martes, 25 de julio de 2023

Conrad de Turingia V Gran Maestre de la Orden Teutónica


Conrad era el hijo menor de Hermann I  de Turingia y Sophia, hija de Otto I , duque de Suavia y Baviera . Su hermano mayor, Luis IV de Turingia, está casado con Isabel de Hungría . Cuando Luis murió en 1227 , durante la Sexta Cruzada , su hermano Enrique se convirtió en regente de Hermann II , el hijo menor de Luis. Conrad toma el título de conde de Gudensberg en Hesse y ayuda a su hermano a gobernar.

Tras la muerte de Isabel de Hungría en 1231 , Enrique heredó Turingia para él y con Conrad, trabajó para consolidar su poder. Conrad se opone a menudo a Siegfried III , arzobispo de Mainz . También puso sitio a la ciudad de Fritzlar en 1232 , pero tuvo que rendirse.

Isabel había fundado un hospital en Marburgo con la intención de legarlo a la Gran Bailía de Brandeburgo de la Orden de San Juan de Jerusalén , pero Conrado de Marburgo se opuso. El Papa Gregorio IX envía una comisión para resolver el asunto. La2 de agosto de 1232, éste se pronuncia a favor de Conrado de Marburgo. En el verano de 1234 , Conrad de Turingia fue a Roma y convenció a la Curia de ceder el hospital y la iglesia de Marburgo a los caballeros teutónicos que, el año anterior, habían fundado una casa en la misma ciudad.

En noviembre, Conrad deja de lado su título temporal y entra en la Orden Teutónica . Al año siguiente, se unió a la comisión en Roma que representó a su cuñada en el proceso de canonización y permaneció en la corte papal hasta que ella fue santificada.

A la muerte de Hermann von Salza , Conrad se convierte en el quinto Gran Maestre de los Caballeros Teutónicos. A principios del verano de 1240 , durante un viaje a Roma, enfermó y murió. Está enterrado en la Iglesia de Santa Isabel en Marburgo. Fue el primer noble de alto linaje en unirse a la orden militar. 

Santiago apóstol: Patrón de España.


Santiago de Zebedeo, también conocido como Santiago el Mayor, (en griego antiguo: Ἰάκωβος, Ἰákobos) fue, según diversos textos neotestamentarios (Evangelios sinópticos, Hechos de los Apóstoles), uno de los apóstoles más destacados de Jesús de Nazaret. Es conocido en la tradición cristiana como Santiago el Mayor para distinguirlo de otro miembro del grupo de los doce, Santiago el Menor. Nacido probablemente en Betsaida (Galilea), fue hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan. 

Santiago de Zebedeo pertenecía al llamado «círculo de dilectos» de Jesús que estuvo con él en ocasiones especiales: en la resurrección de la hija de Jairo, en la transfiguración y en el huerto de Getsemaní, donde Jesús se retiró a orar en agonía ante la perspectiva de su pasión y muerte. También fue testigo privilegiado de las apariciones de Jesús resucitado y de la pesca milagrosa en el mar de Tiberíades. Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, Pentecostés encontró a Santiago en espera orante, siempre como uno de los máximos referentes de la primera comunidad cristiana, junto con Simón Pedro y Juan. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el patrono de España.

Datos Evangélicos

Era hijo de Zebedeo (cf. Mt 4:21) y tenía un hermano llamado Juan, que sería asimismo discípulo de Jesús (cf. ibid). Probablemente su madre Salomé también seguía a Jesús (cf. Mt 20:20). Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «Boanerges» (Mc 3:17), que, según el mismo evangelista afirma, quería decir «hijos del trueno» por su carácter impetuoso; el episodio narrado por Lucas, en que Santiago y su hermano Juan desean invocar a Dios para que consuma a fuego una ciudad de samaritanos (Lc 9:54), hace honor a este nombre. Santiago fue uno de los primeros que recibieron el llamamiento de Jesús, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano (Mc 1:19). Más tarde será llamado a formar parte del más restringido grupo de los Doce (cf. Mt 10:3). Junto con su hermano Juan y con Simón Pedro, tiene un trato privilegiado con Jesús: es testigo presencial de la resurrección de la hija de Jairo (Mc 5:21-43), de la transfiguración de Jesús (Lc 9) y de la oración en el Huerto de los Olivos (Mc 14:33). Igualmente formó parte del grupo restringido de discípulos que fueron testigos del último signo realizado por Jesús ya resucitado: su aparición a orillas del lago de Tiberíades y la pesca milagrosa (Jn 21:1-8). Los Hechos de los Apóstoles registra su presencia en el Cenáculo en espera orante de la venida del Espíritu Santo (Hch 1:13). Santiago es condenado a muerte y decapitado por orden del rey de Judea Herodes Agripa I (Hch 12:2). Por este dato se puede fechar la muerte de Santiago entre los años 41 y 44, pues fueron los años en que Agripa I fue rey de Judea.
 

