno, fundamentado en una triple asociación, compuesta por: un solo pueblo, es decir, una especie de comunidad europea de hoy en día, pero medieval; un solo monarca elegido por el resultado de los misterios mas profundos de la divinidad; y un único pontífice, como única cabeza que debería reunir a las tres principales religiones de aquel entonces, como el Cristianismo, el Judaismo y el Islamismo.
Entonces, con lo antedicho, se puede llegar a entender el porqué, el rey Felipe IV junto al papa Clemente V, perjeniaron y terminaron, -al menos lo que se mantenía a la vista-, con la Orden de los Caballeros Templarios, y ese porqué, radica en que los templarios comenzaban a atentar indirectamente y sin quererlo, -por medio de la futura puesta en práctica de aquellas tres unificaciones antes nombradas-, contra los intereses monárquicos y de la iglesia católica de aquel entonces. Aquella inminente reforma política, social y religiosa, terminaría con los intereses del rey y su superior, el papa Clemente V, quien representaba al catolicismo de aquel entonces.
Básicamente, a lo que apuntaba la Orden del Temple, era a construir un solo imperio, basándose en el oriente islámico y en el occidente cristiano, conformando con ello, una federación de estados autónomos bajo el mando de un jefe espiritual y uno político, mas una tercera autoridad suprema, e invisible, o bien secreta, para la gran mayoría de las personas, la cual sería el Egregor de la Orden del Temple, encontrándose éste, por encima de los jefes políticos y en lo espirituales.
Y si nos remontamos hacia el año 1127, en Europa, Hugo de Payns y sus ocho caballeros, fueron recibidos por el padre invisible de esa flamante orden, aquel que Dante, -otro gran iniciado templario-, incluiría en su obra, la Divina Comedia, como “el único hombre con acceso al cielo”: bernardo de Clairvaux, el Último Druida, quien se encargó de reglamentar la Orden del Temple, y darle la institucionalidad necesaria, la cual fue aprobada por el papa de aquellos tiempos, Honorio II.
En definitiva, el Temple no solo fue un imperio y creó los bancos y los conceptos de crédito, préstamos, cajas de ahorro, cheques, etc., tan utilizados hoy en día, sino que también, dio el comienzo al concepto de multinacional, ya que la orden actuaba y gestionaba sus posesiones, sus recursos y sus integrantes, como una multinacional de hoy en día.
Y además, muchos años antes de su exterminio, allá por el año 1146, en la denominada segunda cruzada, sino hubiera sido por la intervención templaria, toda la empresa que habían llevado a cavo, habría terminado en un desastre absoluto.
Por otro lado, existen muchas causas que conducen al darle razón de ser al imparable crecimiento material de la orden, ya que en el año 1139, una bula papal les otorgó total derecho, tanto en lo civil como en lo eclesiástico; con lo que, de esa manera, a partir de allí, y hacia el futuro, no deberían rendirle cuentas a nadie mas que al Papa de turno.
Durante su existencia pública, acumularon grandes fortunas ya que muchos nobles eran los que ingresaban en la orden, mas allá de las demás maneras éticas y legales que tenían para obtener dinero por medio de los incontables servicios que brindaban a las comunidades que conformaban la mencionada corporación multinacional.
De esa manera, el patrimonio de la Orden del Temple se fue acrecentando, basados en una combinación de su eficiencia con las armas y con los números, incluso la mayoría de los reyes de Europa, entre los que se encontraba el rey Felipe el Hermoso, futuro verdugo de la orden, confiaban sus tesoros sobre el magnífico y extremadamente confiable poder administrativo del temple.
De todas maneras, la codicia del Rey Felipe, sumado al gran poder militar de la orden, pudieron constituir las razones fundamentales en las que dicho rey se basó para que, en el año 1307, tomara la atroz decisión de exterminar a la Orden y quedarse con todo el poder y las riquezas del temple, y de otros también, ya que codiciaba los bancos que la orden había conformado.
