sábado, 15 de enero de 2022

La arquitectura Templaria



Hablar de este tema nos lleva de vuelta al origen del Templo de Jerusalén que fue construido durante el reinado del Rey Salomón, en un lugar designado por el Rey David, su padre.

La estructura central del templo tenía 70 metros cúbicos de largo y 20 metros cúbicos.

En una zona detrás del altar principal se encontraba la sala llamada "Sanctum Santorum", que contenía algunos elementos del Tabernáculo, entre ellos el Arca de la Alianza, que - según la tradición- se perdió en el segundo templo.

En la entrada, antes del portal, dos enormes pilares, uno con la letra B y el otro con la letra J, representaban las palabras Boaz & Jaquim. En la liturgia hebrea, simbolizan la dualidad del universo, donde una cosa simplemente existe en función de otra. Sería algo así como: Noche y día, hombre y mujer, bien y mal, correcto y incorrecto, etc....

Cruzando las puertas, una previsión llamada Lugar Santo, con dos filas paralelas, con 5 candelabros cada una.
Centro de mesa para palitos de incienso en la parte trasera, una puerta hecha de madera de oliva, y una escalera, que llevaba a una habitación especial, llamada "Sanctum Santorum". En esta habitación estaba el Arca de la Alianza.
El techo era ondulado, con una representación del cielo estrellado, la luna y el sol.

El templo estaba frente al este.

En el lugar donde una vez se encontraba el templo de Salomón, que les fue dado por el rey Balduino II, los templarios encontraron, entre otras cosas, algo muy valioso, es decir, una arquitectura sagrada apoyada en un simbolismo altamente esotérico, originario de los antiguos constructores egipcios. Era una geometría sagrada llena de simbolismo cabalístico, alquímico y litúrgico.

Las grandes catedrales góticas fueron construidas unos años después de la fundación de la Orden del Temple, es un hecho que la relación familiar y espiritual entre Hugo de Payens y San Bernardo de Claraval no nos es extraña.

Cuando le preguntaron sobre la naturaleza de Dios, S. Bernardo respondió: "Es la longitud, la anchura, la altura y la profundidad", una respuesta en la línea de la filosofía de Pitágoras, que decía que esas eran las "Geometrías de Dios".