martes, 25 de julio de 2023

Santiago apóstol: Patrón de España.


Santiago de Zebedeo, también conocido como Santiago el Mayor, (en griego antiguo: Ἰάκωβος, Ἰákobos) fue, según diversos textos neotestamentarios (Evangelios sinópticos, Hechos de los Apóstoles), uno de los apóstoles más destacados de Jesús de Nazaret. Es conocido en la tradición cristiana como Santiago el Mayor para distinguirlo de otro miembro del grupo de los doce, Santiago el Menor. Nacido probablemente en Betsaida (Galilea), fue hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan. 

Santiago de Zebedeo pertenecía al llamado «círculo de dilectos» de Jesús que estuvo con él en ocasiones especiales: en la resurrección de la hija de Jairo, en la transfiguración y en el huerto de Getsemaní, donde Jesús se retiró a orar en agonía ante la perspectiva de su pasión y muerte. También fue testigo privilegiado de las apariciones de Jesús resucitado y de la pesca milagrosa en el mar de Tiberíades. Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, Pentecostés encontró a Santiago en espera orante, siempre como uno de los máximos referentes de la primera comunidad cristiana, junto con Simón Pedro y Juan. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el patrono de España.

Datos Evangélicos

Era hijo de Zebedeo (cf. Mt 4:21) y tenía un hermano llamado Juan, que sería asimismo discípulo de Jesús (cf. ibid). Probablemente su madre Salomé también seguía a Jesús (cf. Mt 20:20). Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «Boanerges» (Mc 3:17), que, según el mismo evangelista afirma, quería decir «hijos del trueno» por su carácter impetuoso; el episodio narrado por Lucas, en que Santiago y su hermano Juan desean invocar a Dios para que consuma a fuego una ciudad de samaritanos (Lc 9:54), hace honor a este nombre. Santiago fue uno de los primeros que recibieron el llamamiento de Jesús, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano (Mc 1:19). Más tarde será llamado a formar parte del más restringido grupo de los Doce (cf. Mt 10:3). Junto con su hermano Juan y con Simón Pedro, tiene un trato privilegiado con Jesús: es testigo presencial de la resurrección de la hija de Jairo (Mc 5:21-43), de la transfiguración de Jesús (Lc 9) y de la oración en el Huerto de los Olivos (Mc 14:33). Igualmente formó parte del grupo restringido de discípulos que fueron testigos del último signo realizado por Jesús ya resucitado: su aparición a orillas del lago de Tiberíades y la pesca milagrosa (Jn 21:1-8). Los Hechos de los Apóstoles registra su presencia en el Cenáculo en espera orante de la venida del Espíritu Santo (Hch 1:13). Santiago es condenado a muerte y decapitado por orden del rey de Judea Herodes Agripa I (Hch 12:2). Por este dato se puede fechar la muerte de Santiago entre los años 41 y 44, pues fueron los años en que Agripa I fue rey de Judea.
 

Datos de la tradición medieval

Según una tradición medieval, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules. Según el escritor gaditano Fray Gerónimo de la Concepción, Santiago fue quien consagró el Templo de Hércules a San Pedro (en el islote Sancti Petri). Siguió bordeando la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Una tercera versión postula su llegada a Carthago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.

En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que este hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por San Pedro. Son los siete Varones apostólicos. La tradición de los Varones Apostólicos los sitúa junto a Santiago en Zaragoza cuando la Virgen María se apareció en un pilar.

De acuerdo a la tradición cristiana, hacia el año 40, el 2 de enero, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —mucho antes de su asunción—, y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.

Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano.​ No obstante, el papa León XIII, reafirmó en 1884, en forma de Bula Papal, la pertenencia de los restos al apóstol, tras mandar analizar los restos conservados dentro de la tumba.

La tradición que sitúa a Santiago el Mayor fuera de Jerusalén, poco antes de su martirio, la recogen diversos apócrifos neotestamentarios (El libro de la Dormición de María, etc.), todos ellos anteriores al "descubrimiento" de la Tumba del Apóstol. Según estos relatos, cuando María ve cerca su muerte, recibe la visita de Jesucristo resucitado. Ella le pide estar rodeada por los apóstoles en el día de su muerte, pero todos ellos están dispersos por el mundo. Jesucristo le concede su deseo y permite que sea la misma María, por medio de aparición milagrosa, quien avise a sus discípulos. La aparición de María a Santiago se habría producido sobre un pilar en Caesaraugusta (actual Zaragoza), columna que se sigue venerando en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en la capital aragonesa.