A partir del año 1307, comenzó la acción destructiva y oscurantista del temple, siendo arrestados en Francia, cerca de veinte mil caballeros templarios, sin mas explicación que un inescrupuloso mandato real, y a la aprobación de este hecho, por parte del papa Clemente V, quien aceptó las supuestas pruebas que el rey Felipe le presentó, respecto de todo lo supuestamente condenable en que había incurrido el temple, como la famosa herejía, rituales blasfemos contra la imagen de la cruz al momento de iniciar a los nuevos caballeros, adoración de falsos ídolos demoníacos, como el misterioso Baphomet hermético, sumado esto a otras tergiversaciones o bien, mentiras similares.
En ningún momento de la historia siguiente a su exterminio, se pudieron encontrar pruebas de tales terribles acusaciones del rey Felipe y el Papa Clemente V contra la Orden del Temple, sino que, testimonios de miles de caballeros debieron esgrimirse bajo coacción del verdugo, y bajo torturas y demás vejámenes inimaginables. Por lo tanto, luego de esto, el papa Clemente V disolvió la orden visible en el año 1312 y sus bienes conocidos, confiscados… y digo conocidos, ya que nunca se hallaron los tesoros del Temple.
Los caballeros que lograron escapar de aquel atropello, se refugiaron en España, Inglaterra y Portugal, lugares en donde se los encontró totalmente inocentes por los respectivos reyes de cada lugar.
A lo largo de siete tristes años, cientos o miles de miembros del temple fueron torturados y quemados vivos en la hoguera. Incluso, el último gran maestre visible, el gran maestre número 24 de la orden del temple, Jacques de Molay, estuvo entre los que fueron quemados vivos en la hoguera, el fatídico día 19 de marzo del año 1314.
Hoy en día se puede observar, frente al gran monumento gótico de Notre Dame, el lugar donde el último Gran Maestre "visible" fue llevado, en el justo momento en el que sería su inminente muerte.
De todos modos, antes de morir, Jacques de Molay se retractó de todas las acusaciones que había recibido y obligado a admitir, afirmó y pregonó la inocencia de la orden, e invitó a Felipe el Hermoso y a Clemente V, a unirse al juicio de dios por los crímenes cometidos contra la orden de los Caballeros Templarios. Por lo que, misteriosamente, un poco mas de un año a partir de la muerte del gran maestre, ambos, el Rey y el Papa –sumados a algunos otros partícipes de tal atropello-, habían muerto… de causas naturales.
¿Y que curioso no? Ya que, luego de la disolución de la Orden "visible" del Temple, toda Europa fue ensombrecida por muchos años de un oscurantismo atroz, que no hizo mas que retrasar la evolución normal del ser humano en esa parte del mundo, y por efecto dominó, al resto del planeta; y además, Europa quedó sumida en múltiples guerras, lapso muy oscuro que se conoce como la guerra de los cien años.
Y como les decía antes, la Orden "visible" es la que fue exterminada, debido a que los Templarios que pudieron escapar, conformaron diferentes Ordenes templarias, pero con otros nombres, como la Orden de Cristo, en Portugal, la de San Andres, en Finlandia y la Orden de Montesa en España.
Se especula que, tanto el tesoro nunca encontrado, como los documentos de los Templarios, fueron extraídos muy a tiempo, de Europa, justo antes de que Felipe el Hermoso terminara con la constitución de la Orden del Temple, tesoros y documentos, respecto de los cuales, se dice que fueron llevados a la isla de Chipre, en el mar mediterráneo.
Posiblemente, el sucesor de Jacques de Molay, y con la orden camuflada de otra manera, para que no se asemejara a la del Temple, por simples razones de evitar nuevas persecuciones, fue un hombre llamado Marc Larmenius, con lo que, la tan castigada Orden de los Caballeros Templarios, pudo revitalizarse y llegar hasta nuestros días, con su poder renovado y potenciado, y con sus recuerdos colectivos no olvidados.
Y por supuesto que hay mucho mas que aprender al respecto, pero queda la pregunta que le da la razón de ser a este enigma,en definitiva, ¿qué fueron a hacer aquellos nueve caballeros templarios a la ciudad de Jerusalen?
Allí queda la pregunta…