Datos de la tradición medieval

Según una tradición medieval, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules. Según el escritor gaditano Fray Gerónimo de la Concepción, Santiago fue quien consagró el Templo de Hércules a San Pedro (en el islote Sancti Petri). Siguió bordeando la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Una tercera versión postula su llegada a Carthago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.

En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que este hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por San Pedro. Son los siete Varones apostólicos. La tradición de los Varones Apostólicos los sitúa junto a Santiago en Zaragoza cuando la Virgen María se apareció en un pilar.

De acuerdo a la tradición cristiana, hacia el año 40, el 2 de enero, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —mucho antes de su asunción—, y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.

Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano.​ No obstante, el papa León XIII, reafirmó en 1884, en forma de Bula Papal, la pertenencia de los restos al apóstol, tras mandar analizar los restos conservados dentro de la tumba.

La tradición que sitúa a Santiago el Mayor fuera de Jerusalén, poco antes de su martirio, la recogen diversos apócrifos neotestamentarios (El libro de la Dormición de María, etc.), todos ellos anteriores al "descubrimiento" de la Tumba del Apóstol. Según estos relatos, cuando María ve cerca su muerte, recibe la visita de Jesucristo resucitado. Ella le pide estar rodeada por los apóstoles en el día de su muerte, pero todos ellos están dispersos por el mundo. Jesucristo le concede su deseo y permite que sea la misma María, por medio de aparición milagrosa, quien avise a sus discípulos. La aparición de María a Santiago se habría producido sobre un pilar en Caesaraugusta (actual Zaragoza), columna que se sigue venerando en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en la capital aragonesa.

Santiago habría hecho todo el viaje de vuelta desde España hasta Jerusalén para encontrar a María, madre de Jesús de Nazaret (ya que ella seguía viva allí, en la capital de Judea) antes de su dormición, hallando la muerte ante Herodes Agripa en el martirio. La leyenda se cierra con que dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro, habrían llevado su cuerpo (conservado de alguna manera) por el mar Mediterráneo en una mítica embarcación de piedra y habrían costeado el Atlántico nuevamente hasta Galicia, donde lo habrían enterrado justamente en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro lo halló en el siglo IX.
 

La tumba del Apóstol

Alrededor del año 813, o 820 según otras fuentes, en tiempos del rey de Asturias Alfonso II el Casto, un ermitaño cristiano llamado Paio (Pelayo) le dijo al obispo gallego Teodomiro, de Iria Flavia (España), que había visto unas luces brillando sobre un monte deshabitado. En el mismo hallaron una tumba, probablemente de origen romano, donde se encontraba un cuerpo decapitado con la cabeza bajo el brazo. El rey ordenó construir una iglesia encima del cementerio, origen de la Catedral de Santiago de Compostela, epíteto que proviene de campus stellae: «campo de las estrellas», debido a las luces que aparecieron sobre el cementerio, o bien de compositum tellus, es decir: «Terreno bien dispuesto».

En el mes de mayo de 1589, Francis Drake amenazó Compostela después de desembarcar en La Coruña. El Arzobispo, Juan de Sanclemente, acordó con el Cabildo de la Catedral ocultar cuanto de importante había en ella. Por ello, los restos fueron depositados en un escondrijo dentro del ábside de la capilla mayor, detrás del altar. Tales restos fueron encontrados a treinta metros de profundidad respecto del suelo en las excavaciones realizadas en la Catedral en 1878 y 1879 por Antonio López Ferreiro. La configuración actual de la cripta bajo el altar procede de las excavaciones realizadas a finales del siglo XIX. Los restos fueron depositados en una urna de plata realizada en 1886 por los orfebres Rey Martínez, dentro de un cofre de madera forrado con terciopelo rojo y con tres compartimentos, para Santiago, Atanasio y Teodoro.