Santiago habría hecho todo el viaje de vuelta desde España hasta Jerusalén para encontrar a María, madre de Jesús de Nazaret (ya que ella seguía viva allí, en la capital de Judea) antes de su dormición, hallando la muerte ante Herodes Agripa en el martirio. La leyenda se cierra con que dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro, habrían llevado su cuerpo (conservado de alguna manera) por el mar Mediterráneo en una mítica embarcación de piedra y habrían costeado el Atlántico nuevamente hasta Galicia, donde lo habrían enterrado justamente en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro lo halló en el siglo IX.
 

La tumba del Apóstol

Alrededor del año 813, o 820 según otras fuentes, en tiempos del rey de Asturias Alfonso II el Casto, un ermitaño cristiano llamado Paio (Pelayo) le dijo al obispo gallego Teodomiro, de Iria Flavia (España), que había visto unas luces brillando sobre un monte deshabitado. En el mismo hallaron una tumba, probablemente de origen romano, donde se encontraba un cuerpo decapitado con la cabeza bajo el brazo. El rey ordenó construir una iglesia encima del cementerio, origen de la Catedral de Santiago de Compostela, epíteto que proviene de campus stellae: «campo de las estrellas», debido a las luces que aparecieron sobre el cementerio, o bien de compositum tellus, es decir: «Terreno bien dispuesto».

En el mes de mayo de 1589, Francis Drake amenazó Compostela después de desembarcar en La Coruña. El Arzobispo, Juan de Sanclemente, acordó con el Cabildo de la Catedral ocultar cuanto de importante había en ella. Por ello, los restos fueron depositados en un escondrijo dentro del ábside de la capilla mayor, detrás del altar. Tales restos fueron encontrados a treinta metros de profundidad respecto del suelo en las excavaciones realizadas en la Catedral en 1878 y 1879 por Antonio López Ferreiro. La configuración actual de la cripta bajo el altar procede de las excavaciones realizadas a finales del siglo XIX. Los restos fueron depositados en una urna de plata realizada en 1886 por los orfebres Rey Martínez, dentro de un cofre de madera forrado con terciopelo rojo y con tres compartimentos, para Santiago, Atanasio y Teodoro.

En tales excavaciones, se pudo encontrar, entre los restos de un mausoleo romano, una inscripción sepulcral en griego, Athanasios martyr y los restos de tres personas distintas: dos de edad mediana y una en el último tercio de vida, lo que llevó a identificarlos con los tradicionales Santiago y sus discípulos Atanasio y Teodoro. No obstante, el papa León XIII nombró una Congregación extraordinaria para el estudio de estos restos. Los documentos enviados a Roma, sin embargo, no le satisficieron, enviando a Monseñor Agostino Caprara, Promotor de la Fe en el proceso, a Santiago para que examinara sobre el terreno los restos y tomase declaración a quienes intervinieron. Caprara, no obstante, mandó analizar primero el presunto resto de Santiago venerado en Pistoia, tarea que estuvo a cargo del Doctor Chiapelli, quien dictaminó que se trataba de una apófisis mastoidea derecha con restos de sangre coagulada, pieza que habría sido separada a consecuencia de una decapitación.

El 8 de junio de 1884 llega a Santiago, y en el examen se constata que uno de los tres cráneos carece de apófisis mastoidea derecha. La resolución de la Congregación fue publicada el 25 de julio del mismo año, festividad de Santiago. León XIII publicó el 1 de noviembre del mismo año la Bula Deus Omnipotens, donde hacía un repaso a la historia del Santuario y llamaba a emprender nuevas peregrinaciones a Santiago.

Sin embargo, quedaba por constatar la datación cronológica de los restos, lo que llevó a mediados del siglo XX a voces críticas. Así, Claudio Sánchez Albornoz:

    ...pese a todos los esfuerzos de la erudición de ayer y de hoy, no es posible, sin embargo, alegar en favor de la presencia de Santiago en España y de su traslado a ella, una sola noticia remota, clara y autorizada. Un silencio de más de seis siglos rodea la conjetural e inverosímil llegada del apóstol a Occidente, y de uno a ocho siglos la no menos conjetural e inverosímil traslatio. Solo en el siglo VI surgió entre la cristiandad occidental la leyenda de la predicación de Santiago en España; pero ella no llegó a la Península hasta fines del siglo VII.
    C. Sánchez Albornoz: "En los albores del culto jacobeo", en Compostellanum 16 (1971) pp. 37-71.

