jueves, 11 de enero de 2024

Escudos de armas de los Grandes Maestres Teutónicos 1198-1566

 


Simbolismo en los Pirineos

 

Un símbolo apotropaico que se repite por igual en ambas laderas de los Pirineos, es el IHS evocando a Jesucristo. Lo original, es que por estas comarca la "S" se representa con una sinuosa serpiente, algo que parece un poco contradictorio para figurar como emblema del Cristo... En este caso, se encuentra sobre la clave del arco de acceso a una vieja casona, en su función de amuleto protector [Foto: Laruns (Francia)].

Fuente: Rafael Alarcon Herrera

Urraca I de León


 La primera reina que reinó por derecho propio en la península ibérica fue doña Urraca I de León . Se trata de un personaje absolutamente excepcional e insólito en el medioevo hispánico: por su condición de mujer, por su importancia e influencia en los hechos de la época en la que vivió y las divergencias que provocó, maltratada físicamente y psicológicamente por su segundo esposo y también por sus súbditos, demostró tenacidad y fuerza indomable, pero no ha sido apreciada justamente por la historia .Doña Urraca era bisnieta de un rey de Navarra, un rey de Aragón, una condesa de Castilla y un rey de Francia, un linaje excepcional, hija de Alfonso VI, que dicho sea de paso tuvo cinco esposas legales Inés de Aquitania, Constanza de Borgoña, Isabel de Francia, Berta de Toscana y Beatriz Urraca “La Temeraria”, apodo con el que pasó a la posteridad, tenia ciertas características tendientes a la violencia e incluso le reconocen “méritos” virtuosos en un hombre, pero impropios en una mujer, por lo que Doña Urraca es una figura histórica muy controvertida, poseedora de gran habilidad, carácter y determinación, su personalidad y las circunstancias históricas Era doña Urraca hija primogénita de Alfonso VI de Castilla y de Constanza de Borgoña, nació en León en el año 1081. Contrajo matrimonio con apenas doce años con el conde Raimundo de Borgoña, de quien nacería el futuro Alfonso VII en 1105 y su hija Sancha Raimúndez. Urraca se convierte en la única heredera a los tronos de León y de Castilla tras la muerte de su hermano Sancho en la batalla de Uclés en 1108. Alfonso VI en Toledo convoca una Curia para proclamar a Urraca sucesora y jurar en el Alcázar de Toledo como futura Reina de Castilla y de León .Al quedar viuda, su padre quiso casarla con Alfonso el Batallador, intentando evitar disputas ente leoneses y castellanos Las capitulaciones preveían que todos los reinos del matrimonio pasarían al heredero común, lo que excluía de la sucesión de León y de Castilla a Alfonso Raimúndez, hijo de Urraca, que era conde de Galicia Urraca murió durante el parto de un tercer hijo del conde Pedro González de Lara, con 45 años de edad en el castillo de Saldaña en Palencia, el 8 de marzo de 1126 y por deseo suyo fue enterrada en el panteón real de San Isidro en León, como era tradición de los reyes de León, tradición rota por su padre, Alfonso VI de León, quien recibió sepultura junto a la mayoría de sus esposas, entre ellas Constanza de Borgoña, madre de la reina Urraca, en el Monasterio de San Benito de Sahagún. Le sucedió en el trono castellano-leonés su hijo primogénito, que reinaría como Alfonso VIII. Trató durante su vida de hacerse respetar por sus súbditos y cuando se sentía agraviada gritaba: “¡El rey soy yo!”. Se autotituló: Totius Hispaniae Regina, emulamdo el titulo imperial que ostentó Alfonso hasta la anulación matrimonial: Alfonsus Gratia Dei Imperator de Leone et Totius Hispaniae Rex, de haber prosperado esta unión dinástica la unificación de los reinos cristianos de España y Portugal se hubiese materializado

Hartmann von Heldrungen XI Gran Maestre de la Orten Teutónica


Hartmann, hijo de Hartmann von Heldrungen (1203-1225), fue caballero de Heldrungen y, como su padre, vasallo del Landgrave de Turingia. Se unió a la Orden Teutónica el 18 de noviembre de 1234, junto con el Landgrave y más tarde Gran Maestre Konrad de Turingia (cuñado de Isabel de Turingia, canonizada en 1235), el posterior Landmeister y maestro alemán Dietrich von Grüningen, y su hermano Hermann von Heldrungen[1] y otros seis caballeros. El motivo probablemente fue la penitencia que se les impuso por la destrucción total de la ciudad de Fritzlar y la profanación de la colegiata allí dos años antes.