En tales excavaciones, se pudo encontrar, entre los restos de un mausoleo romano, una inscripción sepulcral en griego, Athanasios martyr y los restos de tres personas distintas: dos de edad mediana y una en el último tercio de vida, lo que llevó a identificarlos con los tradicionales Santiago y sus discípulos Atanasio y Teodoro. No obstante, el papa León XIII nombró una Congregación extraordinaria para el estudio de estos restos. Los documentos enviados a Roma, sin embargo, no le satisficieron, enviando a Monseñor Agostino Caprara, Promotor de la Fe en el proceso, a Santiago para que examinara sobre el terreno los restos y tomase declaración a quienes intervinieron. Caprara, no obstante, mandó analizar primero el presunto resto de Santiago venerado en Pistoia, tarea que estuvo a cargo del Doctor Chiapelli, quien dictaminó que se trataba de una apófisis mastoidea derecha con restos de sangre coagulada, pieza que habría sido separada a consecuencia de una decapitación.

El 8 de junio de 1884 llega a Santiago, y en el examen se constata que uno de los tres cráneos carece de apófisis mastoidea derecha. La resolución de la Congregación fue publicada el 25 de julio del mismo año, festividad de Santiago. León XIII publicó el 1 de noviembre del mismo año la Bula Deus Omnipotens, donde hacía un repaso a la historia del Santuario y llamaba a emprender nuevas peregrinaciones a Santiago.

Sin embargo, quedaba por constatar la datación cronológica de los restos, lo que llevó a mediados del siglo XX a voces críticas. Así, Claudio Sánchez Albornoz:

    ...pese a todos los esfuerzos de la erudición de ayer y de hoy, no es posible, sin embargo, alegar en favor de la presencia de Santiago en España y de su traslado a ella, una sola noticia remota, clara y autorizada. Un silencio de más de seis siglos rodea la conjetural e inverosímil llegada del apóstol a Occidente, y de uno a ocho siglos la no menos conjetural e inverosímil traslatio. Solo en el siglo VI surgió entre la cristiandad occidental la leyenda de la predicación de Santiago en España; pero ella no llegó a la Península hasta fines del siglo VII.
    C. Sánchez Albornoz: "En los albores del culto jacobeo", en Compostellanum 16 (1971) pp. 37-71.

Por una parte, se ha documentado arqueológicamente la existencia previa de una necrópolis dolménica y luego de un cementerio utilizado en época romana y sueva. Estos descubrimientos prueban que Compostela era una necrópolis precristiana, pero no resuelven la cuestión respecto a la tumba de Santiago, cuyos restos podrían pertenecer bien al mismo apóstol (el tráfico de reliquias comenzaba a desarrollarse en ese periodo), bien a cualquier otro mártir cristiano. Incluso se ha propuesto que se trata de los restos de Prisciliano. En 1955 se encontró, en las proximidades de la tumba, la cubierta sepulcral de Teodomiro, lo que confirma que quiso enterrarse en el lugar de su propio hallazgo.

En 1988, dos académicos de la Real Academia de la Historia, el filólogo Isidoro Millán González-Pardo y el arqueólogo Antonio Blanco Freijeiro, afirman haber hallado la inscripción martyr y una referencia a Atanasio en una piedra datada a finales del s. I o principios del s. II, lo cual, sostienen, confirma indirectamente la presencia en el lugar de los restos del Apóstol.​

Estudios arqueológicos muestran que en el actual santuario Compostela existió, desde el siglo I, un pequeño (no más de una hectárea) asentamiento hispanorromano junto al cual hubo un cementerio, algunas de cuyas lápidas han sido halladas y leídas. Entre ellas se encuentra la de una familia, llamada Modesta.​ Una de ellas, en mármol, fue encontrada en la antigua cripta y corresponde a una dama del siglo II, llamada Atia Modesta.​