La Cruz de Caravaca


La legendaria historia de la Cruz de Caravaca tiene su origen en el pueblo de Caravaca de la Cruz,- municipio español situado a unos 63 Km de Murcia,- y en ella se mezcla la historia oficial con numerosas leyendas de la tradición local, que le confieren, a la vez, un caracter mágico y religioso.
 
Etimología
El nombre oficial con el que se denomina a la Reliquia en los documentos es el de ¨Vera Cruz¨, nombre bien significativo, relacionado con el Temple, pues en donde hubo templarios aparece frecuentemente el título de Vera Cruz. Desde la Edad Media se la conoce con este nombre específico: la Vera Cruz de Caravaca, es decir, la verdadera cruz. Se trata de un “lignum crucis”, es decir, un fragmento de la verdadera cruz en la que Jesucristo fue crucificado. El título, juntamente con el de Santa, solamente se aplicaba al leño de Jerusalén, encontrado en el siglo IV por Constantino o por su madre Santa Elena.

La batalla de Iconium



La Batalla de Iconium (también conocida como batalla de Konya) sucedió el 18 de mayo de 1190 durante la Tercera Guerra de Cruzada en la expedición del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico Barbarroja hacia Tierra Santa.
El resultado fue la caída de la ciudad capital del Sultanato de Rum ante las fuerzas imperiales.
Antecedentes
Después de la desastrosa batalla de Hattin y la Toma de Jerusalén, gran parte de los Estados Cruzados fueron capturados por las fuerzas de Saladino.
El papa Gregorio VIII convocó a una nueva cruzada para recuperar la ciudad a manos cristianas y ayudar a las fortalezas restantes de los cruzados. Barbarroja respondió la llamada inmediatamente.
Tomo la Cruz de la Catedral de Maguncia el 27 de marzo de 1188 y fue el primero en partir a Tierra Santa en marzo de 1189 con un ejército de cien mil hombres, entre ellos veinte mil caballeros (algunos historiadores consideran que dichas cifras son exageradas y consideran que solo fue de quince mil hombres, incluyendo tres mil caballeros).
También se le unió un contingente de dos mil hombres del príncipe húngaro Geza, hermano menor del rey de Hungría, Bela III.
Después de atravesar Hungría, Serbia, Bulgaria y el Imperio Bizantino, el ejército llegó a la Anatolia, que estaba en poder del sultanato selyúcida de Rum.
Los turcos ofrecieron que Federico Barbarroja y su ejército pasaran a través de su territorio por el precio de trescientas libras de oro y la «Tierra de los armenios». Barbarroja se negó, supuestamente dijo: «En lugar de hacer un camino real de oro y plata, con la ayuda de nuestro señor Jesucristo, cuyos caballeros somos, el camino tendrá que ser abierto con el hierro».
La deserción era frecuente entre los soldados de a pie, así como la muerte por deshidratación.
Como resultado, los turcos hostigaban continuamente a las fuerzas germánicas, mediante emboscadas y el uso de tácticas de acoso.
Los alemanes, por su parte, lanzaron ataques contra las fuerzas turcas que se encontraban. El 7 de mayo, un ejército turco fue destruido por un destacamento cruzado al mando del duque de Suabia y el duque de Dalmacia cerca de Filomenio, resultando supuestamente por parte de los turcos 4174 muertos.
Más importante que las batallas fue la situación de la logística; los suministros se agotaban, y la moral era muy baja.
A pesar de esto los cruzados continuaron su marcha hasta llegar a Iconium. Llegaron el 13 de mayo.
Batalla
El 14 de mayo, el ejército cruzado encontró y derrotó al principal ejército turco, poniéndolo en fuga.
Registros turcos atribuyen a la victoria de los cruzados alemanes a una devastadora carga de caballería pesada, que supuestamente consistía en siete mil lanceros montados.
Federico insistió en tomar la ciudad, por lo que el 17 de mayo el ejército acampo en la "Tierra del jardín y de placer del sultán" fuera de la ciudad.
Mientras tanto, Qutb al-Din se reagrupó y reconstruyó sus fuerzas después de la primera derrota, y respondió el 18 de mayo.
Barbarroja dividió sus fuerzas en dos: una importante para el asalto a la ciudad, comandada por su hijo, y la otra comandada por él mismo para hacer frente al ejército de campaña turco.
La ciudad cayo fácilmente, el duque Federico dirigió el asalto y tomó los muros de la ciudad con poca resistencia, la guarnición escasa no pudo resistir un intenso combate antes de rendirse totalmente.
La batalla campal fue una contienda mucho más difícil, y se requirió la presencia del emperador para derrotar a la fuerza turca más grande.
El informa que dijo a sus soldados: «Pero ¿por qué nos detenemos, de que tenemos miedo? Cristo reina. Cristo conquista. Cristo manda».
Aunque la lucha fue intensa, los alemanes lograron aplastar a los turcos con relativa facilidad.
Los selyúcidas fueron derrotados una vez más, dejando la ciudad a merced de los alemanes.
Repercusiones
Luego de la victoria, los cruzados descansaron durante cinco días en la ciudad, y continuaron su marcha el 23 de mayo, tomando rehenes turcos para protegerse ellos mismos.
El éxito del ejército imperial alarmó enormemente a Saladino, que incluso desmanteló los muros de los puertos sirios para que no fueran utilizados por los cruzados en su contra.
Pero esto no fue necesario ya que, el 10 de junio, Barbarroja se había ahogado al cruzar el río Saleph.
El hijo de Barbarroja, Federico VI de Suabia, continuó con los restos del ejército alemán, junto al ejército húngaro bajo el mando del príncipe Géza, con el objetivo de enterrar al emperador en Jerusalén, pero los esfuerzos para conservar su cuerpo en vinagre fracasó.
Por lo tanto, su carne fue enterrado en la iglesia de San Pedro en Antioquía, sus huesos en la catedral de Tiro, y su corazón y órganos internos en Tarso.

