martes, 8 de febrero de 2022

San Juan de la Peña, en busca del Santo Grial.


El Cáliz sagrado, que fue identificado durante años como el Santo Grial, y del que hoy día el Monasterio Viejo guarda una réplica, ya que el original se encuentra en la catedral de Valencia.
Hay muchas contradicciones en el itinerario seguido por esta reliquia desde Jerusalén, aunque casi todas las fuentes coinciden en señalar a San Lorenzo como el que escondió la pieza, a instancias del Papa Sixto II, y se las arregló para que llegase a su Huesca natal, lo que provocó su martirio y que terminase sus días sobre una parrilla. Era un momento de persecución de los cristianos y Lorenzo custodiaba los bienes eclesiásticos en Roma, incluido el cáliz llegado desde Jerusalén, y donde debía ser utilizado en la liturgia por el papado.
No podemos encontrar documentación de la época ya que es la tradición oral la que da lugar a los textos sobre el santo, que siglo y medio después de su muerte, recogerá San Agustín. En cualquier caso lo que si deja huella escrita es la donación que de la pieza hacen los monjes del monasterio de San Juan de la Peña al rey Martín I de Aragón, llamado el Humano, en 1399. La llegada del la pieza a Zaragoza, se recoge en un acto celebrado en el Palacio de la Aljafería donde se menciona de nuevo al bienaventurado Lorenzo que envió el cáliz al reino de Aragón.