Un estudio desarrollado por Enrique Alarcón,9​10​ profesor de Filosofía de la Universidad de Navarra, publicado el 24 de junio de 2011, en el ámbito de la clausura de la «Cátedra Camino de Santiago», ampliado en un estudio de 201311​ y reeditado en un volumen en colaboración con Piotr Roszak, ​ se basa en un estudio epigráfico sobre reproducciones fotográficas de las inscripciones mencionadas, por no tener acceso a los originales. El catedrático, cuyos estudios no han sido publicados en revistas de arqueología, considera que evidencian un culto funerario particular a Santiago, al menos ya en el siglo II, en la cripta, parte de un complejo funerario de la dama romana Atia Modesta a quien Alarcón considera cristiana y no pagana como otros estudiosos.13​14​

Además, afirma haber hallado la inscripción Ya'akov (Santiago, en hebreo), con simbología propia de la estética sepulcral judeocristiana del s. I., análogas a las halladas en los osarios de Dominus Flevit. Añade que una de las inscripciones contiene referencias a la fiesta judía de Shavu'ot con representación de panes rituales e indica que estos panes dejaron de usarse en torno al 70 con motivo de la destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos, lo que posibilitaría ubicar cronológicamente la tumba.


Reliquias

El Monasterio de Cañas posee una reliquia que, se supone, contiene las herraduras del caballo de Santiago, que recogería Diego López II de Haro en la batalla de las Navas de Tolosa y entregaría a su hija Urraca Díaz de Haro, cuarta abadesa del monasterio.
 

Santiago contra el islam

En el siglo XII se redacta en Santiago de Compostela el llamado Privilegio de los Votos, que atribuye al rey Ramiro I una victoria frente a los moros en Clavijo en 844, victoria obtenida gracias a una aparición de Santiago. Agradecido, el rey habría hecho el voto de que todos los habitantes pagasen al Apóstol, o sea a su santuario, una cantidad anual. Según este mismo documento, la victoria en Clavijo puso fin a la entrega anual a los enemigos de un vergonzoso tributo de cien vírgenes cristianas. La primera representación de Santiago a caballo, de principios del siglo XIII en la catedral compostelana, muestra las doncellas arrodilladas ante el caballo de Santiago.

El miles Christi medieval, imagen poco frecuente, se convierte a partir de la segunda mitad del siglo XV y a lo largo del siglo XVI en Santiago Matamoros, defensor del catolicismo frente a todos sus enemigos: los turcos, los herejes y los paganos, cuyos cuerpos o cabezas ruedan entre las patas de su caballo.
 

El Camino de Santiago

El descubrimiento de la tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua "Vía del Finisterre", ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo. De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente, y se puede afirmar que los celtas - en el primer milenio antes de nuestra era - recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.

En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo.
 

Fiestas en su honor

 
Como Patrono de España que es, Santiago el Mayor (más conocido como Santiago Apóstol) también lo es de numerosos pueblos y ciudades que el día 25 de julio celebran en su honor fiestas religiosas. Santiago de Compostela (La Coruña) es la ciudad que mayores fiestas organiza en su honor. La catedral de la ciudad acoge esos días la mayor afluencia de peregrinos del año.

Coincidiendo con el patronazgo de España, Santiago el Mayor es patrono asimismo del Arma de Caballería del Ejército de Tierra. La frase final del Himno de esta arma es una de las más conocidas de España en la reconquista:

    Santiago y cierra, España

Igualmente, es el patrono de la comunidad autónoma española de Galicia, celebrándose su festividad el Día Nacional de Galicia,cada 25 de julio en la ciudad de Santiago de Compostela (La Coruña).

Además de Santiago de Compostela (La Coruña) otros pueblos españoles repartidos por todo el territorio nacional tienen celebraciones en honor a Santiago Apóstol. Procesiones, misas y ruegos junto a verbenas, conciertos o actividades infantiles se realizan, por ejemplo, en la localidad de Albaladejo (Ciudad Real), Navas de Oro (Segovia), Moratones (Zamora) o Santiago de Aravalle (Ávila). También es patrón en la ciudad de Moncada (Valencia) y en numerosos pueblos de la Sierra de Guadarrama, como Collado Villalba (Madrid), Colmenarejo (Madrid) o Santa María de Robledo (Segovia).