Por una parte, se ha documentado arqueológicamente la existencia previa de una necrópolis dolménica y luego de un cementerio utilizado en época romana y sueva. Estos descubrimientos prueban que Compostela era una necrópolis precristiana, pero no resuelven la cuestión respecto a la tumba de Santiago, cuyos restos podrían pertenecer bien al mismo apóstol (el tráfico de reliquias comenzaba a desarrollarse en ese periodo), bien a cualquier otro mártir cristiano. Incluso se ha propuesto que se trata de los restos de Prisciliano. En 1955 se encontró, en las proximidades de la tumba, la cubierta sepulcral de Teodomiro, lo que confirma que quiso enterrarse en el lugar de su propio hallazgo.

En 1988, dos académicos de la Real Academia de la Historia, el filólogo Isidoro Millán González-Pardo y el arqueólogo Antonio Blanco Freijeiro, afirman haber hallado la inscripción martyr y una referencia a Atanasio en una piedra datada a finales del s. I o principios del s. II, lo cual, sostienen, confirma indirectamente la presencia en el lugar de los restos del Apóstol.​

Estudios arqueológicos muestran que en el actual santuario Compostela existió, desde el siglo I, un pequeño (no más de una hectárea) asentamiento hispanorromano junto al cual hubo un cementerio, algunas de cuyas lápidas han sido halladas y leídas. Entre ellas se encuentra la de una familia, llamada Modesta.​ Una de ellas, en mármol, fue encontrada en la antigua cripta y corresponde a una dama del siglo II, llamada Atia Modesta.​

Un estudio desarrollado por Enrique Alarcón,9​10​ profesor de Filosofía de la Universidad de Navarra, publicado el 24 de junio de 2011, en el ámbito de la clausura de la «Cátedra Camino de Santiago», ampliado en un estudio de 201311​ y reeditado en un volumen en colaboración con Piotr Roszak, ​ se basa en un estudio epigráfico sobre reproducciones fotográficas de las inscripciones mencionadas, por no tener acceso a los originales. El catedrático, cuyos estudios no han sido publicados en revistas de arqueología, considera que evidencian un culto funerario particular a Santiago, al menos ya en el siglo II, en la cripta, parte de un complejo funerario de la dama romana Atia Modesta a quien Alarcón considera cristiana y no pagana como otros estudiosos.13​14​

Además, afirma haber hallado la inscripción Ya'akov (Santiago, en hebreo), con simbología propia de la estética sepulcral judeocristiana del s. I., análogas a las halladas en los osarios de Dominus Flevit. Añade que una de las inscripciones contiene referencias a la fiesta judía de Shavu'ot con representación de panes rituales e indica que estos panes dejaron de usarse en torno al 70 con motivo de la destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos, lo que posibilitaría ubicar cronológicamente la tumba.


Reliquias

El Monasterio de Cañas posee una reliquia que, se supone, contiene las herraduras del caballo de Santiago, que recogería Diego López II de Haro en la batalla de las Navas de Tolosa y entregaría a su hija Urraca Díaz de Haro, cuarta abadesa del monasterio.
 

Santiago contra el islam

En el siglo XII se redacta en Santiago de Compostela el llamado Privilegio de los Votos, que atribuye al rey Ramiro I una victoria frente a los moros en Clavijo en 844, victoria obtenida gracias a una aparición de Santiago. Agradecido, el rey habría hecho el voto de que todos los habitantes pagasen al Apóstol, o sea a su santuario, una cantidad anual. Según este mismo documento, la victoria en Clavijo puso fin a la entrega anual a los enemigos de un vergonzoso tributo de cien vírgenes cristianas. La primera representación de Santiago a caballo, de principios del siglo XIII en la catedral compostelana, muestra las doncellas arrodilladas ante el caballo de Santiago.