El Símbolo del Pez



¿Sabías por qué a los Primeros Cristianos o al Cristianismo Verdadero y Original no les gustaba la imagen de Jesús crucificado?
 

El Símbolo del Pez es el Símbolo del Verdadero Cristianismo y con el que se identificaban.
A los seguidores de los primeros siglos en la Verdadera Fé de Cristo les ofendía una imagen que les recordaba la muerte atroz que los romanos infligían a los grandes criminales y que Jesús (Yashuah) tuvo que soportar como si le tratarán como un Criminal.
La imagen de Jesús (Yashuah) crucificado solo empezó a ser venerada siglos después de la muerte de este y fue el Concilio de Nicea, en el año 325 después del nacimiento del Hijo del Hombre,el que autorizó oficialmente la imagen del crucifijo tal como las gentes la usan hoy.
En el siglo IV, el Emperador romano Constantino unió a todas las facciones religiosas bajo una deidad compuesta, y ordenó la recopilación de nuevas y antiguas escrituras en una colección uniforme que se convirtió en el Nuevo Testamento.
 

Curiosamente, fue un emperador romano y pagano Constantino el Grande, quien introdujo la representación de la cruz, pero sin el cuerpo de Jesús. El Imperio romano empezaba a debilitarse y el emperador percibió la fuerza de los Cristianos que se dejaban matar antes que adorar a sus dioses paganos.
Constantino quiso ganarse a aquella gente y de perseguidor del cristianismo pasó a ser la religión oficial. El emperador ganó la batalla y sacralizó el signo de la cruz, que fue aceptado como símbolo cristiano por el Concilio de Nicea en 325 d. C.
Aun así, se trató solo de la cruz desnuda, sin el cuerpo de Cristo. Los primeros crucifijos con Jesús agonizante o muerto aparecen solo en el siglo V y con muchas polémicas.
 

Los cristianos seguían prefiriendo la imagen de Jesús vivo y resucitado. Solo en la Edad Media, más de mil años después de la muerte de Jesús, aparecieron las primeras representaciones de los crucifijos con el cuerpo de Jesús mostrando las señales de dolor, sangrando por las manos, los pies y el costado.
Para "la Teología de la Liberación" por ejemplo, la crucifixión es el símbolo de todos los torturados y asesinados injustamente en la historia de la humanidad y la resurrección, la gran esperanza de todos los excluidos.

Aún todavía hay gente que prefieren seguir con el Símbolo Original y con la Representación de Jesucristo vivo.
A la Iglesia del Poder (Vaticano, ICR nunca le estorbó el Jesús muerto. Temió más bien al Jesús vivo y encarnado, solidario con aquella parte de la humanidad.
 

"Quien tenga oidos... que oiga"

El abacus

 


El Maestre del Temple tenía un emblema particular, al mismo tiempo un bastón de mando espiritual y temporal, junto con el bastón pastoral del obispo, el abacus.
Su etimología es incierta.