En Ermua (Vizcaya) es también patrono: la iglesia parroquial de Santiago Apóstol data de 1600; es un bello edificio renacentista. Es del tipo de iglesia de una nave de tres tramos con capillas laterales altas entre los estribos. En frente de la nave hay, además, una capilla mayor ochavada más estrecha. Está cubierta por bóveda de crucería y posee un coro y dos capillas barrocas. El encargo de finalización de las obras que el arzobispo Andrés de Orbe y Larreátegui realizó a Sebastián de Lecuona, lo completó su cuñado Joseph de Zuaznabar. El mobiliario refleja la intervención del rico cardenal. Destaca el retablo mayor, el órgano y la capilla privada del arzobispo y su tumba. El retablo está hecho en madera de nogal, de estilo barroco, con columnas salomónicas a los lados. En sus hornacinas hay una serie de esculturas policromadas. El retablo está sin policromar, entre el que destaca Santiago cabalgando sobre los moros en la batalla de Clavijo. El órgano es del mismo tipo que el retablo, monumental y sin policromía. Hay otros pequeños retablos de madera dorada en estilo protorrococó y rococó.

En las islas Canarias, Santiago es patrono de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital de la isla de Tenerife, así como del municipio de Santiago del Teide (Santa Cruz de Tenerife). Igualmente, la Villa de Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife), al norte de Tenerife, fue puesta bajo la protección del Apóstol desde que el 25 de julio de 1496 se dio por concluida, en estas tierras del antiguo Menceyato de Taoro, la fase bélica de la conquista de Tenerife, erigiéndose, ese mismo día, el templo de la Parroquia Matriz del Apóstol Santiago, en cuyo interior se conserva parte de un antiguo retablo a pincel que recogía la vida del Apóstol, y del que hoy se conservan tres tablas que conforman el famoso Tríptico de Santiago, obra salida del pincel del destacado obrador europeo del Maestro de Delft. En la isla de Gran Canaria, Santiago es el patrono del municipio de Gáldar (Las Palmas), en donde se encuentra la iglesia del mismo nombre, que es la primera sede jacobea fuera del territorio peninsular y que cuenta con las gracias jubilares para celebrar el Año Santo Jacobeo con los mismos privilegios que la catedral de Santiago de Compostela. Cuenta con su propia ruta peregrina oficial que une Santiago de Tunte con Santiago de Gáldar (Las Palmas). 

jueves, 13 de julio de 2023

Hermann von Salza IV Gran Maestre de la Orden Teutónica


Hermann von Salza (Langensalza, Turingia, c. 1179-20 de marzo de 1239) fue el cuarto gran maestre de la Orden Teutónica, desde 1209 hasta 1239, y uno de los más importantes e influyentes políticos de su época.
 

Biografía

Nació en una familia ministerial en Langensalza, cerca de Eisenach, en la región alemana de Turingia, posiblemente alrededor de 1179. Se desconoce cuándo entró de la Orden Teutónica, pero sí se sabe que consiguió llegar a ser gran maestre de dicha orden en 1209. Estuvo dedicando gran parte de su tiempo en sus primeros años de Maestre en el mar Mediterráneo. Durante esta primera parte de su maestrazgo estuvo sirviendo en la Corona de Aragón y en Livonia. En 1211 Von Salza dirigió una expedición contra los cumanos a instancias del rey Andrés II de Hungría, pero los húngaros se quejaron de la presencia de la Orden Teutónica. Fue amigo y consejero del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II Hohenstaufen, siendo incluso mediador en las negociaciones entre el emperador y el papa Honorio III, quien también reconoció las cualidades del maestre y de su orden, reforzando el estatus de esta.

