lunes, 12 de octubre de 2020

San Blas y San Julián

Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de Sebaste (Sebastensis armenorum) en Armenia (actual Sivas, Turquía), y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV.

Su culto se extendió por todo Oriente, y más tarde por Occidente. En la Edad Media, se llegaron a contabilizar solamente en Roma 35 iglesias bajo su advocación. Su festividad se celebra 3 de febrero en las Iglesias de Occidente y el 11 de febrero en las de Oriente.

Se le considera patrono de los enfermos de garganta (faringe) y de los otorrinolaringólogos. También es patrono de la República del Paraguay, de numerosas localidades españolas y de Dubrovnik (Croacia). En esta ciudad, su festividad es emblemática y casi milenaria (se remonta como mínimo al año 1190) y se incorporó en 2009 a la lista del patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.


San Julian 

El hospitalario, cuyo culto se extendió durante los siglos medievales por todo el norte de la Península Ibérica, coincidiendo con las etapas de la peregrinación y ayudando siempre a los romeros, tuvo premoniciones que las llevo a cabo, al llegar a su casa tras una campaña, lo primero que vio fue su lecho ocupado por dos bultos temió el adulterio y no dudo en desnudar su espalda y dar muerte a aquellos seres, que no eran otros que sus progenitores, tal como el ciervo le había pronosticado fruto de una visión divina, marchándose del lugar donde se dedico a ayudar a los peregrinos.