Algunos autores le dan como origen el término griego abax, tableta, designando un objeto que asegura la conexión entre dos elementos de un mismo todo; otros dicen que proviene del verbo latino abactio, acción de cazar, sacar.
En este último caso, el abacus sería un objeto de valor claramente mágico y propiciatorio.
La Regla prescribe que, frente a este símbolo, todos los Templarios deben estar a tres pasos de distancia e inclinarse, y que nunca deben tocarlo.
Su origen, que los escritores menos serios afirman ser pitagóricos, es en realidad indoeuropeo y pagano.
Es similar al cetro, bastón o bastón que los antiguos reyes, sacerdotes, jueces y jefes militares usaban como símbolo de su autoridad y poder.

Hugo III de Chipre

Hugo III (en francés, Hugues; c. 1235-24 de marzo de 1284), también llamado Hugo de Antioquía-Lusignan y el Grande, fue rey de Chipre desde 1267 y rey de Jerusalén desde 1268. Nacido en la familia de los príncipes de Antioquía, gobernó efectivamente ambos reinos como regente de los reyes menores de edad Hugo II de Chipre y Conrado III de Jerusalén durante varios años. Prevaleciendo las pretensiones de su primo Hugo de Brienne, sucedió a los dos jóvenes monarcas tras su muerte y parecía dispuesto a ser un líder político y militar eficaz.

Como primer rey residente de Jerusalén desde la década de 1220, Hugo intentó restaurar el dominio real, reafirmar la autoridad real sobre los vasallos continentales cada vez más independientes y evitar una mayor pérdida de territorio a manos de los mamelucos egipcios. Las alianzas matrimoniales le brindaron la lealtad de las familias nobles más poderosas, los Ibelín y los Montfort, pero sus esfuerzos en el continente estaban condenados al fracaso por la hostilidad de los comerciantes venecianos y los caballeros templarios. Sus vasallos insulares, por otro lado, resintieron su determinación de desplegar ejércitos chipriotas en defensa de los Estados cruzados. En 1275 no logró establecerse como regente del Condado de Trípoli. Lo más problemático es que el derecho de Hugo al trono de Jerusalén fue desafiado por su tía María de Antioquía, quien vendió su reclamo a Carlos de Anjou en 1277. Con el apoyo de los venecianos y los templarios, Carlos rápidamente tomó Acre, la única ciudad real que quedaba en el continente. Después de dos intentos fallidos de recuperar Acre, Hugo murió en Tiro, una ciudad continental en poder de los leales Montfort. Fue sucedido por su hijo Juan I.

lunes, 1 de noviembre de 2021

Festividad de Todos los Santos


Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.
 
Oh glorioso Patriarca San José,
intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.
Oremos
Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.

 

San Bernardo y su concepto de Batalla



Uno de los símbolos más interesantes en la doctrina de San Bernardo es el que atañe al concepto de batalla. En la Edad Media y tal vez en la actualidad, este simbolismo podía aplicarse a la vida cotidiana y a la vida espiritual. Dado el carácter instructivo de esta simbología , los textos sagrados de todas las religiones están repletos de lucha.
El arquetipo es el guerrero , que representa el sentido activo y viril . Es quien posee la fuerza y la voluntad que ordenan el mundo de los hombres , su papel es proteger a los débiles, fieles, e indefensos.


Simbología de la Cruz Tau


La Cruz Tau fue adoptada también por los Caballeros Templarios, aparece con frecuencia en la iconografía a lo largo del Camino de Santiago, la misma imagen del Apóstol en el pórtico de la Gloria, lleva un báculo en forma de Tau, símbolo de Sabiduría, la Cruz Tau
corresponde a la última letra del alfabeto hebreo y a la decimonovena del alfabeto griego, aunque también fue un símbolo utilizado en otras culturas como la Egipcia (el símbolo de la vida eterna o cruz ansada: el anj). Fue el santo egipcio San Antón (Antonio Abad) quien primero la usó como distintivo cristiano y por ello es llamada más propiamente como cruz de San Antón., San Francisco de Asís, profesaba una devoción al signo Tau, con ella firmaba cartas, marcaba paredes y sanaba heridas y enfermedades, era signo de conversión y de penitencia, de elección y de protección por parte de Dios, de redención y de salvación en Cristo, este símbolo fue adoptado por los monjes antonianos que se dedicaban sobre todo a la atención de los peregrinos por la enfermedad llamada fuego de San Anton, desde un punto de vista formal recuerda también el símbolo del martillo de thor, era uno de los amuletos mas venerados por los celtas y los germanos...