Acompañó a Federico II a la Quinta Cruzada, luchando con bravura en la conquista de Damietta en 1219, hecho que le fue bien reconocido y condecorado por el que era regente de Jerusalén, Juan de Brienne. Hermann convenció a Federico para que dirigiera la Sexta Cruzada ante la llamada del nuevo papa Gregorio IX. Sin embargo, el emperador contrajo la malaria y se demoró en ir hacia Tierra Santa, hecho que enfureció al Papa y le hizo pensar que era una excusa para no cumplir el voto de cruzada y fue propuesto para ser excomulgado, hecho que confirmaría Inocencio IV en 1245. Una vez recuperado, Federico reanudó la marcha y fue hacia los Santos Lugares. Una vez allí, Hermann von Salza fue parcialmente responsable del matrimonio del emperador con la hija de Juan de Brienne, Yolanda, la que sería Isabel II de Jerusalén en 1225. Pero esta fallecería en 1228 dejando a Federico sin poder ninguno; solo tenía el derecho de proteger al heredero al trono, su hijo Conrado II Hohenstaufen. Federico llegó a reconquistar de nuevo Jerusalén para los cristianos mediante la vía diplomática con los jurazminíes, gobernadores musulmanes de los Santos Lugares. Las reuniones mantenidas para tal fin fueron realizadas por los negociadores de al-Kamil, Fakhr ad-Din y Salah ad-Din de Arbela y por los de Federico II, Von Salza, Guillermo de Éxeter y Pedro de Winchester. Sin embargo, la devolución de Jerusalén a manos cristianas no gustó al papa, y los Templarios y los Hospitalarios dejaron de prestar apoyo, tanto a Federico como a Von Salza. La entrada en la ciudad se celebró el 17 de marzo de 1229, con presencia de von Salza.

De retorno a Europa, Hermann fue el encargado de respaldar a Federico II, pese a que los nobles del imperio se le habían rebelado por la propuesta de excomunión. También luchó contra los paganos de Prusia a petición de Conrado I de Mazovia. Organizó las bases para la expansión germana por la Europa oriental organizando una larga campaña en 1230 para cristianizar las regiones del Báltico y formar un verdadero Estado feudal en Prusia gobernado por la Orden Teutónica, que subsistiría hasta el siglo XV.

Von Salza posteriormente visitó al papa y al emperador para llevar a la Orden nuevos privilegios y donaciones. Además los Hermanos Livonios de la Espada fueron incorporados a la Orden Teutónica en 1237. Siguió teniendo un papel destacado otra vez como mediador entre el papa Gregorio y Federico, pero esta negociación se rompió a la muerte de Von Salza.

Dentro de la Orden, sin embargo, los caballeros llegaron a estar insatisfechos ante la ausencia de su gran maestre, ya que este estaba más inmerso en la vida política. Fue reclamado por sus caballeros, pero ya se vio incapacitado para ser líder religioso y pronto se retiró a Salerno en 1238. Murió el 20 de marzo de 1239. 

Ora et labora


El lema "ora et labora" (reza y trabaja) es un principio fundamental de la orden benedictina, cuya regla fue escrita por San Benito de Nursia en el siglo VI. Este lema refleja la importancia que San Benito dio a la vida equilibrada entre la oración y el trabajo.
La oración era considerada por San Benito como una actividad esencial para el crecimiento espiritual y la búsqueda de la comunión con Dios. El tiempo dedicado a la oración diaria incluía tanto la celebración de la Liturgia de las Horas, como la oración personal y la lectura espiritual. Para San Benito, la oración era una forma de cultivar la relación con Dios y fortalecer la vida interior.
Sin embargo, San Benito también enfatizó la importancia del trabajo y la vida comunitaria. Para él, el trabajo no solo tenía un propósito económico, sino que también se consideraba una forma de ser partícipe en la obra de Dios y de contribuir al bien común. La vida laboral de los monjes benedictinos estaba organizada en torno a la labor manual, como la agricultura, la jardinería, la carpintería o la fabricación de productos artesanales.
El lema "ora et labora" es una llamada a la integridad y al equilibrio en la vida monástica, pero también puede aplicarse a la vida cotidiana de las personas en general. Se nos invita a cultivar la vida espiritual a través de la oración y, al mismo tiempo, a realizar nuestras tareas y responsabilidades laborales con diligencia y dedicación. Este lema nos recuerda que la vida espiritual y la vida laboral no deben verse como opuestas, sino como complementarias, y que ambas deben ser vividas con una actitud de servicio y amor hacia Dios y hacia los demás.

