miércoles, 11 de noviembre de 2020

El Abacus o bastón de mando


Bertrand de Blanchefort, ábacus en mano

En el continente europeo algunos investigadores sostienen (aunque en la actualidad sus planteamientos han sido superados), que ciertas marcas como el mango en espiral llamado ábacus, era símbolo templario que estaba reservado tanto al maestro del gremio de canteros como al Gran Maestre del Templo, sin embargo, con los años los estudios glípticos postulan que ningún signo lapidario transmitía mensajes cifrados o herméticos, sólo comprensibles por unos cuantos iniciados. Lo anterior fue motivado por el hecho de que el maestro de obras, cuando aparece en alguna representación plástica, es personalizado con la escuadra, el compás y la vara, herramientas de trabajo que han sido asociadas a los símbolos fundacionales de la masonería, ya que masones y templarios se vincularon en un momento de su historia, cuando los ejércitos de los Cruzados avanzaban contra los musulmanes en su trayecto hacia Jerusalén y requerían modificar los castillos donados por las órdenes religioso-militares unidas a las Cruzadas, o debían erigir fortificaciones que les protegiera de los ataques que tenían en su camino de la reconquista de Tierra Santa. En la escala del gremio de los constructores y por abajo del maestro de obras, se encontraban los maçons que eran los oficiales canteros y escultores, quizás de ahí la asociación.