El miles Christi medieval, imagen poco frecuente, se convierte a partir de la segunda mitad del siglo XV y a lo largo del siglo XVI en Santiago Matamoros, defensor del catolicismo frente a todos sus enemigos: los turcos, los herejes y los paganos, cuyos cuerpos o cabezas ruedan entre las patas de su caballo.
 

El Camino de Santiago

El descubrimiento de la tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua "Vía del Finisterre", ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo. De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente, y se puede afirmar que los celtas - en el primer milenio antes de nuestra era - recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.

En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo.
 

Fiestas en su honor

 
Como Patrono de España que es, Santiago el Mayor (más conocido como Santiago Apóstol) también lo es de numerosos pueblos y ciudades que el día 25 de julio celebran en su honor fiestas religiosas. Santiago de Compostela (La Coruña) es la ciudad que mayores fiestas organiza en su honor. La catedral de la ciudad acoge esos días la mayor afluencia de peregrinos del año.

Coincidiendo con el patronazgo de España, Santiago el Mayor es patrono asimismo del Arma de Caballería del Ejército de Tierra. La frase final del Himno de esta arma es una de las más conocidas de España en la reconquista:

    Santiago y cierra, España

Igualmente, es el patrono de la comunidad autónoma española de Galicia, celebrándose su festividad el Día Nacional de Galicia,cada 25 de julio en la ciudad de Santiago de Compostela (La Coruña).

Además de Santiago de Compostela (La Coruña) otros pueblos españoles repartidos por todo el territorio nacional tienen celebraciones en honor a Santiago Apóstol. Procesiones, misas y ruegos junto a verbenas, conciertos o actividades infantiles se realizan, por ejemplo, en la localidad de Albaladejo (Ciudad Real), Navas de Oro (Segovia), Moratones (Zamora) o Santiago de Aravalle (Ávila). También es patrón en la ciudad de Moncada (Valencia) y en numerosos pueblos de la Sierra de Guadarrama, como Collado Villalba (Madrid), Colmenarejo (Madrid) o Santa María de Robledo (Segovia).

En Ermua (Vizcaya) es también patrono: la iglesia parroquial de Santiago Apóstol data de 1600; es un bello edificio renacentista. Es del tipo de iglesia de una nave de tres tramos con capillas laterales altas entre los estribos. En frente de la nave hay, además, una capilla mayor ochavada más estrecha. Está cubierta por bóveda de crucería y posee un coro y dos capillas barrocas. El encargo de finalización de las obras que el arzobispo Andrés de Orbe y Larreátegui realizó a Sebastián de Lecuona, lo completó su cuñado Joseph de Zuaznabar. El mobiliario refleja la intervención del rico cardenal. Destaca el retablo mayor, el órgano y la capilla privada del arzobispo y su tumba. El retablo está hecho en madera de nogal, de estilo barroco, con columnas salomónicas a los lados. En sus hornacinas hay una serie de esculturas policromadas. El retablo está sin policromar, entre el que destaca Santiago cabalgando sobre los moros en la batalla de Clavijo. El órgano es del mismo tipo que el retablo, monumental y sin policromía. Hay otros pequeños retablos de madera dorada en estilo protorrococó y rococó.

En las islas Canarias, Santiago es patrono de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital de la isla de Tenerife, así como del municipio de Santiago del Teide (Santa Cruz de Tenerife). Igualmente, la Villa de Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife), al norte de Tenerife, fue puesta bajo la protección del Apóstol desde que el 25 de julio de 1496 se dio por concluida, en estas tierras del antiguo Menceyato de Taoro, la fase bélica de la conquista de Tenerife, erigiéndose, ese mismo día, el templo de la Parroquia Matriz del Apóstol Santiago, en cuyo interior se conserva parte de un antiguo retablo a pincel que recogía la vida del Apóstol, y del que hoy se conservan tres tablas que conforman el famoso Tríptico de Santiago, obra salida del pincel del destacado obrador europeo del Maestro de Delft. En la isla de Gran Canaria, Santiago es el patrono del municipio de Gáldar (Las Palmas), en donde se encuentra la iglesia del mismo nombre, que es la primera sede jacobea fuera del territorio peninsular y que cuenta con las gracias jubilares para celebrar el Año Santo Jacobeo con los mismos privilegios que la catedral de Santiago de Compostela. Cuenta con su propia ruta peregrina oficial que une Santiago de Tunte con Santiago de Gáldar (Las Palmas).