 

miércoles, 5 de julio de 2023

Heinrich von Tunna III Gran Maestre de la Orden Teutónica


Heinrich von Tunna, también llamado Heinrich Bart (o Herman Bart ; † 2 de junio de 1209 ), fue el tercer Gran Maestre de la Orden Teutónica entre los años 1208 y 1209.Fue el ministro del Landgrave Hermann I de Turingia, conde palatino de Sajonia. Probablemente era miembro de la familia von Thüna.En 1208 peregrinó hacía Tierra Santa. Para financiar su viaje, cedió una zona del bosque en el Ettersberg que le pertenecía al monasterio de Reinhardsbrunn y recibió 10 marcos de plata por ello.
Ya en Palestina ingresó a la Orden Teutónica y fue elegido Gran Maestre ese mismo año. Las causas de su rápido ascenso aún no están claras. Murió en el año 1209 y fue enterrado en Acre. Fue sucedido por Hermann von Salza
 

La medalla de San Benito


La medalla de San Benito es una medalla sacramental cristiana que contiene iconografía relacionada con san Benito de Nursia y es usada por creyentes católicos, anglicanos, los metodistas y ortodoxos de occidente.
Es una de las medallas más antiguas de la cristiandad, de Jesús y quienes la portan creen que tiene poder contra el mal.
El anverso de la medalla presenta una imagen de Benito de Nursia y el reverso tiene, entre otras cosas, las iniciales de la frase Vade retro satana, una fórmula católica de origen medieval que deriva de una frase que el Evangelio de Marcos (8:33) pone en labios de Jesús de Nazaret.
La medalla de San Benito, conforme a la tradición cristiana, debe ser exorcizada y bendecida por un sacerdote católico benedictino.
 

HISTORIA
 

La fecha exacta sobre la manufactura de la primera medalla de San Benito se desconoce.
En algún punto de la historia de esta devoción cristiana se encontraron letras en la parte de atrás de la medalla.
En el año 1647, unas mujeres fueron juzgadas por hechicería, y en el proceso declararon que no habían podido dañar el monasterio de los benedictinos porque se encontraba protegido por el signo de la santa Cruz.
Se buscó entonces en el monasterio de Metten (Baviera, Alemania) y se encontraron pinturas antiguas con representaciones de esta cruz, con la inscripción que se explicará más abajo.
Pero estas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que, en un manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo monasterio de Metten, en 1414 y conservado hoy en la biblioteca estatal de Múnich, se vio una imagen de san Benito de Nursia, con esas palabras.
Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de Austria, que se encuentra en la biblioteca de Wolfenbüttel, parece haber sido el origen de la imagen y del texto.
El papa Benedicto XIV la aprobó en 1742 y la fórmula de su bendición se incorporó al Rito Romano.
La versión final de esta medalla data del año 1880 en memoria de los 1400 años del natalicio de san Benito.
La medalla es usada de diversas maneras: colgado alrededor del cuello con una cadenita, en el rosario, en el bolsillo, en el centro de una cruz, en el coche o casa de los fieles y en los cimientos de un edificio.


DESCRIPCIÓN Y SIMBOLISMO


El nombre oficial es medalla de la Santa Cruz, como un signo de exaltación del amor a Cristo de acuerdo con los fieles cristianos.
Quienes practican esta devoción le atribuyen poder para alejar el mal por medio de la fe en el misterio de la cruz y la intercesión de san Benito Abad.
A) Cara frontal
En la cara frontal de la medalla aparece la figura de Benito de Nursia sosteniendo en su mano derecha una cruz (a la que la tradición le adjudica un gran amor por parte del santo), y en su mano izquierda el libro de las Reglas, que él mismo escribió, con la oración de la buena muerte rodeando la figura del santo: Eius in obitu nostro praesentia muniamur!: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia", pues san Benito es patrón de la buena muerte, junto con San José.
En el fondo de la imagen aparece una copa envenenada, de la cual, cuando el santo hizo sobre ella la señal de la cruz, salió una serpiente.
Un enemigo celoso intentó envenenarlo dándole una hogaza de pan envenenada, mas al pretender comérsela se la llevó un cuervo (estos detalles aparecen en la medalla).
En el fondo de la imagen aparece la frase Crux Sancti Patris Benedicti (Cruz del Santo Padre Benito).
 