Hartmann participó en las negociaciones y celebraciones cuando la Orden de los Hermanos de la Espada se incorporó a la Orden Teutónica en 1237. En 1238 se convirtió en comandante de la Orden Teutónica en Sajonia. Contaba con la confianza del Gran Maestre y por ello ascendió rápidamente dentro de la orden. Entre 1261 y 1266 fue Gran Comendador y segundo hombre de la orden después del Gran Maestre Anno von Sangerhausen.

En el verano de 1273 Hartmann fue elegido Gran Maestre. Su mandato estuvo marcado por una relativa paz para la Orden y apoyó el cultivo de Prusia y Lituania. Logró ganancias territoriales en el Imperio y en Pomerania

El Temple XVIII

 


Los Caballeros Templarios fueron una orden religiosa y militar católica que se estableció en el siglo XII. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista. La orden creció rápidamente en tamaño y poder, y sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las cruzadas.  Tenían como distintivo un manto blanco con una cruz ancorada roja sobre él.

En cuanto a la humildad, la regla de los Caballeros Templarios se basaba en la humildad y la modestia. Los miembros de la orden debían ser humildes y no debían buscar la gloria personal. El lema de la orden era “Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini Tuo Da Gloriam” (“No a nosotros, Señor, no a nosotros. Sino a tu nombre sea dada la gloria”)

La regla de los Caballeros Templarios se basaba en la humildad y la modestia. Además de la humildad, los Caballeros Templarios se regían por una serie de valores que incluían la fe, la esperanza, la caridad, la justicia, la prudencia, la fortaleza y la templanza, las llamadas 7 virtudes. Estos valores eran considerados fundamentales para la orden y se esperaba que los miembros los siguieran en todo momento.

En cuanto a su comportamiento, los caballeros templarios eran conocidos por su disciplina y su dedicación a la orden. Los miembros de la orden debían seguir una estricta regla de conducta que incluía la abstinencia de ciertos alimentos y bebidas, así como la observancia de una dieta vegetariana en ciertos días . Además, los caballeros eran conocidos por su habilidad en la batalla y su valentía. La orden creció rápidamente en tamaño y poder, y sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las cruzadas.

Vestían túnicas y capas externas de color blanco, mientras que la cruz patada roja debía estar visible sobre sus mantos.

Aunque no hay muchos detalles específicos sobre cómo practicaban la humildad, la regla de la orden establecía que los miembros debían ser modestos y no buscar la gloria personal. Además, la regla también establecía que los miembros debían ser caritativos y ayudar a los necesitados y exquisitos en el trato al prójimo.

En cuanto a la propiedad personal, los caballeros templarios podían poseer bienes personales, móviles o fijos, a diferencia de otras órdenes militares, pero siempre bajo supervisión y aceptación del Gran Maestre.

 
Los Caballeros Templarios contaban con una equipación completa para la batalla. La armadura del caballero templario era una de las más avanzadas de su época. Los caballeros templarios vestían túnicas y capas externas de color blanco, mientras que la cruz patada roja debía estar visible sobre sus mantos. En las batallas, usaban una armadura completa de metal de color blanco, con una capa blanca donde estaba bordada la cruz patada.

La armadura del caballero templario incluía una cota de malla, que era una pieza muy importante dentro de la armadura del caballero templario. Si el caballero quería tener una protección ligera, la cota de malla era la defensa perfecta, pero si necesitaba de un blindaje más reforzado, además de utilizar una armadura completa de acero, el caballero también utilizaba la cota de malla.

El casco del caballero templario era un casco de barril o “casco de cruzado” que cubría completamente la cabeza y solo tenía aberturas muy pequeñas para los ojos y la boca. Los diseños posteriores obtuvieron una forma curva principalmente en la parte superior, esto permitía desviar o disminuir el impacto de los golpes. El casco de cruzado ofrecía una mayor protección que los cascos anteriores, como el casco nasal y el spangenhelm; sin embargo, limitaba en cierta medida la visión y proporcionaba poca ventilación