miércoles, 19 de enero de 2022

Guerra Medieval: Los asedios


Un asedio, sitio o cerco es un bloqueo militar prolongado a una posición, que suele ir acompañado del asalto a esta, con el objetivo de su conquista mediante la fuerza o el desgaste. Tiene lugar cuando un atacante se encuentra con una ciudad o fortaleza que rechaza la rendición y no puede ser tomada fácilmente mediante un asalto frontal. Suele conllevar el rodeo del objetivo y el bloqueo de las líneas de abastecimiento, normalmente apoyado por maquinaria de asedio, bombardeo de artillería y la construcción de túneles subterráneos para reducir las fortificaciones.

Los asedios probablemente surgen en la historia junto con el desarrollo de las ciudades a grandes centros de población. Las ciudades antiguas de Oriente Medio, por ejemplo, ya muestran restos arqueológicos de murallas fortificadas. Durante el Renacimiento y la Edad Moderna, los asedios dominaron la forma de guerra en Europa hasta tal punto que Leonardo da Vinci, por ejemplo, ganó gran parte de su renombre mediante el diseño de fortificaciones en su estudio. Las campañas medievales generalmente se diseñaban mediante una sucesión de asedios.
 

Si el castillo o plaza esta bien defendido, las opciones que tenemos es un asedio con la finalidad de rendir la fortaleza por hambre y utilizar máquinas de asedio para destruir las defensas fortificadas.Teniendo que tener cuidado ,porqué en muchas ocasiones, viene ayuda de otros reinos, y tenemos que estar preparados para los ataques desde el castillo y los que han venido, pues dado el caso el sitiador pasaría a ser sitiado.
 
Cómo ingenios medievales tenemos la catapulta (la cual a su vez incluye el onagro), la ballista (o ballesta) y el trabuquete, todos utilizados para hostigamiento y derrumbe de defensas con el fin de debilitar al asediado ante el posible ataque final de la infanteria, haciendo uso esta a la vez, de torres de asalto y otros ingenios para derribos de puertas o muros endebles, como el ariete.
Estas máquinas utilizan energía mecánica para lanzar grandes proyectiles para destruir las murallas.
 
En Europa, la catapulta la inventó Dionisio I de Siracusa en el año 399 a. C.
También utilizaremos el ariete y la torre de asedio, su uso en perfecta combinación nos dará el éxito en el asalto y toma del bastión.
Otra forma es con largas escaleras apoyadas sobre la pared, pero no sobre fortificaciones de altas dimensiones, y además el escalador estará indefenso, por lo tanto no se usaran al principio del asalto.

Cuando la torre de asedio abra camino,pondremos más escaleras, para que nuestros soldados entren en la fortaleza e intenten abrir las puertas, para entrar con el mayor número de refuerzos, como la caballería.
 

También tenemos el trabuquete, que tiene mayor radio de fuego que la catapulta , la suelen utilizar sobre todo en Asia para mandar animales (incluidas las personas) muertos por enfermedad, y haremos que los sitiados se rindan, si no quieren morir de epidemias, a modo de una rudimentaria guerra bacteriológica.
 
Si esto no nos da resultado, usaremos el fuego alrededor de las murallas para intentar descomponer el cemento que sujeta a las piedras unas con otras haremos temblar los cimientos con túneles excavados bajo las murallas, a modo de mina.
Los dejaremos morir de hambre, controlando todas las salidas de la fortaleza, e impidiendo que nada ni nadie salga o entre;  interrumpiendo sus comunicaciones y lineas de suministros. Minando la moral, y debilitando por hambre y sed, junto con acciones de contaminación de sus pozo y  destrucción de cosechas.
 
 Un asedio militar puede tener cuatro posibles desenlaces:
  • Los defensores pueden romperlo sin ayuda externa, en cuyo caso se dice que han mantenido la posición.
  • Si los defensores logran vencer gracias a ayuda del exterior, se dice que se ha levantado el asedio.
  • Si el asedio finaliza con los atacantes tomando el control de la ciudad o fortaleza asediada, pero los defensores logran escapar, se dice que la ciudad ha sido evacuada.
  • Si los atacantes salen victoriosos y logran destruir o capturar a los defensores, se dice que la ciudad o fortaleza asediada ha caído.