B) Reverso de la medalla
El reverso muestra la cruz de san Benito con las siguientes iniciales:
Crux Sancti Patris Benedicti (C.S.P.B.): "Cruz del Santo Padre Bendito".
Crux Sacra Sit Mihi Lux (C.S.S.M.L.): "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz).
Non Draco Sit Mihi Dux (N.D.S.M.D.): "No sea el dragón mi guía" (crucero horizontal).
En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
Vade Retro Satana! (V.R.S.): "¡Retrocede, Satanás!" (Vade: "Ir". Retro: "Atrás").
Nunquam (según algunas versiones, es Non) Suade Mihi Vana! (N.S.M.V.): "No me Satisfacen Cosas Banales".
Sunt Mala Quae Libas (S.M.Q.L.): "Venenosa es tu carnada", o "es malo lo que me ofreces".
Ipse Venena bibas (I.V.B.): "Bebe tú mismo tu veneno".
PAX: "Paz".
Algunas medallas incluyen también el monograma de Jesucristo: IHS, o JHS.
 

LAS INDULGENCIAS
 

El 12 de marzo de 1742 Benedicto XIV otorgó indulgencia plenaria a la medalla de san Benito si la persona cumple las siguientes condiciones:
Se realiza el Sacramento de la Reconciliación, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe Cristiana o participa en la Santa Misa.
Las grandes fiestas de las que se habla arriba son: Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, la Santísima Trinidad, Corpus Christi, la Asunción de María, la Inmaculada Concepción, el nacimiento de María, todos los Santos y fiesta de san Benito.
Quienes lleven la medalla de san Benito a la hora de la muerte serán protegidos siempre que se encomienden al Padre, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento.
 

Indulgencias parciales:
Serán otorgados 200 días de indulgencia, si uno visita una semana a los enfermos o visita la iglesia o enseña a los niños la fe.
7 años de indulgencia, si uno celebra la Misa o está presente, y ora por el bienestar de los cristianos, o reza por sus gobernantes.
7 años si uno acompaña a los enfermos en el Día de Todos los Santos.
100 días si uno hace una oración antes de la Santa Misa o antes de recibir la sagrada Comunión.
Cualquiera que por cuenta propia por su consejo o ejemplo convierta a un pecador, obtiene la remisión de la tercera parte de sus pecados.
Cualquiera que el Jueves Santo o el día de Resurrección, después de una buena confesión y de recibir la Eucaristía, rece por la exaltación de la Iglesia, por las necesidades del Santo Padre, ganará las indulgencias que necesita.
Cualquiera que rece por la exaltación de la Orden Benedictina, recibirá una porción de todas las buenas obras que realiza esta Orden.
 

EL CRUCIFIJO CON LA MEDALLA DE SAN BENITO
 

El crucifijo de la Buena Muerte y la medalla de san Benito han sido reconocidos por la Iglesia como una ayuda para el cristiano en la hora de tentación, peligro, mal, principalmente en la hora de la muerte.
Le ha dado al crucifijo con la medalla la indulgencia plenaria.
La indulgencia plenaria de la Cruz de la Buena Muerte, quien realmente crea en la santa Cruz, no será apartado de Él, ganará indulgencia plenaria en la hora de la muerte.
Si este se confiesa, recibe la Comunión o por lo menos con el arrepentimiento previo de sus pecados, llamando el Santo nombre de Jesús con devoción y aceptando resignadamente la muerte como venida de las manos de Dios.
Para la indulgencia no basta la Cruz, debe representarse a Cristo crucificado.
Esta cruz también ayuda a los enfermos para unir nuestros sufrimientos a los de Nuestro Salvador.
Aquel que haya sido excomulgado de la iglesia y arrepentido cumpla su penitencia una vez se haya confesado ante la autoridad, obispo o superior y comulgue el domingo de resurrección será glorificado obteniendo la indulgencia (Jn 13, 31-35).